Mi estomago había empezado a rugir así que me levante sin fijarme quienes venían y camine un poco hasta que sentí el impacto de algo liquido. Una pobre chica había derramado su agua de jamaica en mí. No sé cómo le haré para quitar esa mancha de mi ropa.

Lo siento, lo siento tanto. —la chica se disculpo conmigo.— No me fije, de verdad perdóname.

No, yo debería que disculparme, fui yo quien no se fijo. —le sonreí a la chica.—

Dios, qué vergüenza, tengo una camisa en mi auto que te puedo prestar. —la chica toma mi mano y me encamina a su auto.— Toma. —me tiende una blusa color azul cielo.—

Gracias. —le agradecí, la verdad es que no me hubiera querido quedar con la mancha así que mejor me cambie rápido la camisa, llevaba traje de baño debajo así que no me preocupaba.—

Qué tonta, por cierto soy Katerina Berezhna . —la chica era muy linda, tenia unas facciones muy marcadas y sus ojos eran muy bonitos.— Por favor, no me recuerdes como la chica que te derramo agua

—solté una risita y reí.— Bonito nombre Kate, ¿te puedo llamar así?, yo soy Louisette Leblanc

Dime como tu quieras Lu. —me sonríe.— Me muero de pena en serio.

Ya ha pasado, aun así yo te deje sin bebida así que yo te debo algo. ¿Te parece un helado? —Kate se la piensa un poco pero al final termina aceptando.—

Una forma rara de hacer amigas. —Kate se ríe.— Pero es bueno conocer gente nueva, prometo que no hago amigos de esa forma

Créeme que si hubiera sido alguien mas me hubiera enfadado. —nos quedaba cerca una heladería así que íbamos para allá.— Siento un poco ser chismosa pero me he fijado en tu funda del celular y me ha gustado bastante.

—Kate me pasa su celular.— Lo he pintado yo, no es la gran cosa porque en las fundas no se puede hacer mucho pero me encanta pintar.

Es muy lindo de verdad. —observo bien la funda, eran unas flores muy lindas y detalladas.— Tienes un gran talento, ya quisiera yo pintar así.

Gracias, no muchos me dicen eso. —le paso su celular.— De hecho hasta retrato a la gente, algún día tendrás que dejarme que te dibuje.

No fue la gran cosa pero así pase mi día con Kate, yo no era de esas que hacían amigas así tan fácil pero esta chica era tan agradable que podías sacar tema de conversación con cualquier cosa y ella te lo seguía, tenia una energía muy linda y positiva.

También me contó que ella no era de por aquí, ella era de Ucrania y que solamente venía a visitar a uno de sus mejores amigos.

Y bueno, aquí es donde yo vivo. —paramos enfrente del edifico donde vivía.— No quieres pasar?

Me encantaría en serio, pero si te soy sincera, me muero de sueño y lo único que quiero hacer es tirarme a la cama y dormir 12 horas. —yo asiento—

Bueno entonces me ha gustado mucho pasar el día contigo, me alegra tener una nueva amiga. —Kate y yo nos abrazamos y nos despedimos.—

Iba a entrar al edifico pero distingo una figura no muy lejos que venia a mi dirección, al principio me alarma pero cuando pude distinguirla me tranquilice un poco.

Lando? —me sorprendía verlo por acá a estas horas.— ¿Qué haces aquí?

Hola Lu, estoy muy bien, gracias por preguntar. —se para enfrente mío.—

¿Cómo sabes donde vivo? —me cruzo de brazos. Esto era muy raro, que yo recuerde jamás le había mencionado donde vivía.—

Pero si solo venia dando la vuelta y de casualidad te he visto. —levanto una ceja y el levanta las manos rendido.— Bueno, puede que Charles me ha mandado tu dirección del edificio, pero es que te habíamos enviado mensajes y no respondías hasta que nos hemos preocupado por ti.

Pero yo estoy bien, solo que se me ha dañado el teléfono y por eso no pude responderles el teléfono. —sonreí, era un acto muy lindo el haber venido para verificar si me encontraba bien, así que lo único que podía hacer era invitarlo a pasar a mi departamento.— ¿Quieres pasar?

Él me sonríe y asiente, me sigue hasta el elevador y presiono el piso 6, se abren las puertas y caminamos hasta el numero 615. La abro y lo dejo pasar primero.

Wow. —suelta de la nada.— Se ve muy cómodo

—dejo mis cosas sobre la mesa.— Siéntete como en casa.

Sabes que te hace falta? —pregunta.— Te hace falta tener cuadros de mi cara para que esto se vea mejor.

—yo solo niego divertida.— Así esta mejor, no dudo que tu casa este llena de fotos tuyas.

Que has tenido la razón —se avienta al sillón.— Dios mío, ¿dónde compraste este sillón? Esta tan a gusto.

Espérame un poco, no tardo —aviso.— necesito tomarme una ducha

Esta bien. —el asiente.— Yo aquí espero en este sillón que juro que casi me ando fusionando con el.

Le doy una última mirada y me dirigí a mi habitación, tomo una ducha rápida y me cambio para salir con Lando.

Pero me lleve una sorpresa al llegar a la sala. Lando se encontraba totalmente dormido que juraba que hasta escuchaba sus ronquidos, sonreí por aquella escena, se veía tan tranquilo que me daba algo si lo despertaba. Así que lo dejaría dormir tranquilo.

Así que tome una cobija y se la puse encima con cuidado, apague las luces y me volví a dirigir a mi habitación para también acostarme, paso un poco tiempo que ni me di cuenta que ya se me habían cerrado los ojos.









































Hola, hola, sé que es un poco corto y aburrido. Intentare actualizar seguido ya que me encuentro con tareas y todo eso. Y nada más eso. Chao, chao

En MónacoWhere stories live. Discover now