—Mi doncella ha escuchado que te va a castigar el maestro. ¿Qué demonios has hecho, Noé? —Todavía sosteniéndola en el aire, sus rostros se cruzan y siente aquel retortijón familiar golpearle el estómago.

Entonces, antes de poder responder, comprende algo novedoso: la palpitación de su tatuaje se ha detenido. Eso le hace entender que la razón de su despertar es la del chico humano, no hay duda alguna. Ahora lo puede confirmar con seguridad.

Sacudiendo la cabeza, contesta a Dominique, sacando de su mente todas esas revelaciones.

—No es importante, Domi. Sea lo que sea que haga, lo aceptaré. Juré ser perfecto para él y le he fallado. —Sus ojos tiemblan con violencia, y aunque intenta mantener la calma, sólo se dedica a abrazarlo mientras le dice que el maestre regresará en unas horas.

Noé lo toma con tranquilidad y colocándola sobre el suelo con suavidad, sostiene su mano derecha delicadamente y la arrastro al campo florar, tratando de que se distraiga y piense en otra cosa que no sea en su castigo. Por momentos lo consigue, porque mientras se acaricia el cabello, se posa sobre la hierba explicándole que esta vez quiere hacer los arreglos florarles de la mansión con las nomeolvides. Noé la escucha atentamente, tratando de ocultar sus nervios y sonriendo como si nada fuese a suceder en las próximas horas.




Un rato más tarde, ella descansa sobre su regazo y dormita suavemente. Noé se dedica a acariciar su cabello, buscando eliminar su expresión confusa y temerosa del rostro. Entonces, perdido en su rostro angelical y sin ningún ápice de preocupación, huele a Louis acercándose a su posición. Cuando se posa enfrente de ellos, mantiene silencio a esperas de lo que vaya a decirle, pero tras esperar unos segundos en los que prefiere optar por silencio, se ve obligado a alzar la vista.

Su rostro es indiferente e inexpresivo. Sus ojos dorados, tan parecidos a los de Domi, brillan con una luz oscura y mantiene sus brazos detrás de su espalda en una posición un tanto rígida. Sin embargo, por la forma en la que sus hombros caen un tanto hacia abajo y por los muchos años que Noé lo conoce, sabe que también esta preocupado por él.

Una sonrisa pequeña presentan sus labios al descubrirlo con las manos en la masa, aunque se tensan cuándo siente su mano helada alzarle de la barbilla para conectar sus miradas. Lo siguiente que dice solo hace que el desconcierto se apodere de su ser.

—Te advertí que acercarte a los humanos sólo te traería problemas. ¿Acaso ya has olvidado lo que sucedió con Gilbert? ¿No aprendiste ninguna lección con su muerte? —Noé se aparta de su agarre, sintiendo que al momento la molestia invade su interior.

Trata de respirar varias veces, quizás intentando que la rabia se mantenga en resguardo y no hacer daño a una de las personas que más quiero de este lugar; por este motivo, suspira levemente tratando de encontrar un sentido oculto a sus misteriosas y desdeñosas palabras.

—No hace falta que os preocupes por mi. Sea lo que me tenga preparado el maestro, lo afrontaré con la cabeza bien alta, ¿entendéis? En primer lugar, ha sido culpa mía por dejarme llevar por tantas libertades, así que... —Niega con la cabeza al escucharlo y al volver conectar sus mirares, ve en ellos sentimientos ocultos que Noé no es capaz de discernir todavía.

Louis se dedica a mirarlo un rato más, hasta desaparecer en dirección al interior de la mansión. No dice nada para detenerle y simplemente observa su marchar con un peso en el corazón. Domi se remueve en su sitio pero no se levanta; muy probablemente estaría escuchando su amena conversación, pero es lo bastante lista para no dejarse al descubierto. 

𝐂𝐀𝐍 𝐈 𝐌𝐄𝐒𝐒 𝐘𝐎𝐔 𝐔𝐏? | vanoé.Where stories live. Discover now