𝗖𝗿𝘆 𝗕𝗮𝗯𝘆

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El chico mas triste tenia que ser
Lágrimas saladas fluyen por su mejilla
Su corazón es más grande que su cuerpo
Su nombre es Cry Baby

“El chico mas triste tenia que serLágrimas saladas fluyen por su mejillaSu corazón es más grande que su cuerpoSu nombre es Cry Baby”

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Los lágrimas del bebé no paraban, la señora Chishiya había dado a luz hacía horas pero el bebé no paraba de llorar.

— ¡Es un hermoso niño!—exclamó la enferma entregándole a su hijo en brazos.

Aún al ver el rostro de su madre, Shuntarō no cesaba su llanto.

—¡Quitalo de mi vista! Es un jodido bebé llorónpidió, tapando sus oídos, harta de aquel sonido.

La pequeña Hikari de cuatro años corrió a la mesa que había en esa habitación de hospital, tomó un bolígrafo y en uno de los papeles que habían en la superficie escribió el nombre de su hermano "Shuntarō Chishiya, Bebé Llorón"

La pequeña Hikari de cuatro años corrió a la mesa que había en esa habitación de hospital, tomó un bolígrafo y en uno de los papeles que habían en la superficie escribió el nombre de su hermano "Shuntarō Chishiya, Bebé Llorón"

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Ya habían pasado algunos meses del nacimiento de Shuntarō y su madre se había vuelto alcohólica y adicta al tabaco, su padre nunca regresaba del trabajo porque se acostaba con millones de prostitutas.

Hikari era la única que se ocupaba de él, aun que le resultaba irritante oír los lloriqueos cada vez que entraba a la habitación de su hermanito.

—Vamos Shun, ya deja de llorar—Sonrió su hermana mayor con ternura, con un poco de papilla de manzana en una cuchara.

Shuntarō sonrió simpático entre sus lágrimas.

—Vamos Shun, di mi nombre y te daré esto— limpió las cristalinas lagrimas con la camisa que llevaba puesta.

— Ika-i

— ¡No! ¡Así no es, habla bien!— lanzó la cuchara al piso con frustración, dejándolo manchado.

Shuntarō volvió a sollozar, con más lagrimas cayendo de sus ojos.

Hikari cubrió sus oídos con fuerza y salió corriendo, importandole poco o nada el estado en el que estaba su hermano.

A los ojos de Shuntarō sus peluches y juguetes comenzaban a cobrar vida, rodeandolo, haciendolo llorar con más fuerza.

Y ese bebé llorón se ahogó en sus lágrimas.

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