la respiración de ella empezaba a ser mas rápida le estaba anunciando que pronto tendría un orgasmo su pecho se movía al compas del temblor en su cuerpo una sensación desesperante la atacó y el sudor de su frente mas un grito y uñas clavadas en sus costillas dejaron mas que satisfecho a bruno y sin fuerza a isabella.

***

luego de limpiarme y volver a acomodarme en el asiento nos pusimos en marcha, no habíamos salido de la casa me sentía mareada había tenido muchos orgasmos ni si quiera me había detenido a pensar que estaba teniendo sexo mucho sin sentirme mal conmigo misma y sin pensar en el pasado, estar con él no me permitía pensar en el pasado. Los últimos días me estaba viendo con un hombre rico yo Isabella una pobre infeliz que había salido de un orfanato estaba saliendo con un magnate que en cierto punto me mostraba afecto e interés real que no me quería usar ni vender, incluso habia olvidado que trabajo que tengo responsabilidades, frote mis ojos y sentí su mano posarse en mi rodilla

—¿que te trae tan pensativa preciosa?-- me pregunto sin dejar de mirar la carretera lo mire pero no conteste nada

—sigo esperando que me respondas que te trae tan pensativa—

hago una leve mueca y rasco mi nuca tenia una serie de sentimientos encontrados realmente no sabia como empezar
—yo...—
—si tu—
—bruno no si esto sea buena idea sabes eres muy lindo y todo y tal vez me tratas de esta manera porque te apena verme en esta situación y tal vez tu lado protector, creo que los hombres tienen dentro de ellos eso, un lado protector posiblemente el tuyo se haya activado al ver mi condición no quiero sonar mal solo quiero que me entiendas yo... siento que me estoy olvidando de lo que soy realmente hay personas que diariamente me esperan para que yo les prepare café con leche descremada y otros van porque simplemente aman el café fuerte no quiero que me mal entiendas pero yo no soy esto, estos lujos que quieres darme y todas estas comodidades son demasiadas y yo no lo merezco no he hecho nada para merecer tanto—

bruno no dijo una sola palabra me quede viéndolo pero nada me sentía extraña me había ignorado y creo que era la primera vez en hacerlo, al ver que seguía manejando sin decir una sola palabra me refugie en mis brazos al cabo de un tiempo llegamos a un lugar silencioso y muy bonito habían muchos edificios supuse que aquí había comprado el apartamento, entramos a un lugar más oscuro y se estacionó abrió la puerta del carro y luego dio la vuelta para abrir la mía seguía sin hablarme me abrió pero me quedé en silencio y no me moví del asiento podía sentir su mirada quemarme pero aún así no me importaba y aunque pensé que me saldría con la mía el hizo algo que no me esperaba me tomo y me subió sobre sus hombros
—¿qu-que haces? Bájame bájame— golpeaba su espalda pero no valía escuche la puerta estrellarse y el sonido que hace el carro cuando se bloquean las puertas, su brazo apretaba mi trasero para evitar que me caiga tenia la cabeza hacia abajo y me empezaba a marear, subimos a un ascensor
—bruno por favor bájame estoy mareada—
No me hablaba solo sentí unas palmaditas en mi trasero, el ascensor se detuvo y entraron unas personas no pude ver nada pero se que esta escena era muy extraña, no sé exactamente en qué piso nos quedamos pero salimos dejando las personas ahí levante la cabeza y los vi mirando con extrañes volví a pegarle
—¡por favor basta!—
Se detuvo colocó el código de la puerta y la abrió cuando entramos dentro me bajo de sus hombros me tambalee hacia atrás estaba mareada iba a caerme pero él me sostuvo
—eres estupido—
Le lance una cachetada pero en vez de eso me fui hacia adelante y él tuvo que sostenerme otra vez estábamos muy pegados hasta que la voz de una mujer nos hizo mirar hacia el frente
—buenas señor bruno veo que vine en mal momento-
—no, vino en el momento justo, buenos días—

No sabía quién era esa mujer pero era sumamente guapa trague grueso pensé que bruno se alejaría de mi pero en vez de eso me ayudo a reponerme, se alejo y fue y le dio la mano la mirada de ella hacia el era tan coqueta era imposible ignorar a bruno, volvió a mi me tomó por la cintura
—ella es mi novia y futura prometida Isabella Gutiérrez y la futura dueña de este apartamento—
La mujer no me sonrió como lo hizo con él y me miró de arriba abajo disimuladamente pero bruno también lo noto y no se quedó callado como yo
—¿hay algo de malo con ella?—
—¿perdón?— pregunta sin entender
—la miró de arriba abajo necesito saber si hay algo de malo con ella—
—ohhhh jajajaj no no, si no que es muy guapa es afortunado usted de tener una mujer como ella— dijo con nerviosismo para salir del paso aunque estaba mintiendo se lo podía notar, bruno no dijo nada más y ambos empezaron a mostrarme todo el lugar era sumamente hermoso y amplio pero era demasiado para mi sola, no podía evitar sentirme mal sentía que era un gasto innecesario, antes de continuar me detuve
—bruno bruno— ambos me miraron ya que me estaban hablando del lugar y los interrumpí
—¿que pasa?— me pregunto, desde lo ultimo que le dije en el carro actuaba de una manera extraña no era malo ni bueno sino neutro
—quiero irme no quiero estar aquí—
Le pidió a la abogada quien lucia falda y camisa que se retirara unos minutos
—¿no te gusta el apartamento?—
—eso es muy grande no puedo aceptar algo así—
—basta de eso Isabella mi fortuna no tiene límites como lo que siento por ti ¿lo puedes entender de una buena vez? me hace feliz que estés bien no puedo vivir la vida perfecta si mi chica no la vive igual déjate cuidar, déjate...amar nunca he querido que me veas como un hombre que quiere comprarte con cosas materiales pero maldición Isabella puedo comprarte el mundo tengo suficiente dinero como para comprarte cada cosa que tu boca pida.

Sentí el picor en mis ojos vaya nunca pensé que escucharía algo así de semejante hombre, esto era demasiado perfecto para ser cierto no pude evitar las lágrimas me sentía sumamente sensible que había hecho yo para merecer un hombre como él, me pregunté mientras dejaba que él secara mis lágrimas.

Millonario $in escrúpulos.Where stories live. Discover now