~•√Papá Spreen√•~

~•√Cap5√•~

—Je aveces siento que eres un suicida —

—Esta en mi sangre perro, ahora...—

Mariana se abalanzó contra Noni y viceversa, ambos betas no dejaban de tirarse insultos e darse golpes en la cara, Noni logro agarrar el brazo de Mariana y a tirarlo al suelo y a posicionarse encima de él, mientras mantenía precion en sus manos, sujetanto a Mariana.

—Lamento decírtelo de nuevo Mariana, pero soy más fuerte, encambio tu.. eres un simple bet- Un aroma de miedo imprecno la nariz del beta mayor, ese aroma no era común en un beta, dió una mirada fulminante a Mariana que parecía aterrado— Eres... Un Omega?—

Noni recibió un golpe de Mariana aprovechando que este aún procesaba la nueva información, Maríana empezó a correr hacia la salida mientras que Noni empezó a seguirlo.

—¡VUELVE AQUI HIJO DE TÚ PUTA MADRE!—

Mariana logro salir del lugar mientras que Noni le pisaba los talones, Noni estaba serca de atraparlo cuando sintió como una cosa viscosa lo atrapó al igual que a Noni, cuando estaban por hecharse la culpa al contrario, un hombre cubierto con una capa, se aserco a Noni noqueadolo al instante, el aroma de ese extraño era muy fuerte era un alfa, volteo a ver a Mariana que intentaba no temblar cuando sintió como la cosa viscosa que lo atrapó se despegaba de su cuerpo y el extraño se aserco a su oído susurrando.

—Can you go while you can...—
—(Puedes irte mientras puedas...)—

Mariana no lo penso dos veces y empezó a correr no sin antes dar un "gracias" al extraño que lo salvó.

Fuera como fuera tenía que encontrar a Spreen y a Missa lo antes posible para ayudarlos, sabía lo cuan hijos de puta podrían ser si Spreen quedaba acorralado.
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~•√En la cueva√•~

—Un gusto en conocerte... Robleis — mencionó Spreen aún desconfiando del Omega —

Missa se separó del lado de su padre para asercarse al Omega mayor y le dedicó una tierna sonrisa, esa linda y tierna carita no paro en hipnotizar a Robleis que lo abrazó con cariño cargando y juntando su nariz con la del cachorro no tan fuerte para no lastimar su herida, lo que era normal si fueran madre e Hijo, pero no lo eran, Spreen arrebato de los brazos de Robleis a Missa,  que le sorprendió ese acto de su papá de Missa.

—Papá... Me lastimas— se quejo Missa al sentir como su papá introdujo sus garras en su muslo, provocando un ligero chillido—

Spreen reaccionó y intento hablar cuando vio como Robleis le quitó de las manos a su hijo, mientras empezó a gruñir a la vez que acurruco a Missa contra su pecho.

Spreen también empezo a  gruñir y a mostrar sus colmillos, garras filosas.

Aún que el gruñido tendría que dar efecto en los Omega, tal parece que los fuertes gruñidos de Spreen no hacían efecto en Robleis.

—Vete, vete, ahora—

—No,no, Dame a mi cachorro, a ahora mismo—

Eran los mensajes que se recibían mutuamente con cada gruñido que se mandaban.

Missa por su parte escondió su carita en el pecho del Omega mayor, intentando no escuchar los gruñidos de los mayores.
Ambos adultos seguían hechando se odio en gruñidos cuando ambos recibieron un fuerte golpe por una tercera persona.

—¡Aver pendejos de mierda, o se calman o les doy una paliza! —grito a los dos — ¡Me vale que tengan los dos tres vidas!—

—¡Tío Mariana!— grito Missa feliz de verlo bien que no dudo en separarse de Robleis para ir al lado de su tío, ignorando el dolor en su muslo aunque se notaba en su forma de caminar —