Capítulo 9

225 23 13
                                    

- ... Muchas gracias... de verdad, muchas gracias... - Fue lo único que logré musitar a través de mis lágrimas. La situación me abrumaba, pero también me reconfortaba, haciéndome recordar aquellos hermosos momentos que pasé con ella y todos mis amigos de Liyue...

... aquellos que pronto dejaría atrás.

︿︿︿︿︿︿︿︿︿

Después de aquel momento tan íntimo con Madam Ping, me decidí a ir a cenar, lo cual se lo comenté a la anciana, pero ella amablemente rechazó la oferta.

Me despedí con un fuerte abrazo de ella y comencé a andar hacia el restaurante Wanmin, donde me senté fuera para disfrutar de aquella noche tan tranquila. Desde que llegué a donde el restaurante comencé a sentir una presencia, la cual observaba cada movimiento que hacía y examinaba palabra que decía; decidí pedir dos platos de lo que iba a comer.
Cuando me senté en la mesa más apartada del restaurante, dejé el otro plato frente a mí, delante de la silla de sobra que había en la mesa.

Aquello que me observaba rápidamente apareció sentado frente a mí, comenzando a comer del plato que había traído al notar su presencia.

- ¿Tan evidente era? - El chico de mechas azules me miró con curiosidad mientras disfrutaba de su plato de tofu con almendras.

- Un poco, pero solo porque ya me he acostumbrado a ti y a tus ratos de presencia. - Dije, empezando también a comer.

- Bueno, me alegro te hayas acostumbrado, por lo menos de esa manera no te asustas ni piensas que es extraño.

- No te preocupes, se que solo lo estabas haciendo por protegernos a todos y... porque parece que tenías hambre. - Al oír esto, Xiao apartó su mirada, avergonzado por haber sido descubierto de cierta manera.

- ... Gracias, por cierto.... - Volvió su vista al plato y sonrió. - ... gracias por haberme invitado.

- De verdad, no me agradezcas, te lo mereces por trabajar tan duro. - Le devolví una sonrisa cálida, disfrutando de verle alegre y comiendo con tranquilidad. - ... Por cierto, quería decirte algo, aprovechando que nos hemos reunido ahora.

Escuchando mis palabras, el Yaksha alzó su mirada, curioso por lo que tendría que decir. Al ver como mi expresión carecía de cualquier tipo de emoción que no fuera seriedad prestó mucha más atención, aún comiendo su tofu, claro está.

- ... Después del Rito del Descenso me iré a Sumeru... - Tomé una pequeña pausa, pensando el lo que diría a continuación - ... y es probable que me vaya para no volver.

- ... Entiendo, lo comprendo. - Relajó ligeramente su compostura y volvió la mirada a su plato. - ¿Por alguna razón en particular?

- Eh, bueno... - me sorprendía bastante que se hubiera tomado mis palabras con tanta tranquilidad, parecía que ya se había esperado algo parecido desde antes - he conocido a un chico que podría llevarme a Sumeru y allí me quedaré con la família de mi padre adoptivo. - Decidí no darle la versión real, ya que existía la probabilidad de que dijera que él nos podía proteger de los Fatui sim necesidad de que me fuera, pero decidí no correr ese riesgo.

- Así que es por un chico... Era de esperar viniendo de un humano... - Esas palabras me dejaron ligeramente descolocada.

- Ni que fuera lo más común del mundo... solo quiero ir a vivir con mi família adoptiva, nada más. Él puede ayudarme para ir allí y a encontrarlos. - Quise aclarar un poco más el asunto para que no se llevara la impresión equivocada.

- Mejor, los humanos que suelen confiar tanto en sus sentimientos de esa manera suelen acabar heridos... - en ese momento entendí que lo que decía lo decía con preocupación, no quería que sufriera por otra persona, por lo cual sonreí.

No way back (Il Dottore)Where stories live. Discover now