Capítulo 3

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Eran ciertos todos los elogios que profería Lady Hall a Lady Danbury. Jane y Emily no habían acudido nunca a un lugar tan espectacular, quitando por supuesto el palacio de su Majestad. La sala de baile parecía brillar por el reflejo de las velas en los cristales de las lámparas y espejos. Los vestidos y joyas de las invitadas llenaban de color la sala y las dos hermanas no podían más que mirar maravilladas la estancia.
- ¡Mi queridísima Lady Danbury! - Exclamó su tía al ver a la mujer acercarse solemnemente a ellas con una gran sonrisa.
- Lady Hall, por fin puedo conocer a estas dos jovencitas de las que no deja de hablar.
Las dos hermanas se presentaron ante la mujer que las analizó de arriba a abajo con intriga y cariño.
- Es un placer conocerla Lady Danbury, nuestra tía me había hablado tanto de usted en sus cartas que es como si ya la conociese.- Dijo Jane amablemente.
- Y su casa es increíble lady Danbury, es un placer poder admirar su grandiosidad. Añadió Emily.
- Muy aduladoras Lady Hall, las ha enseñado bien.- Dijo Lady Danbury guiñándole un ojo a su tía.
Tras esa presentación, la reina llegó al baile y tras conversar brevemente con la anfitriona y sus compañeras se alejó de ellas para recorrer la estancia, no sin antes mencionar lo radiantes que eran los ojos azules de Emily. Cuando la reina estuvo lo suficientemente lejos, Lady Danbury mencionó discretamente.
- Aún no ha elegido diamante de la temporada, pero estoy segura de que ninguna de las otras debutantes tenía los ojos "radiantes".
- ¿Diamante? ¿Qué significa eso?- preguntó Jane.
- Cada año, la reina designa un diamante, a la "incomparable". Y ese diamante se convierte en su favorita de la temporada, lo que significa, la joven más prometedora.
Jane y Emily se miraron emocionadas. La reina había dicho que ambas eran aceptables en la presentación y que Emily tenía los ojos radiantes, lo que significaba que una podría llegar a ser el diamante y conseguir un marido aceptable que atrajera a otro marido aceptable para la otra hermana.
- Y en cuanto a los hombres, ¿hay algún caballero digno de admiración?- preguntó Lady Hall a Lady Danbury mientras analizaba con la mirada la estancia.
- Sin duda los Bridgerton.- Respondió Lady Danbury.
Al escuchar ese nombre Jane se sintió mareada y tuvo que sujetar el brazo de su hermana para no caerse.
- ¿Bridgerton? - Preguntó con un hilo de voz ante la mirada interrogante de Emily.
- Pensé que Lord Bridgerton se había casado la temporada pasada.- Dijo Lady Hall ignorando la pregunta de su sobrina.
- Así es, con la vizcondesa Kate Bridgerton, pero Benedict y Colin, sus hermanos menores, aún siguen solteros y estoy segura de que serán los más cotizados de esta temporada y que Lady Bridgerton estará más que encantada de casarlos a los dos.
Mientras su tía y lady Danbury comentaban como de satisfactorio sería ver a las dos jovencitas casadas con un Bridgerton cada una, Jane empezó a analizar nerviosa la habitación en busca de Benedict.
El corazón de Jane latía sin parar y no hizo más que aumentar su fuerza cuando vió a Benedict Bridgerton entrar en la habitación junto a dos caballeros y tres damas. Del mismo modo que todos los invitados habían fijado su vista en la reina cuando entró, con la entrada de la familia Bridgerton, la reacción fue parecida, incluso todavía más emocionante para alguna debutante que confiaba llevarse la mano de uno de los hermanos esta temporada.
Jane no podía apartar la mirada de la familia, aunque intentaba evitar a toda costa la mirada de Benedict, comenzó a analizar al resto de parientes. Lord Bridgerton era el mayor sin duda, con la mirada mucho más seria y madura, que se dulcificaba cuando miraba a la mujer que iba de su brazo que Jane supuso que sería la vizcondesa. Junto a ello una mujer más mayor que parecía conocer y saludar a todos los asistentes de la sala, sin duda la matriarca de la familia Bridgerton. Y junto a esta, otro joven, Colin Bridgerton, con el mismo pelo negro y ojos claros que su hermano Benedict, pero con una mirada todavía más dulce, si eso era posible, que parecía estar bromeando junto a otra hermosa jovencita con la que compartía también rasgos. Intentando ser lo más breve y discreta posible, observó momentáneamente a Benedict, que bajo esas luces resultaba mucho más atractivo y elegante.
Los latidos de Jane aumentaron al ver como la familia se dirigía a ellos, encabezados por los vizcondes. Pero la tensión se disipó un poco cuando vió como la hermana menor arrastraba a los dos caballeros solteros al otro lado de la sala.
- Lady Danbury, que gustó verla de nuevo.- Dijo la vizcondesa al llegar al grupo.
- Es una alegría contar con su presencia mi Lady y mi Lord, pensé que finalmente no vendrían a Londres para la temporada.- Respondió Lady Danbury con una sonrisa.
