El suplente decidió dejar a la Escoria [Bl]

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"Qing Shusang". La oscura escena del compartimento ocultaba el rostro de Qin Siyan en la oscuridad, pero el disgusto en su tono bajo era ya evidente hasta el extremo.

Nadie en la sala se atrevió a hablar, aunque todos se miraron con cautela.

¿Qin Siyan no dijo nada?

¿No se levantaba?

Fu Bai estaba aún más sorprendido, mirando incrédulo directamente a los ojos de Qing Zhu Sang.

"¿Es divertido denigrarme?". Qin Siyan apagó el cigarrillo que tenía en la mano, se levantó y salió, su gran mano se extendió y tiró de Qing Shusang hacia la caja. "Yo no puedo hacerlo y tú eres tan prodigioso, tú debes ir al cielo...".

Todo el cuerpo de Qing Shusang estaba incómodo, y al verse sorprendido, fue arrastrado por él y tropezó, y fue llevada directamente a sentarse en el regazo de Qin Siyan.

¿Cómo no iba a enfadarse al ser llamada así? Qing Shusang estaba un poco sorprendido, pero no quería pensar en la razón de la perversidad de Qin Siyan, y sólo inconscientemente se apoyó en el respaldo del asiento de cartas para levantarse, pero fue presionado hacia atrás por Qin Siyan.

"Hiss ......" El movimiento fue demasiado y tiró de donde no debía, Qing Shusang frunció el ceño y espetó: "¡Suéltame!".

"Es porque no he celebrado tu cumpleaños, qué estás tan gruñón". Qin Siyan ahuecó ligeramente la barbilla de Qing Shusang, su cara muy cerca de ella, creando una luz extremadamente ambigua.

El olor a tabaco se aplanó y taladró directamente las fosas nasales de Qing Shusang, su cuerpo se echó hacia atrás, el hielo se apagó en sus profundos ojos, "Qin Siyan, quita tus sucias manos."

"Estoy demasiado asqueado".

Las palabras cayeron, y la baja presión de aire alrededor de Qin Siyan explotó al hacerlo. Era suficiente ser deshonrado una o dos veces, más sería un canario que no sabía cómo comportarse, no había necesidad de estropearlo.

Miró fríamente a Qing Shusang y le soltó la mano.

Qing Shusang se bajó inmediatamente de su regazo y se retiró hacia la puerta.

Había cinco o seis personas en el compartimento, y cuando vieron el repentino arrebato de Qin Shiyan y arrastró a Qing Shusang, se quedaron tan sorprendidos que no se atrevieron a soltar prenda, y sólo bajaron la presencia y se encogieron en un rincón.

Fu Bai ya había entrado, y había cerrado la puerta pensativamente.

En ese momento ya había caminado hacia las cinco o seis personas sin expresión alguna en su rostro, sentándose en silencio entre ellos, con una emoción indefinible en sus ojos.

Qing Shusang bajó la cabeza y estiró sin prisa el dobladillo de su ropa, acariciando incluso el polvo inexistente que había en ella, como si se hubiera manchado con el toque de Qin Siyan hacía un momento.

Observando sus movimientos, los labios de Qin Si Yan se fruncieron en una línea recta que podría describirse como mortal.

"¿De verdad vas a meterte conmigo?" Preguntó.

"¿Quién te ha traído aquí? ¿Sabes qué clase de lugar es este? Ni siquiera me suplicaste cuando te lo pedí ......" La voz de Qin Siyan contenía peligro, "¿Te encontraste con otra persona a mis espaldas? ¿A quién le rogaste venir?"

Estaba claro que había otras personas aquí, pero por alguna razón, a Qin Siyan realmente le importaba por qué Qing Shusang estaba aquí.

Y era realmente como él había dicho ......