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Minji

Unos días después entré en el aula y fui a sentarme a mi mesa al lado de mi mejor amigo. Siempre en la primera fila, aquí llegaba mejor la información y los profesores te hacían más caso.

-¿Qué tal?- pregunté a Daniel.

-Mal.

-¿Mal en qué sentido?-Me sorprendió su respuesta, pocas veces se le veía cabizbajo.

-En el sentido romántico. Estoy triste, Minji- me miró con un puchero en sus labios y se deslizó para echarse sobre su mesa.

-¿Es por Harry?-susurré para que nadie más escuchara sobre la vida privada de mi amigo.

Movió la cabeza afirmativamente.

-Desde que me dijiste que le gustan los chicos mis esperanzas han ido creciendo, y la posibilidad de decirle algo disminuye, soy un cobarde.

-Lo primero, tranquilo. Creo que hasta los heterosexuales se lo pensarían dos veces antes de rechazarte, eres un bombón.-Soltó una risita y me tiró una bola de papel.-Segundo, yo no te dije que le gustaran los chicos, solo es algo que intuyo.

-Pues averígualo por mí-dijo el muy descarado.

-¿Cómo quieres que haga eso?¿Voy y le pregunto sin más? Oye, Harry, ¿eres homosexual?-recreé la hipotética escena para que mi amigo viera lo descabellada que era.

-Podría ser bisexual o cualquier otra cosa, no especifiques tanto.

Encima con exigencias.

-¡Estás loco si crees que voy a preguntarle sobre eso! Es una falta de respeto.

-Pues pregúntaselo a su amiga.

-Daniel, creo que te ha sentado mal el desayuno. Pham Hanni me escupiría a la cara directamente.-No estaba creyendo que mi amigo estuviera hablando en serio.

-Ay Minji, es que tengo mal de amores, no puedo evitar decir tonterías.

-Me he dado cuenta -le tiré la bola de papel que había recibido antes.

El profesor entró y todos quedamos en silencio.

Durante toda la clase no pude evitar darle vueltas a lo que acababa de hablar con Dani. Estuve toda la hora barajando formas de ayudar a mi amigo para que dejara de estar mal. En un momento se me ocurrió una locura...¿podría funcionar? Quizás no era lo más adecuado, pero tenía ganas de intentarlo...a lo mejor salía bien.

"Toma aire, Minji, lo que pretendes hacer puede que te lleve a la enfermería con un puñetazo en la nariz por meterte en donde no te llaman."

Hanni

-¿Por qué tienes esa cara de asco?-preguntó Harry sentándose a mi lado en la cafetería.

Había pasado un rato en una de las mesas esperando a que volviera de comprar algo para comer cuando noté que alguien no dejaba de fijarse en mí.

-Porque Kim Minji no ha parado de mirarme desde que te fuiste. Me está comenzando a dar miedo.

La chica alta se encontraba con su grupo de amigos, pero no atendía a ninguno de ellos, ni siquiera a Daniel. Solamente se dedicaba a posar sus ojos oscuros en mí.

Al principio tuve que mirar si había alguien detrás, pero revisé bien y estaba cien por cien segura de que yo era su objetivo.

-Estará intentando embrujarte como ha hecho con todo el instituto-bromeó Harry.

-Pues conmigo no lo conseguirá, se lo voy a dejar bien claro.-Tras decir esto levanté mi mano y le enseñé el dedo corazón a la que parecía ser mi nueva acosadora.

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