- Desde luego era necesario hacerlo. La vida en Abrey Hall es agradable, pero sin duda Londres es mucho más entretenida. Además confió en que en esta temporada mis dos hijos, Benedict y Colin, encuentren esposa.- Esta última frase, la madre de los Bridgerton la dijo con un tono lo suficientemente alto como para que todas las madres e hijas solteras de alrededor lo escuchasen claramente, quienes en seguida empezaron a buscar por la habitación a los dos jóvenes caballeros.
- Supongo que entonces es el mejor momento para hacer las presentaciones.- Dijo Lady Danbury mirando con complicidad a Lady Hall.
- Lady Bridgerton supongo que se acordará de Lady Hall.
- Por supuesto Lady Danbury, es un placer verla de nuevo Lady Hall, después de tanto tiempo. Espero que esta temporada en Londres le resulte muy agradable.- Respondió con dulzura Lady Bridgerton.
- Por ahora está siendo exquisita. Además tengo la suerte de contar con la compañía de mis sobrinas, la señorita Emily y la señorita Jane Wood, las hijas de mi querido hermano.
La conversación fue de lo más agradable, ambas familias se presentaron y las dos hermanas quedaron impresionadas con la amabilidad de la vizcondesa y a la vez su fuerte carácter que se complementaba perfectamente con el de su marido Lord Bridgerton. La madre era mucho más dulce y sencilla, intentando agradar en todo momento y asegurándose de que todos los miembros de la conversación estuviesen cómodos. La conversación fue muy distendida y giró en torno a lo diferente que era Londres de Aubrey Hall y sin duda, lo diferente que era Londres de Kent.
Los vizcondes se dirigieron a la pista de baile al finalizar el tema y Lady Hall se dirigió a lady Bridgerton.
- He escuchado, Lady Bridgerton, que su hijo el señor Benedict Bridgerton es un talento de la pintura-. El corazón de Jane volvió a latir con fuerza al escuchar las palabras de su tía.
- Así es. De hecho la temporada pasada consiguió plaza en la Real Academia,cosa que me alegra y entristece, porque ya no le vemos por casa.
- Es una hermosa coincidencia entonces, mi querida sobrina Jane, aquí donde la veis es también muy talentosa en todo lo que respecta a las artes plásticas. De hecho, me congratulo de tener un cuadro suyo colgado en una de las paredes del despacho de mi difunto marido.- Jane por primera vez en su vida deseo que la conversación sobre arte terminase, habría preferido hablar de cualquier otra cosa, pero al parecer lady Bridgerton quedó muy impresionada por las palabras de Lady Hall.
- Entonces entablará buena amistad con Benedict, que de hecho debería estar por aquí con mis otros dos hijos, mirad, ahí están.
Lady Bridgerton hizo un gesto a sus tres hijos para que se acercaran, cosa que hicieron sonrientes, salvo la señorita Bridgerton, que parecía buscar la salida más cercana. Jane en ese momento debía estar pensando lo mismo que la muchacha porque temía que el latido de su corazón empezase a escucharse más alto que la música.
El primero en llegar al grupo fue Colin, que con mucha dulzura saludó a su madre y a continuación al resto del grupo.
- Querido Colin, déjame presentarte a Lady Hall y a sus dos sobrinas, la señorita Emily y Jane Wood.
- Es un placer conocerlas a todas. Lady Danbury le agradecemos también la invitación, está siendo una velada de lo más agradable.
- Madre, ¿puedo retirarme ya? Estos zapatos me están matando y no encuentro ninguna compañía agradable salvo la de mis hermanos.- Interrumpió la señorita Bridgerton la conversación con cara de disgusto.
- ¡Eloise! Por fin te encuentro, no puedes irte. Quiero que bailes con el señor Cornwell, es un joven muy agradable y de ideas muy modernas.
Lady Bridgerton se despidió del grupo y arrastrando a su hija la llevó al otro lado de la sala donde esperaba un joven muy alto con un traje que claramente era un par de tallas pequeñas.
Jane observó a Benedict que parecía haber sido interceptado por un viejo amigo con el que hablaba alegremente en mitad de la pista.
- Me concedería el próximo baile señorita Wood.- Las palabras de Colin trajeron a Jane de vuelta a su grupo y observó para su sorpresa como Colin Bridgerton le ofrecía a su hermana la mano para bailar. Emily aceptó encantada y ambos se dirigieron a la pista de baile bajo la orgullosa mirada de Lady Hall y Lady Danbury.
- ¿Cómo es posible que en tan solo un instante toda mi familia se haya desvanecido en el aire?
De nuevo el corazón de Jane dio un vuelco al escuchar la voz de Benedict Bridgerton dirigiéndose directamente hacia ellas.
- La próxima vez señor Bridgerton tendrá que ser usted más rápido.- Dijo Lady Danbury. - Aunque todavía está a tiempo de conocer a la señorita Wood, antes de que esta también desaparezca.

Ícaro || Benedict BridgertonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora