¿te tenía que recibir con un beso?

710 85 8
                                    

—¿Me estás escuchando? —preguntó el mayor de los dos, notando que su contraparte estaba con su cara apoyada en el puño, su mirada desterrándose desde la mesa hasta su cara.

—¿Qué dijiste?

Lisandro bufó y rodó los ojos, no tenía sentido seguir haciendo esto con Cristian si no le iba a prestar nada de atención. Agarró sus cosas y empezó a guardar todo en su mochila.

El cordobés rápidamente levantó la mano para frenarlo, no quería que Lisandro se vaya en ese momento. 

No era que no le estaba prestando atención, solo estaba muy distraído con su cara. Normalmente no lo podía observar de cerca tranquilamente, no últimamente. Entonces aprovechaba el momento como ese, salvo que no era lo que al mayor más le gustaba.

—Si no me vas a escuchar me voy y ya está, podemos hacer esto otro día, Cuti. —Explicó, su cara contornándose varias veces como si estuviera guardando algo, un sentimiento suprimido.

Esas expresiones que intentas guardar para no hacer a la otra persona sentirse mal o simplemente porque no querés demostrar debilidad sobre una situación.

—Para —le pidió. Cuando estaba por irse, lo agarró de la muñeca, elevándose de la silla para acercarse.

Lisandro observó la mano del morocho sosteniendo la suya con un firme agarré, luego levantó la mirada para encontrarlo a él. ¿Por qué no lo soltaba asi se podía ir?

—¿Qué querés? —relajó sus hombros.

El cordobés suspiro. —Perdón, no tengo ganas de hacer esto ahora.

—Me lo hubieras dicho, así no tenía que molestarte más. —Se quejó Lisandro, ¿por qué seguía gastando tiempo en él?

—Pero sí, quería estar con vos. —Soltó en un respiro el menor, haciendo que una mueca apareciera en la cara del contrario.

Lo había dicho tan rápido que apenas pudo entender las palabras que escaparon de su boca. No sabía cómo seguirle después de eso, se sentía perdido en la conversación. ¿No estaba interesado, pero quería pasar tiempo con él?

—¿Por qu-

El otro lo cortó rápidamente, llevando una de sus manos a su boca para taparla y evitar que continuara hablando.

—Desde que volví me ignoras. —dijo Cristian, su tono tranquilo pero molesto.

Los ojos marrones del contrario se apagaron y se desviaron a otro lado, no podía mover su cabeza, así que eso era todo lo que podía hacer en ese alcancé.

—No. Mírame a mí. —Le pidió el morocho. —¿Qué pasó en el tiempo que no estuve?

Cristian se había ido de viaje junto con su familia de vuelta a Córdoba; Lisandro había sido avisado sobre esto por su mejor amigo y al principio no había tenido problemas con ello. Se fue por tres semanas, dejándolo completamente solo.

Sí, tenía otros amigos y se llevaba bien con Nahuel como para juntarse con él y conocerlo más, pero no se sentía igual. Sentía que le faltaba su otra mitad y se le notaba más apagado y solo que de costumbre.

Cuando el cordobés se fue, Lisandro trató de comunicarse con él y hablarle sobre cómo había estado su día y cosas así, charlas normales y solo hechas para pasar el tiempo. Preocuparse, saber de él. 

Salvo que se empezó a sentir más ignorado cuando Cristian rechazaba sus llamadas y le decía que no tenía tiempo.

El entrerriano sabía que no tendría que sentirse así, Cristian seguro estaba con su familia y pasándola bien con ellos, pero no podía evitar creer que el contrario lo estaba ignorando o escapando de él.

13&25 ~ OS (CutixLicha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora