Capítulo 2

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Han pasado tres días desde los anteriores sucesos, Lady Dimitrescu me sonríe más a menudo, no puedo evitar pensar que quizás soy especial para ella...solo talvez podría ser especial para ella.

Hoy la estoy acompañando en la sala de música, ella toca hermosamente el piano, no hago más que admirarla a la distancia, perdida en sus movimientos, en la melodía que toca hasta que termina, entonces salgo de mi trance y aplaudo suavemente.

T/n: eso fue increíble mi señora, me encantaría poder tocar el piano de esa manera- dije sonriente y ella me sonrió de vuelta

Alcina: puedo enseñarte, ya que pareces tan interesada, sería un placer- dijo aún sonriente

T/n: yo...¿está segura? No quiero hacerle perder el tiempo...

Alcina: tonterías, será divertido, ven, siéntate a mi lado- dijo la dama palmeando el lugar junto a ella, yo obedientemente me senté a su lado y la miré expectante- ahora comencemos por lo básico- dijo, me enseñó las notas del piano y a leerlas, me enseñó a tocar melodías simples, poco a poco fui aprendiendo, ella parecía tan feliz compartiendo sus intereses, era adorable, me encanta verla así.

Pasamos la tarde en la sala de música, aprendí bastante hoy, ella es una fantástica maestra, no pienso decepcionarla, daré todo mi esfuerzo, practicaré en mis descansos, haré que valga la pena el tiempo que pasará enseñándome...solo para verla orgullosa de mi, para verla feliz.

Alcina: ¿lo captas?- dijo luego de haberme mostrado una melodía a lo que yo asentí e intenté repetirla lográndolo casi perfectamente- excelente, eso estuvo bien, ahora, practicaremos por lo menos 4 veces a la semana, ¿estás de acuerdo con eso?

T/n: sí, mi señora, le prometo que no será tiempo perdido- dije sonriente

Alcina: bien, buena chica- dijo mientras acariciaba mi mejilla a lo que me sonrojé "buena chica...soy su buena chica...", pensé y me incliné a su toque a lo que ella sonrío- bien, suficiente de práctica por hoy, mañana vendremos de nuevo y te enseñaré más- dijo la dama y se levantó del banquillo del piano, yo me quedé atontada, anhelando su toque, luego de unos segundos reaccioné y me la seguí a sus aposentos.

Así pasaron dos días de practica, hoy no pudimos practicar ya que Lady Dimitrescu tenía mucho trabajo con su viñedo así que ahí estábamos, en su oficina con el papeleo, yo la ayudaba con cosas pequeñas.

T/n: Alcina...- susurré leyendo su nombre en uno de los papeles, "así que ese es su nombre de pila" pensé, cuando me di cuenta de que lo dije en voz alta cubrí mi boda avergonzada- yo...lo siento no quise...

Alcina: está bien, puedes llamarme Alcina cuando estemos a solas, pero recuerda, solo a cuando estemos a solas, en frente de los demás me llamaras como es habitual

T/n: gracias mi digo Alcina...-dije y le sonreí, es un nombre digno de ella, "suena tan satisfactorio al decirlo" pensé, y me dejara llamarla así siempre que estemos solas.

Pasaron al menos dos horas de trabajo y di un suspiro profundo a lo que Lady Dimitrescu me sonrió.

Alcina: quizás deberíamos tomarnos un descanso del trabajo- dijo dejando a un lado los papeles- ve y trae té para las dos- dijo a lo que asentí

T/n: sí, mi se...digo Alcina- dije y me dirigí a la cocina y comencé a preparar el té, las demás sirvientas no me dirigieron la mirada, si lo hacen suelen mirarme con recelo, consideran que elegirme como sirvienta personal de la dama fue favoritismo ya que habían otras sirvientas más capaces para el puesto, quizás tienen razón, "pero eso significaría que Lady Dimitrescu tiene una preferencia por mi ¿no?" Pensaba mientras terminaba de preparar el té, me dirigí a la oficina de la dama con la bandeja del té, al entrar la vi sentada en el sofá de la habitación, solo miraba la chimenea, perdida en sus pensamientos- ¿Alcina?- dije a lo que Lady Dimitrescu salió de su trance y me miró sonriente

Alcina: sirve el té para las dos- dijo, yo dejé la bandeja en la mesa de centro y serví el té, le di su taza y tomé la mía, me senté a su lado y le dí un sorbo al té y Lady Dimitrescu hizo lo mismo dando un suspiro de satisfacción- lo hiciste bien, buena chica

T/n: yo...gracias Alcina...- dije sonrojandome

Luego de un descanso de unos veinte minutos seguimos con el trabajo, así pasamos el día hasta la hora de dormir, un día bastante pacífico.

Al día siguiente continuamos con mi práctica de piano.

Alcina: bien, probemos ahora con un clásico, algo de principiantes- dijo cuando buscaba la canción, luego de unos momentos encontró la página con la canción- intenta tocarla- dijo a lo que yo asentí e intenté tocar la canción, cuando terminé la miré expectante para oír su opinión al respecto- bien, pero aún te falta práctica- dijo Lady Dimitrescu y se levantó del banquillo, se puso detrás de mi agachadose a mi altura y poniendo sus manos en mis hombros- inténtalo de nuevo conmigo- dijo poniendo sus manos sobre las mías guiándome durante la pieza, yo estaba sumamente nerviosa y probablemente sonrojada, "sus manos son muy suaves", pensé mientras Lady Dimitrescu me guiaba, al termino me dió una caricia en la cabeza y dijo- bien inténtalo tu sola ahora

T/n: ok- dije con nerviosismo y toqué de nuevo la pieza, esta vez mucho mejor, al terminar di un suspiro y miré a Alcina

Alcina: bien hecho, eso estuvo mejor, estás mejorando- dijo y acarició mi mejilla a lo que yo me sonrojé

T/n: gracias Alcina...aprecio mucho que uses tu tiempo enseñándome- dije y me incliné a su toque, ella me sonrió y besó mi frente, acción que me tomó desprevenida

Alcina: no es nada, es agradable tener a alguien que se interese por la música fuera de Bella, terminamos por hoy, seguiremos la semana siguiente- dijo y yo asentí lentamente aún nerviosa por su acción anterior

Luego de eso continuamos con la rutina normal, yo solo seguía repasando los anteriores sucesos, sus caricias y el beso...¿esto seguiría sucediendo?, ¿acaso llegará más lejos en algún momento?, preguntas que invadían mi mente hasta el momento de dormir.

No es solo admiración Where stories live. Discover now