–Sí, ¿por qué?

–Uno de mis compañeros también señaló su comportamiento y piensa que podría tener asperger...¿Crees que deberíamos llevarlo a un pediatra para que analice su caso?

–Pues...si Kogoro no tiene ningún problema con ir, por mi está bien.

–De acuerdo, gracias...El otro asunto es un poco más delicado, espero que no te moleste hablar de eso.

–Para nada, se trata de mi hijo, no me voy a molestar.

–Mira, en la Agencia, Kogoro se fue a hablar con Fukuzawa y cuando salió me dijo que había conversado con él acerca de que el se sentía solo, y me dijo que él le recomendó la compañía de alguien que siempre estuviera a su lado.

–Y supongo que le dijiste que nosotros siempre estaríamos para él, ¿cierto?

–Sí, eso hice pero...lo que él me dijo fue otra cosa.

–¿Qué...cosa?

–Me dijo que quería un hermano, me lo dijo en frente de todos en la Agencia.

Poe suspiró.

–¿Y qué le dijiste?

–Que nuestra situación no era la adecuada para tener un segundo hijo. Y no solo yo se lo dije, varios de mis compañeros trataron de explicarle que no podíamos en este momento.

–Huh, dime, ¿quieres que hable con él?

–Por ahora no, con trabajos logramos quitarle la idea de la cabeza.

–Entiendo, entiendo.

–Ah, y otra cosa...Kogoro leyó en un libro como se hacen los bebés, ¿podrías cuidar lo que lee, por favor? Solo tiene 7 años y no quiero que se confunda más de lo que ya está.

–¡¿D-de verdad sabe eso?! Huh...con un carajo...Perdón, casi siempre estoy trabajando y dejo que salga a la biblioteca junto con Karl.

–Sí, entiendo. Solo vigila lo que lee, luego tendré "esa charla" con él.

–¿Te ayudo con eso?

–No, gracias. No creo que sea necesario. Aunque si será difícil para mí, no esperaba tener esa conversación con él tan pronto...Ya ni modo.

Poe tomó la mano de Ranpo y lo miró directamente a los ojos.

–Te extrañé mucho, Ranpo.

–Yo también te extrañé mucho, Poe.

Se miraron durante unos segundos, se sonreían mutuamente y posteriormente ocurrió lo inevitable, se dieron un lento y cálido beso que duró mucho tiempo.

–Ya extrañaba esto–Luego retomó el beso.

–Yo más, cariño–Edgar soltó sus feromonas de Alfa para hacer que Ranpo se sienta tranquilo.

Ranpo se acurrucó en su pareja, estaba muy relajado, hace muchos años que no se sentía así de bien junto a él.

–¿Cómo le va a Kogoro en la escuela?

–Pues, en cuanto a calificaciones, excelente, pero la verdad es que no tiene amigos. Incluso pensé en educarlo personalmente, le cuesta mucho trabajo llevarse bien con los demás.

–Bueno...entiendo, creo que también tendré que hablar de eso con él.

–Oye, Ranpo.

–¿Sí?

–¿Crees que Kogoro sea más feliz si se viene a vivir aquí?

–La verdad no estoy seguro. Al parecer es mucho más feliz allá con su "tío Francis".

Nunca lo di por perdido. (Ranpoe)Where stories live. Discover now