Capítulo 8 - Amar.

1.1K 125 104
                                    

Jiang Cheng sabía que le había dicho a Lan Xichen que deseaba hacerlo en la cama, sin embargo, jamás pidió ser cargado hasta ella.

La sensación, nueva y hasta juvenil, lo avergonzó bastante, pero el cosquilleo en su estómago producto de la emoción por lo que estaba a punto de ocurrir entre ellos dos se antepuso a cualquier vergüenza que pudiera sentir al verse así de expuesto con una persona.

Al caer sobre la colcha, la cama no fue demasiado ruidosa, o más bien, al soltarlo, Lan Xichen se encargó de depositarlo con el mayor cuidado que se pudiera permitir.

Cuidados y atenciones que Jiang Wanyin, siendo el robusto y temerario líder de secta que era, claramente no necesitaba, pero que de igual forma agradeció con un pequeño toque de sus manos sobre el rostro de Lan Xichen quien sonrió de forma efusiva ante el gentil contacto dando pequeños besitos sobre los dedos del menor quien no apartó el contacto, pero que sí bajó suavemente el recorrido de sus dedos hasta llegar a tocar los firmes hombros de su pareja que apretó de forma desprevenida cuando sintió nuevamente el tacto ajeno profundizándose en su piel.

—Si no mal recuerdo me quedé aquí... ¿Verdad? —Lan Xichen preguntó deslizando sus largos dedos por el muslo desnudo de Jiang Cheng hasta volver a la zona erguida, pegajosa y expuesta del menor.

—Ahora sí tienes buena memoria, ¿Eh? —evitando temblar, Jiang Cheng sonrió con cierta burla en su expresión.

—Esa broma ha sido un poco cruel...—rio Lan Xichen con simpleza—Pero incluso esa parte de ti me gusta —agregó con recato—No tengo el libro a mano, y veo que Wanyin tampoco lo trajo consigo, por eso, esto de aquí...—señaló, apretando sus dedos alrededor de la erección del menor haciendo que éste hundiera el estómago y contrajera los muslos encerrando la mano de Lan Xichen en aquella zona. —¿Cómo debería tocarlo? ¿Hay algo específico que te agrade?

Jiang Cheng dudó un poco, sin embargo, cada vez es más insoportable la sensación de acumulación que se comenzaba a presentar en la base de su miembro cuando los dedos de Lan Xichen se deslizaban sin parar por su ardiente piel.

—Aquí, aprieta un poco más por debajo de la cabeza...—señaló, abriendo nuevamente sus muslos mientras Lan Xichen hacia lo que decía de manera obediente.

—¿Así está bien? —preguntó el mayor agitando cada vez con más rapidez sus dedos haciendo que Jiang Cheng solo se pudiera concentrar en las sensaciones intermitentes que se estaban concentrando en su zona baja y en su estómago.

—Es... aceptable...—mintió apretando con fuerza la piel de sus labios, Lan Xichen realmente lo tocaba bien, y poco a poco, le fue más difícil contener el inevitable orgasmo.

—Mejoraré—afirmó con una sonrisa traviesa mirando con notorio deseo a Jiang Cheng cuya piel cada vez más expuesta y mojada se retorcía sobre la cama—Pero para eso, necesitaremos bastante práctica.

—¿Estás insinuando que deberíamos repetirlo?

—Insinuarlo no, lo estoy afirmando.

Jiang Cheng gruñó sintiendo cómo Lan Xichen terminaba el trabajo haciendo que las sensaciones y el calor se concentraran de forma dolorosa en la base de su miembro hasta un punto que era imposible contenerlo más.

Sin poder evitarlo y cerca del clímax, sus caderas empujaron contra la mano del primer jade quien dio una última caricia que liberó por completo el líquido espeso y blanco sobre su mano y parte de su ropa.

Jiang Cheng sintió su cuerpo mucho más húmedo y caliente una vez que al fin terminó de temblar y los espasmos cedieron por completo dejando solo una extraña sensación de vacío y relajo.

Lo que él deseabaWhere stories live. Discover now