Ocultar sus sentimientos hacia el omega nunca le resultó un problema, es decir, Yoongi podía soportarlo si de esa manera podía mantenerlo cerca.
Cuando Jimin le pide marcarlo y fingir una relación con el único fin de romper su actual compromiso, un...
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Las yemas de sus dedos se deslizan sobre los pétalos de rosas colocados en un hermoso arreglo que tiene un listón que se cruza sobre la canasta, con las palabras: <<Felicidades, por So far away>>, escritas en letra cursiva y dorada. El nombre de su álbum destaca y significa más de lo que ya ha expresado en palabras.
A Yoongi no le emociona ver el arreglo ni los demás esparcidos en el camerino, los cuales han sido enviados por parte del staff de la empresa y sus demás amigos a causa de que se han finalizado las grabaciones de su nuevo video musical que pertenecerá a la canción principal de So far away.
Claro que los agradece, pero lo que en realidad lo cautiva es el aroma a rosales impregnado en el camerino y la forma en que los pétalos suaves se sienten sobre sus dedos haciéndole recordar a una persona en específico.
Así que el parloteo de su manager hablando con las estilistas que se están encargando de halagar su trabajo le es tan poco interesante que no puede hacer nada más que mirar su propio reflejo en el espejo con focos encendidos encima del tocador, su nariz rozando una de las rosas rojas cuando la olfatea de cerca.
Limitándose a tomar una copa de champagne, Yoongi le da un sorbo mientras toma su celular para comenzar a desplazar con desinterés su dedo en la pantalla.
No es hasta que la puerta se abre y un beta comienza a explicar una situación al manager, que Yoongi reacciona al escuchar una voz lejana gritar; una voz que reconocería en cualquier parte, en cualquier sitio y momento. Su corazón se agita al instante.
Dejando la copa a un lado, se coloca de pie para caminar en dirección al miembro del staff que parece estar discutiendo un par de cosas serias con su manager.
—¿Qué sucede, Taehyung? —La exigencia en su voz parece ser suficiente, pues su manager carraspea la garganta murmurando al miembro de personal que puede retirarse.
—No es nada —asegura—. Park Jimin consiguió filtrarse al set de grabación y dijo que no se iría hasta verlo. Pero no tiene que preocuparse, el personal de seguridad ya se está encargando de...
—Déjalo entrar.
—¿Qué? —El pelirrojo lo observa como si estuviese loco, incluso el demás personal en el camerino parece haberse detenido para verlo con intriga.
—Dije que lo dejen entrar. —Quizá, solamente quizá, su voz ha salido más desesperada y frustrada, pues Taehyung asiente confundido, pero no duda en tomar el radio de una de las asistentes para solicitar el acceso al omega.
El Alfa desliza una mano por sus hebras rubias y aguarda por lo siguiente. Su lobo interior se retuerce por los nervios y le hace sentir un idiota, pues a estas alturas de su vida es sorprendente lo que ese omega puede causarle. Volviéndose al tocador, toma de un trago todo lo que resta de champagne en la copa para que le otorgue algo de valor.
Cuando la puerta se abre y escucha esa animada voz llamarle, Yoongi sonríe con ternura volviendo a dejar la copa vacía en su lugar. Una vez se vuelve en dirección al omega, ladea el rostro y lo admira de la única forma en que puede y sabe admirarlo.
