Maia; Marcos Ginocchio

08; octava semana

- No te voy a traicionar, hermano. Dormí sin frazada.- le dije un dicho que siempre me decía mi abuela y me miró extrañado.- Que no te preocupes...

- ¿A quién crees que van a votar las chicas?¿Van por mi?- me pregunto después de un rato en silencio. - Agustín y Maxi van por Romina y por vos, estoy seguro.

- Mira, las chicas no te aman, Romina en especial, pero odian más a Agus.

- Yo no siento que se pueda sacar a Agustín ahora...- admitió y me dio otro mate.- Pero si es cierto de que cambia todas las semanas.

- No se, anda raro Agustín. Veremos que pasa, pero nadie es imbatible.

Vi a Marcos salir de la pileta y casi se me cae el mate cuando se lo estaba devolviendo al rubio.

- No bueno, lo embobada que te tiene este flaco, es impresionante.

- Callate envidioso.- le conteste y se empezó a reír.- Vos porque todas tus minitas la gente las sacó a la mierda.

- Limpiate un poquito, te quedó baba.- me paso un dedo por la comisura de la boca como si me estuviera limpiando y le di un manotazo.

- Salí, pesado.

- Bueno, a ver. Contame, ¿qué onda con Marcos?- Se giró por completo para mirarme poniendo la espalda contra el apoyabrazos.

- ¿Hace falta que diga lo obvio? Si fuese por mi estaría veinticuatro-siete arriba suyo, pero no puedo.

- Que intensa, pobrecito.

- Bue flaco, encima que soy honesta.- el salteño estaba tomando sol con Agustín y, obviamente, Coti.

- Igual, yo a él lo veo igual que a vos, le re gustas.

- ¿Vos decís? Yo creo que por momentos re, tipo me busca y todo, y en otros momentos nada.- me ponía nerviosa eso, no sabia si no seguía arrastrando las dudas del comienzo con respecto a su ex.

- Nada que ver, literalmente siempre se fija donde estas, con quien estas, que haces, posta que esta re atento.- me insistió el rubio y yo hice un gesto con los hombros.

- Que se yo.

- Hace un rato Alfa me contó que ayer Coti pidió la pieza.- cambiamos de tema drásticamente, riéndonos de la indignación del mayor para con los chicos.

- Por lo menos esta vez avisaron.

- Mal, que paja lo del otro día boluda. Yo no podría coger acá adentro.- lo miré y no me pude aguantar el descanso.

- No tenes con quien tampoco.- largue una carcajada ante su cara de indignado, me empujó con el hombro riéndose el también.

- Que forra que sos, loco.

- Igual, fuera de joda, yo ni en pedo cogería adelante de otros, re incomodo.- me senté como indio en el sillón y vi a lo lejos como venían Juli y Coti a sentarse con nosotros.

- ¿Pero acá adentro sí?

- Sí, puede ser, con cuidado y eso, pero sí.- recordé a Maxi y a Juliana que siempre eran muy respetuosos con eso.