Capítulo Final

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Los días empezaron a pasar demasiado rápido, por petición de Patrick tuve que aprender a disparar un arma, algo demasiado difícil para mí, sin embargo, era lo mejor para mantenerme protegida cuando él no estuviera a mi lado.

Tessa mantenía a nuestro alrededor provocando náuseas con su presencia, llegaba a cualquier lugar donde yo me encontrara y soltaba comentarios cargados de veneno.

Patrick se había mantenido al margen con su presencia, evitaba a toda costa encontrarse con ella o quedarse a solas en cualquier ambiente, también, se estaba encargando de investigar todo de ella, sus llamadas, sus últimos encuentros, absolutamente todo. Él creía que estaba apoyando a Price, y yo sentía que él tenía razón, esa mujer no había llegado a nuestras vidas para nada bueno.

— Mantén el ojo en el blanco, recuerda que hay muchos factores a la hora de disparar, el viento, el movimiento, la ocasión. Si estas muy nerviosa o asustada es más probable que falles el tiro.— mis manos temblaron por el frío que hacía en ese momento. 

Siempre practicamos a primeras horas de la mañana y en las tardes, antes y después de que fuera al trabajo. me había rehusado a renunciar a mi trabajo y gracias a ello, ahora dos guardaespaldas me custodiaban de cerca, además de los hombres que se mantenían en la lejanía pero con el ojo puesto en mis movimientos.

— Me da nervios tener un arma en las manos. — conteste tratando de apuntar al blanco en movimiento frente a mi.

— Es solo en caso de emergencia amor, cuando quedes embarazada o cuando ya estén nuestros muffins con nosotros debes ser capaz de protegerlos.

— ¿Crees que logremos tener hijos? Siento esa meta tan lejana.

— Vamos a lograrlo pastelito, pronto tendremos, no uno ni dos, sino tres muffins corriendo por esta casa, vamos a eliminar a Price y a vivir lo más pacíficamente posible.

— Espero que sea así, anhelo que firmemos nuestra familia, ser felices.

— Yo anhelo lo mismo, también hacerte mi esposa, aún no contestas mi pregunta.

— Tienes que hacer la propuesta de forma correcta — sonreí inocente.

Quería casarme con ese hombre, claro que sí, pero también quería que su propuesta fuera algo inolvidable, no algo ostentoso, pero sí romántico, algo íntimo de los dos, algo que marcará el alma y el corazón.

— Haré que digas sí — besó mis labios de forma suave, un beso que demostraba todo el amor que nos teníamos.

— Disculpen — rodé los ojos al reconocer la voz y me separé muy poco de Patrick.

—¿Qué sucede Tessa?

— Tengo que salir, y necesito protección — recoste mi cabeza en el pecho de patrick mirándola fijamente.

— Crocker estará feliz de acompañarte, él es tu guardaespaldas en este momento, cada vez que necesites salir o lo que sea buscalo a él, a mi no me interesa lo que haces, ademas, estoy ocupado con mi mujer — sonreí victoriosa, y mi sonrisa se ensanchó cuando empezó a golpear el suelo como  una niña chiquita.

— Necesito que tú me acompañes, me siento más protegida a tu lado.

— Crocker es el mejor guardaespaldas, no tienes que temer, ahora si me disculpas— me rodeo la cintura y caminamos unos cuantos pasos tratando de alejarnos de ella.

— Charles quiere verte, por eso debes ir cobmigo.— apreté mis manos a mis costados, esta mujer era exasperante.

— Veré a Charles después de llevar a mi mujer a su trabajo, ve adelante con Crocker.

— Te volviste tan poco profesional desde que estás con esa mujer, te recuerdo más decidido, más frentero, más hombre. Ahora pareces un maldito perro faldero.

— ¡No le faltes al respeto! Te estamos dando un maldito hospedaje en nuestra casa y te la pasas jodiendo y buscando a mi prometido, ya superalo, ustedes son pasado, ubicate. — se llevó una mano al pecho indignada por mis palabras.

— Eres una igualada, no puedes hablarme así.

— Te recuerdo que es mi mujer y la dueña de todo lo que poseo, ella ahora tiene más poder que yo, sus palabras son ley. La igualada en este caso serías tú, que estás atacando a la mujer de un capo siendo solo una invitada en su hogar. — sonreí triunfal, Patrick sabía exactamente qué decir para hacerme sentir única.

— Como sea, ¿vas o no vas? — pregunto mirándose las uñas.

— Ya te dije que… — me giré en mi lugar y apoye mis manos en su pecho para detener sus palabras.

— Deberías ir con ella, es mejor que salgas de esto de una vez. — me mordí el labio queriendo arrancarme la lengua por sugerirle ir con esa víbora.

— Te llevo al trabajo — negué con la cabeza.

— Iré con Chuck, tú ve a ver qué quiere la señorita viperina. — me sentía sumamente celosa, pero intentaba no demostrarlo, aunque estábamos un poco más alejados.

— No quiero que vayas con Chuck.

— Y yo no quiero que vayas con esa mujer, pero los negocios son negocios, y mi trabajo me espera. Te espero a la salida — me puse de puntitas para besar sus labios sabor canela.

— Esta bien. Pastelito, tus ganas. Te buscaré a la salida y está no he nos iremos para las afueras de la ciudad.

—¿Que haremos allí?

— Es una sorpresa, solo te diré que haremos algo de mezcla.para muffins al igual que anoche — mis mejillas se sonrojaron al recordar la noche anterior, pasamos muchas horas entregándonos mutuamente, Patrick no perdía ninguna oportunidad de llenar mi interior con su calida semilla.

— Me parece un buen plan.

Entre a casa para arreglarme y salí en búsqueda de Chuck, quién ya me esperaba para llevarme al trabajo. No había rastro alguno de Patrick en la casa, apreté los dedos en mi bolso furiosa, ¿Por qué tenía que salir con esa bruja? 

Decidí ignorar los sentimientos de rabia que me consumían y subí al auto para emprender el viaje a mi trabajo.

Cuando llegue todo parecía normal con una única excepción, Drew se encontraba de pie en el medio del banco mirando a todas las cámaras.

— Buenos días— salude por cortesía y seguí hasta mi escritorio.

Cuando me senté en la silla un fuerte pinchazo en mi nalga me hizo levantarme de golpe en medio de quejidos.

— ¿Estás bien Tefy? — enarqué una ceja, Drew llevaba bastante tiempo sin dirigirse a mí por aquel apodo.

— Estoy bien, no te preocupes — prácticamente corrí hasta el baño para saber si me había lastimado demasiado.

En el baño me sentí ligeramente observada, no entendía porque me sentía así, miré varias veces a mi alrededor sin encontrar nada.

— Debo estar alucinando.

Me moje un poco la cara, cuando levanté el rostro un cuerpo se pegó contra el mío a mis espaldas.Grite de la impresión y antes de poder girarme la persona agarró mi cuerpo.

— ¿Qué pasa? Intenté alejarme de la persona pero este puso un pañuelo en mi boca y nariz que me causó un fuerte mareo.— ¿Qué haces? — susurré intentado no respirar más de aquel pañuelo, pero era imposible.

— Es hora de un paseo linda — luego de esas palabras mi ente quedó completamente en blanco, había entrenado pero no para liberarme de agresores, solo para disparar. 

— Lo siento pequeña— fue lo último que escuché antes que todo se pusiera negro a mi alredor.

Conquistar su Roto CorazónWhere stories live. Discover now