Nuevo trabajo

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Sira soltó una carcajada.

- Creo que el sentimiento debe de ser mutuo, porque tu también le picas a él. -se rio.

- Es muy fácil picarlo. -solté una carcajada y Sira asintió riendo también.

Algo llamó nuestra atención mientras nos reíamos.

Un chico a dos mesas de distancia, nos apuntaba con una cámara.

- ¿Nos está haciendo fotos? -preguntó Sira algo alarmada.

- Será un periodista, ¿no? -pregunté, la risa se había esfumado.

El chico se dio cuenta de que le habíamos visto y se acercó sin dudarlo.

- Me presento ya que me habéis pillado, soy Hugo, fotógrafo de la mejor agencia de Barcelona, no he podido evitar miraros y sacaros algunas fotos, la cámara responde muy bien a vosotras. -sonrió con la mano tendida hacia mi.

Se la acepté.

- Maddy es la modelo, yo no. -habló Sira rápidamente mirándome con los ojos muy abiertos.

La había entendido.

Era una oportunidad.

- Sé quien eres, llevo mucho tiempo admirando tu trabajo en Nueva York y ese video no te hace justicia, no define tu carrera y mucho menos la va a acabar, ¿qué te parecería trabajar conmigo? -preguntó cogiendo una de las sillas y sentándose con nosotras.

- ¿No te preocupa el video? ¿ni ninguno de los rumores? -pregunté algo sorprendida.

- ¿Son ciertos los rumores? -preguntó mirándome con una ceja levantada.

- No. -aseguré.

- Pues nos vemos mañana a las diez en esta dirección, Maddy, será un placer trabajar contigo. -dejó una tarjetita en la mesa, me sonrió y se alejó de ahí.

Me quedé mirando la tarjeta unos segundos, hasta que Sira me sacó de mis pensamientos.

- Estaba ligando contigo, y encima tienes trabajo nuevo, esto es genial. -dio una palmada, ilusionada.

- No estaba ligando, solo hace su trabajo, y sí, supongo que tengo un trabajo nuevo. -cogí la tarjeta.

- ¡Es genial, Maddy! -aseguró Sira de nuevo.

- Te llamaré mañana al terminar la sesión, te lo contaré todo. -la miré con una sonrisita y ella levantó los hombros, triunfante.

Me reí.

- Creo que ahora tengo que hablar con alguien más antes de volver a casa. -me levanté.

- ¿Con Pablo? -preguntó.

- Exacto. -asentí.

Sira me abrazó y como estábamos cerca de donde entrenaban los chicos, fui caminando para así aclararme las ideas.

Llegué y enseñé el pase que Frenkie me había dado al llegar a Barcelona y que siempre llevaba en mi cartera.

Me dejaron pasar y cuando llegué al campo, me arrepentí de inmediato.

Quise correr hacia atrás.

Pedri estaba sentado en uno de los banquillos, con Julia sentada en su regazo.

Tenía que ser una maldita broma.

Di media vuelta y empecé a alejarme.

- ¡Maddy! -la voz de Gavi corriendo hacia mi me hizo quedarme muy quieta.

Capaz así no me veía.

Pero me giré cuando llegó a mi lado y me abrazó fuerte.

- ¿Está Pablo? quería hablar con él sobre anoche. -hablé rápidamente, quería irme.

- Sí, pero no creo que sea el mejor momento. -habló rascándose la cabeza.

- ¿Por? -pregunté.

- Pablo y Pedri han tenido algo de bronca esta mañana al llegar, y encima esta Julia por ahí, haciéndose la pesada. -explicó y yo me tensé.

- Gavi, necesito que seas sincero conmigo, ¿por qué me besó Pablo? -pregunté.

Le vi sonreír.

- Maddy, eres preciosa, creo que cualquiera estaría encantado de besarte, pero Pablo se lo ha dicho hoy a Pedri, te humilló en medio de la gente y fue la única solución que vio Pablo para darte el último empujón para humillar tu a Julia y a Pedri. -aseguró y yo volví a respirar.

- Me daba miedo perder la amistad por ese beso. -admití.

Y entonces lo vi correr hacia mi.

Pablo me levantó en el aire y yo giré con él.

Me reí cuando me dejó en el suelo.

- Siento lo de anoche, Maddy. -se disculpó, preocupado.

- Tranquilo, este niño de aquí ya me ha explicado lo que pasó. -le di un golpecito a Gavi en el pecho.

Se picó y me levantó en el aire, corriendo conmigo hacia el campo, donde estaban los demás ahora descansando.

- ¿Qué haces con mi cuñada, Gavi? -le gritó Frenkie y yo le saludé con la mano sin poder dejar de réirme.

Gavi se tropezó y cayó al suelo, haciendo que Pablo cayese detrás y los dos quedasen encima de mi.

Frenkie se acercó negando con la cabeza.

- ¡Frenkie, tengo nuevo trabajo! -lo miré desde el suelo.

Los Pablos levantaron la cabeza y me miraron con los ojos muy abiertos y la ilusión llena.

- ¡Eso es genial! -gritó Gavi ayudándome a levantarme.

- Un chico nos ha hecho fotos esta mañana a Sira y a mi, y cuando le hemos visto ha venido y me ha ofrecido trabajo, mañana a las diez. -expliqué.

- Seguro que te dura menos tiempo que la última vez, ese video va a perseguirte toda la vida. -esa maldita voz chillona habló detrás de mi.

Me giré para mirarla.

- ¿Vienes a hablarme tu de trabajo? ¿la que necesita un contrato para mantener su carrera a flote? -me crucé de brazos y el silencio invadió el lugar.

Sentía los ojos de Pedri sobre los míos.

- No seas patética, niñata. -se rio Julia.

¿Quería jugar?

Muy bien.

Sonreí mirándola.

- ¿No te ha contado tu querido novio donde estuvo anoche? al parecer le encantó arrodillarse para mi, ah y Pedri, love, mañana tengo trabajo a las diez, ¿me recoges a las nueve y media? eres mi chófer, lo prometiste. -les sonreí a los dos y me giré, caminando lejos de ellos.

Escuché como Gavi estallaba en una carcajada, Pablo se le sumaba y Frenkie les regañaba mientras Julia gritaba algo a Pedri.

No paré de reírme hasta llegar a casa.

Nadie más iba a pisarme, no iba a permitirlo.

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Strangers +18 - Pedri GonzálezWo Geschichten leben. Entdecke jetzt