8. Secretos y una perforación

Beginne am Anfang
                                    

—Mi padre se ha enterado de la cláusula que ha dejado mi abuelo para la herencia. Yo o Markus, cualquiera de los dos quien se case primero obtendrá el imperio familiar —hago una pausa para decir lo demás—. Me ha amenazado con quitarme todo lo que he logrado si no me caso con la persona que él diga. Ya sabes Joshua haciendo de las suyas.

—Le sigues teniendo miedo, ¿Hasta cuándo seguirás viviendo así?

—No le tengo miedo, solo que todo lo que he logrado es base al dinero que me dio cuando inicie en mis proyectos como empresario —hago ruido con los anillos que llevo en la mano golpeando el vidrio del vaso.

—Tienes que regresarle el dinero, lo tienes, ¿por qué no lo has hecho?

—No lo sé, no creí que llegara hasta este punto —saco mi lengua para relamer mis labios.

Siento el metal que traído en la lengua tocar mis labios.

—Sigues con la perforación —señala mi boca—. Desafiando a tu padre, recuerdo cómo te regañaba por esa maldita perforación —ríe.

—Me gusta llevarle la contraria a mi padre —vuelvo a sacar la lengua—. Además este es mi truco con las mujeres.

—Pues aquella chica no ha apartado la mirada de ti —observo a quien se refiere.

Es la chica de antes, una bonita morena con unas curvas de infarto.

—Hoy no vine en busca de sexo —ignoro a la mujer.

—Es cierto, ahora eres un hombre comprometido —se ríe de mi desgracia—. Hablando de eso, ¿De dónde sacó tu padre a la chica?

—No lo sé y no me importa —si de dónde pero no sé lo diré.

Es un tema delicado para Alec, acerca de esos lugares.

—La vi en las fotos, parece más joven que tú —menciona—. Hay una que vi en particular.

Ya se a cual se refiere, trato de no recordar el momento.

—Ni lo menciones

—Es muy linda, se nota que no desaprovechaste el momento para besarla.

—Solo tiene dieciocho años, la tuve que besar a petición de un reportero, yo nunca me fijaría en una chiquilla —yo dando explicaciones que no tengo que dar.

—Vaya, eso no es ilegal —se refiere a la edad—. Nunca digas nunca, será un chiquilla como tú la llamas, pero no me vayas a negar que es bonita. Además no hay mucha diferencia de edad.

No me des cuerda —pienso—.

—Para Joshua nada es ilegal, no cuando consigue siempre lo que quiere. Y si es bonita —recuerdo la cara delicada de Elaine, sus ojos, su cabello, sus labios.

Trato de borrar todo eso.

Piensa que es una niña y que es ilegal.

A veces olvida que tú padre se pudre en poder y dinero —lo dice con repugnancia.

Mi padre y su padre de Alec nunca se han llevado bien; bueno en un momento si lo hicieron aunque eso fue hace muchos años atrás. Hay una razón en concreto por qué no se pueden tragar en persona.

Para Joshua fue una patada que me hiciera amigo del hijo de su enemigo. Sigue sin aceptarlo, y me gusta que se revuelque en el coraje al saber que es mi mejor amigo.

—No puedo creer que me casare en un mes con una mocosa que no soporto para nada.

—Ya hay diferencias y todavía no te casas —se burla de mi—. Tu nunca aportas a nadie, eres demasiado frío y arrogante Jayden.

Subastada al mejor postorWo Geschichten leben. Entdecke jetzt