Zayn exhaló el humo retenido y lamió sus labios. Tenía varias preguntas respecto a la nimia autoridad que parecían tener los padres de Louis sobre su hijo. El chico salía por la ventana en altas horas de la noche y hasta el momento, no le había mencionado nada sobre algún problema a Zayn. Igual no es que le interesara mucho, él había tenido mucho que ver.

La primera vez que Zayn escapó de casa, vaya escándalo que armó su madre. Ni siquiera pudo dar vuelta en la esquina cuando ella le estaba gritando por el teléfono que volviera y tendría piedad de él. Le castigó, pero solo por un rato. Ella le amaba demasiado de todas formas.

Carraspeó, enfocándose en lo que importaba, lo que Louis había dicho unos segundos atrás.

—No dormirás conmigo. —soltó. No podía permitir que Louis siguiera yendo alto en aquella nube. Porque no quería tener que ir junto a él solo para hacerle caer luego.

El menor soltó un suave suspiro, como si realmente estuviera esperando aquello.

—Hm, sólo decía. Por si estabas muy cansado para conducir. —tarareó unos momentos, acabando por decir lo que planeaba—. ¿Se te han acabado los condones, de todas formas? —bajó la voz, sonriendo apenas con burla—. No me has follado.

Sintió a Zayn tomar una calada. Louis asomó su cabeza por un costado, observando la vista de la ventana. El jardín delantero sin alguna planta y pasto amarillento era una vista jodidamente deprimente.

—Eres un mocoso insolente. —murmuró Zayn. Louis no fue capaz de ver la sonrisa pequeña que se pintó apenas en sus labios.

El menor frunció un poco el ceño, haciendo una mueca—. Dijiste que eras un hombre con necesidades, eso lo entendí bien.

—Es la segunda vez que dices exactamente lo mismo. ¿Tantas ganas tienes? —se burló.

Louis le pellizco un costado, Zayn rió apenas—. La verdad es que sí. —se mofó—. ¿No ves que estás buenísimo?

—Ya.

Louis pudo ver entonces la sonrisa que se adueñaba de los labios de Zayn, natural y radiante. Su corazón latió con emoción, pues el mayor comenzaba a sonreír con más frecuencia a su lado. Se trataba de la grata compañía de Louis o la hierba le daba demasiado fuerte. No le importaba en absoluto, solo necesitaba que Zayn siguiera sonriendo de aquella manera.

Volvió a picarle una costilla con suavidad.

—¿Éstas son tus necesidades entonces? Toquetear y echar a dormir.

Zayn suspiró, divertido.

—Cómo adivinaste... —fingió divagar.

—Eh, que bazofia. —soltó risueño—. Pensé que serías de esos tipos raros que les gusta esposar a la cama y excitarse mientras te ordenan llamarles daddy.

Frunció el ceño, pareciendo perturbado—. Pero qué mierda.

Louis rió.

—Lo sé. No eres de esos.

—Por supuesto que no —negó fingiendo estar ofendido—. ¿Cómo sabes de eso? Eres un mocoso apenas.

Louis besó una vez más la piel de Zayn, acariciando con sus manos su cintura—. Un mocoso que puede ver porno en el ordenador.

—El porno es para vírgenes. —el pelinegro se burló una vez más.

—Pues ya ves.

Zayn frunció de nuevo el ceño, tomando otra calada de su porro—. ¿Lo eres?

Louis sonrió, decidiendo morder con suavidad una parte de la piel del hombro de Zayn que después chupó, y besó—. ¿Por qué está lloviendo? —desvió el tema, Zayn fingió no darse cuenta.

I'm not a good guyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora