La Oleada Negra.

Capítulo 1.

[Antes de leer, quería deciros que este es un FanFic cortito sobre un final de Detective Conan y que está centrado antes de los capítulos de El tren misterioso negro de azabache y justo al aparecer Tooru Amuro, contiene algún que otro spoiler sobre el anime, así que si algún fan no quisiera saber recomendaría que no lo leyera y sino pues bienvenido sea.]

Mi historia comienza cuando yo no era más que simplemente un bebé, yo vivía en Hokkaido, ahora vivo en Tokio. Ahora tengo 7 años y muchos dicen que para mi edad tengo mucha inteligencia. Mi padre era científico, un gran científico conocido por todo Japón, bueno, era conocido por todo Japón hasta que su fama vino abajo por razones que ahora contaré, mi padre amaba la ciencia y no dudó en ejercerse como científico, tanto de laboratorio como de investigación., decían que mi inteligencia la heredé de mi padre. Mi madre era veterinaria, adoraba los animales con locura, era una mujer muy dulce hasta que desgraciadamente ella muriese en un atropello, sí, asesinaron a mi madre a sangre fría y el conductor se dio a la fuga, increíblemente nunca se consiguió atrapar al criminal, ni siquiera la policía de Tokio. A mi padre le despidieron y le quitaron por ley el título, aunque él piensa que aún lo es, cuando se enteraron de que pretendía crear una droga para matar, aunque sus dotes de trabajo no desaparecieron por completo.

Se le subió tanto a la cabeza la fama de científico que estuvo dispuesto a reunirse con grandes científicos e individuos creando una organización, llamada La Organización de los Hombres de Negro que fue el motivo de nuestro traslado a Tokio hasta que una perteneciente a la organización logró terminar la droga, la llamaron APTX4869. Mi madre estaba realmente asustada, nunca supo lo de la organización, sólo supo que mi padre deseaba con ansias crear una droga para matar, mi padre se estaba volviendo loco, un científico loco, ella quiso dejarle, mis padres discutieron y luego mi madre murió en el atropello.

Desde aquel día vivo solo con mi padre y no creáis que me hace mucha gracia, vivo con un miedo en mi interior, con un secreto guardado que no debo decir a nadie, mi padre fue quien me crió y cuando descubrí lo de la organización mi mundo se vino abajo, mi madre muerta y mi padre un asesino loco. No sé que va a ser de mí.

En el Instituto Teitan de Tokio era un día soleado y feliz para la liga juvenil de Detectives.

—¡Hey, hey! ¿os habéis enterado? —Preguntó Ayumi alegremente.

—¿Qué pasa, Ayumi? —Preguntó Mitsuhiko muy impresionado ante la reacción de la pequeña Ayumi.

—¿Quééé...? ¡No me digas que no lo sabes! 

—¿Van a repartir comida a toda la clase? —Preguntó Genta con babas caídas

—No creo que se trate de eso, Genta... —Le contestó Mitsuhiko.

—No, no... ¡es que va a venir un alumno nuevo a clase! ¿no os hace ilusión? 

—Ah ya, ya me comentó algo Kobayashi sensei. —Dijo Mitsuhiko.

Ai miraba a Conan con detenimiento.

—Vaya... mira, otro alumno más. —Dijo Haibara.

—Ja... pues no sé por qué pero tengo el mal presentimiento de que seremos uno más... —Le dijo Conan.

—¿En la liga juvenil de Detectives? —Preguntó ella riéndose.

—Eso parece... —Le contestó el pequeño Conan.

Los chicos entraron en clase, tres con ilusión y una gran sonrisa en sus caras, aunque a dos de ellos no le hacían mucha gracia.