yes, no, maybe, i don't know... can you repeat the question?
Si bien se decía en el vecindario que los Wilkerson eran la familia más desastrosa y caótica que jamás existió, estaban en lo correcto.
Pero también había cierta equivocación en eso, Jude...
Las risas burlonas del chico Wilkerson fueron lo que la sacó de su susto, mirándolo molesta, con la ropa empapada de agua por culpa de él. La máscara de payaso fue quitada y Jude se sintió indignada de lo que veía.
—Eres un traidor, Mark —le dijo al chico que le había ayudado con la broma de la araña para Reese.
—Perdona, Judith.
Cuando el chico se marchó, Reese se acercó a Jude con su clásica sonrisa burlona.
—¿Sabes, Judy? Pensé mejor lo de hacer las paces y...no hay trato.
Rodó los ojos y, después de eso, Reese derramó encima de su cabello un poco del agua de su botella. Jude cerró sus ojos y rezó mentalmente para mantener la calma, de lo contrario, ya le habría dado un puñetazo al chico.
Después de que se fuera, Jude tuvo que buscar como secar su ropa y cabello para antes de entrar a clases, lo que no fue nada fácil. Pero no iba a quedarse de brazos cruzados.
Reese Wilkerson se iba a arrepentir.
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—¡¿Qué?!
—¡¿Piensas contratar una niñera?!
—¡Yupi!
—¡No, Dewey! ¡Es malo!
—Oh... ¡Nooooo!
—Así es —afirmó Lois —, contrataremos una niñera para esta familia.
—Espera, ¿eso significa que nosotros saldremos más de casa? —preguntó con Hal del otro lado de la mesa, con una mirada de doble sentido.
—No, lo que significa es que tendremos a alguien más en casa que los vigile en caso de que esté ocupada con otras cosas. Y se los advierto de una vez, si se les ocurre hacer una de sus travesuras en contra de ella, se arrepentirán el resto de sus vidas.
—¡Esto es horrible! ¡Además de hacerme entrar a ese estúpido programa para nerds también debo lidiar con una niñera! —se quejó Malcolm.
—¡Tenerte a ti ya es asfixiante, ahora tener también una niñera será como tener dos mamás! —reclama Reese —¡Es una pesadilla!
—Yo sí entendí...
—Qué bien, Dewey. Al menos alguien no está molesto. Bien, dicho eso, ella vendrá en unas horas para que se conozcan.
—¡¿Qué?!
—¡Creí que habías tenido la idea de contratarla, no que ya la habías contratado!
—¡Suficiente! Se llevarán bien con su nueva niñera, y de buena gana. Serán amables con ella y no la harán salir corriendo en la primer media hora de trabajo. ¿Me entendieron?
