definitivamente no tenía idea hacia donde nos dirigíamos, al comienzo creí que iba a ser algún restaurante poco conocido para estar en calma pero cuando comenzó a desviarse más allá de lo que conocía perdí todo tipo de orientación.

lo único que podía entender era que nos estábamos alejando un poco de la ciudad, hacia ya media hora estábamos en el auto y cada vez nos alejabamos más de los edificios.

- ¿posta no me vas a decir a donde vamos? - pregunté como por décima vez, a lisandro parecía divertirse la situación porque no paraba de sonreír

por más que amara las sorpresas, odiaba no saber lo que sucedia a mi alrededor.

- ya te dije, es algo que te gusta, cuando lleguemos te vas a dar cuenta - me respondió lo mismo que todas las veces, parecía mecanizado

- pero eso es re amplio, li

- tene un poco de paciencia que ya llegamos, rubia

tal como dijo, diez minutos después, se comenzaron a ver varias luces en un campo. al principio me contó distinguir lo que estaba sucediendo pero cuando vi que varias personas estaban encendiendo linternas todo me cuadró.

hacia un par de días le había comentado a lisandro mi fascinación por ver las famosas "linternas flotantes". giré mi cabeza para observar al entrerriano llena de entusiasmo, no podía creer que se había acordado de lo que le había contado y que haya querido regalarmelo como sorpresa.

- ¿te gusta? - me preguntó ya sabiendo la respuesta

- no se como te voy a agradecer esto

- hacelo tirando una de esas luces conmigo

definitivamente era la mujer más afortunada del mundo, no existía hombre más perfecto del que yo tenía a mi lado.

ambos nos bajamos del auto para acercarnos un poco al tumulto de gente pero aun así manteniendos alejados para tener nuestra privacidad.

tomamos una de las tantas linternas que estaban apagadas y la prendidos. estaba segura que mis ojos estaban llorosos, no me entraba más felicidad en el cuerpo.

se decía que antes de tirarlas al aire se debía pedir un deseo y yo pedí justamente lo que tenia frente a mi. pedí con todas mis fuerzas un futuro con lisando, que nos amemos siempre y una familia junto a él. no podía verme de otra manera en algunos años que no sea junto a su lado.

comenzó el conteo para tirar la linterna, ambos la tomábamos con una mano esperando expectantes a la cuenta regresiva. estábamos sumergidos en nuestra propia burbuja.

una vez llegó al uno y soltamos la linterna me sentí feliz. creía que nunca antes había visto algo tan hermoso como lo que estaba viendo en ese momento, todas las luces adornarnando el cielo estrellado, parecía una perfecta combinación. miraba todo fascinada con una sonrisa en el rostro.

- déjame ser tu novio - dijo lisandro a mi lado, giré mi cabeza para observarlo y él ya lo estaba haciendo, su mirada estaba suavizada, como muy pocas veces la había visto

- ¿que? - pregunté no creyendo lo que estaba sucediendo, me parecía irreal que estemos en uno de mis lugares favoritos y que lisandro me este preguntando aquello que deseaba que preguntara hace mucho tiempo

london boy | lisandro martinezWhere stories live. Discover now