Encontrarse y desenvolver uno de los papelitos que le dio en clase de historia no ayuda mucho en su vago intento de olvidarse de él. Una sonrisa se deslizo por su rostro antes de enterrar aquellas notas en el cajón de su escritorio, decidido a borrar los tontos pensamientos que atraviesan por su mente.



Tony conversa alegremente con Thor y Bruce.

No tenía la intención de perderse en esa imagen, pero de pronto se cruzó por su campo visual y ahí estaba, totalmente ido vislumbrando como su cabello sedoso se mueve con gracia, sus grandes ojos lucen más brillantes a través de los rayos del sol mientras su bella sonrisa completa el hipnótico cuadro.

—Tómale una foto, durará más.

La voz de Wong lo trajo de vuelta a la realidad, el cual ni siquiera tuvo que voltear para comprobar que su amigo se quedo embobado y perdido contemplando a su supuesto novio falso.

—Yo no estaba mirándolo—esclareció fijando su vista en la tapa de su libro para continuar con su tarea.

—Acéptalo, te estas encariñando con él.

—Solo estamos fingiendo. No confundas las cosas—murmuró discretamente.

Wong no tuvo tiempo de replicar, los chicos en cuestión arribaron para acompañarles.

Tony se deslizo en el asiento a lado de Stephen. El omega hizo contacto visual con él, obsequiándole una sonrisa que provoco un cosquilleo en su estómago y, a pesar que casi siempre carga un rostro serio, sin pensarlo y de manera automática, le regreso el gesto, sin poder ignorar el exquisito y dulce aroma que despide.

Los demás no tardaron en unirse y comenzar una plática amena.

—Oigan, me la estoy pasando muy bien con ustedes, los invito a mi casa después de clases—anunció Thor alegre y vigoroso—. ¿Qué dicen?

—Uhh, reunión en casa de Thor—vitoreo el castaño igual de contento—. Cuenta conmigo.

Al igual que Tony, el resto aceptó la invitación. Stephen no puede estar más encantado con la idea, esperando ansioso el final de las clases.



Con las manos entrelazadas caminan por los pasillos de la escuela.

Stephen no puede ocultar la desmesurada alegría que siente en ese momento, su lenguaje corporal lo delata.

—Nos vemos más tarde, cariño—dijo Tony despidiéndose con un fugaz beso en los labios el cual lo tomo por sorpresa.

Con una inconmensurable dicha bombardeándolo, apoyo su espalda sobre la pared y lo vio marchar.

—Ah sí—espetó alguien de repente, colocándose a su lado—. Esto te ha subido el ego hasta las nubes, ¿no es así?

Strange arrojo un suspiro cansado.

—Claro, andar con el omega más popular de la escuela definitivamente ha inflado aun más tu desmesurado ego—reitero.

—Déjame en paz—espetó alejándose de ahí.

—No te creas tanto por andar con ese omega, Strange—prosiguió Nicodemus West—, ese tipo le abre las piernas a cualquiera. Claro, tú eres muestra de ello—añadió despectivo arrojándole una mirada desdeñosa.

Ese comentario freno de golpe su camino. Se giró y lo encaro mirándole con marcado desdén.

—Puedes hablar lo que quieras de mi, pero de Tony no te lo voy a permitir.

—Eres un ingenuo. ¿De verdad crees que te quiere? Solo eres uno más en su interminable lista de amantes. Se acuesta con lo que sea porque es un adicto a la atención. Solo esta satisfaciendo sus propios deseos e intereses personales.

—Cierra la boca.

—No dudo que ese imbécil solo te usando para pasar el rato y tratar de olvidar a su flamante ex novio el perfecto capitán de fútbol.

—Y yo no dudo que solo estés con Christine para sentir que por fin eres mejor que yo en algo, porque soy uno de los mejores estudiantes de esta escuela y al parecer es algo que no soportas.

—Claro, el mejor estudiante y aun así... Te quedaste sin ella—declaró sintiéndose triunfante al percibir el rostro desencajado del otro—. Anda, corre detrás de tu perra que se acuesta con todos. Solo cuídate, no te vaya a dar gonorrea.

Esa última declaración en definitiva lo hizo reaccionar, fue la gota que derramo el vaso y acabo con la poca paciencia que le quedaba.



En la hora del almuerzo, en cuanto salió de la oficina del director, arrastro sus pasos hacia la cafetería, lugar al que no alcanzo a llegar, Tony intercepto su camino.

—¡Aquí estás! ¿Qué paso contigo, hombre?

—Nada.

—Que rostro te cargas, ¿qué paso?

—No es importante.

—Ok, vamos con los demás—lo tomo de la mano entusiasmado—. Los chicos y yo estábamos afinando los detalles de la reunión, estábamos pensando que...

—Eh, sobre eso. No voy a poder ir—comentó soltándose de su agarre.

—¿Qué? ¿Por qué?—cuestionó extrañado.

—Me han castigado.

—¿En serio? ¡Guau! ¿Qué hiciste?—clamó entre sorprendido y confundido.

—Me pelee con West.

—Ahhh—toda la confusión desapareció de su rostro—. Puedo imaginar el motivo...—expresó con una mueca disgustada.

—Sí, ya sabes co-

—...Christine Palmer—completó su idea, callando a Stephen de golpe.

—Sí, ajá—asintió sin querer sacarlo de su error—. Como sea, tengo detención después de clases—informó con tono apagado desviando su camino inicial, no tiene ánimos de nada, el entusiasmo que había estado acompañándolo gran parte del día se esfumo en un abrir y cerrar de ojos.


Cuando el timbre sonó anunciando el final de su clase, se despidió de Wong y, evidentemente molesto, se dirigió al salón que designaron para pasar su castigo. Ya no sabe con quien esta más molesto si con West o consigo mismo por haber caído en las provocaciones de ese tipo, por haber cedido en sus impulsos, encontrando un tanto injusto que solo lo hayan castigado a él y Nicodemus haya salido bien librado.

Una vez inmerso comenzó a buscar una silla para seguirse molestando por sus decisiones hasta que una cabellera castaña extrañamente familiar atrajo su atención.




Más vale tarde que nunca, muchas gracias por seguir esta historia.

Espero leernos pronto

Una relación falsa (IronStrange AU)Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