Unconditionally •Neteyam•

𝕬𝖈𝖍𝖙

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— Muchas gracias Ikemy— dijo Neteyam con alegría en la voz, casi podía jurar que Neteyam saltaba de la alegría.

— Es un placer— respondí sonriendo.

Neteyam me abrazó con un poco de fuerza, para después poner un poco de distancia entre nosotros, me regalo una sonrisa antes de deshacer el abrazo.

— ¿Cuándo?— fue lo único que preguntó.

— Mañana en la mañana— respondí con seguridad— Neteyam asintió— y Neteyam no es como montar un ikran— agregue.

Neteyam frunció el entrecejo mientras sus orejas reflejaban la confusión que sentía el chico.

— Vayamos por algo de comer— cambie de tema— al mencionar la comida el estómago de Neteyam rugió en respuesta, aquello me hizo soltar una risita que contagió a Neteyam.

Ambos nos paramos de nuestros lugares para ir a donde Ao'noung y los demás comían y charlaban animadamente.

— Pensé que no iban a llegar— exclamó Menari dándole un mordisco a un pescado cocido que estaba enzarzado en una rama— Ao'noung devoró casi toda la comida— mi mellizo le dio una mala mirada mientras le daba una mordida a una fruta.

— Les guardamos un poco— exclamó Roxto— pasándonos una hoja con unas frutas y un poco de pescado.

Le pase una a Neteyam quien se negó a recibirla diciendo que yo comiera primero, él tomó la segunda hoja.

Una vez que todos terminamos de comer Roxto y Menari se ofrecieron a dejar la cesta con las demás, mientras Ao'noung nos ayudaba a hacer los accesorios, después de un rato empezó a anochecer y Tuk bostezó dando a entender que estaba cansada.

— Vayamos a casa— Neteyam hizo un último nudo a un brazalete y lo dejó en la hoja, mirando a su hermana pequeña.

— Pero me quiero quedar un ratito más— reclamó la pequeña— por favor Neteyam— pidió.

— Podemos terminar mañana— dijo Neteyam con una voz dulce, Tuk asintió Neteyam le dio una caricia en la cabeza dándole una sonrisa.

Justo en ese momento Loak iba llegando junto con Tsireya, me percaté de que las trenzas de Loak estaban sujetas con el brazalete de mi hermana.

Neteyam al pasar al lado de Loak puso sus manos en sus hombros y le dijo una palabras que no alcancé a oír con una sonrisa juguetona.

— Ikemy— pronunció Tuk a mi lado— cuando sea grande quiero ser como tú— agregó con orgullo en la voz.

Las palabras de Tuk hicieron que mi corazón dejara de latir por un segundo, en que momento me convertí en el ejemplo a seguir de Tuk.

— Cuando seas mayor— pronuncie sonriendo— serás mucho mejor que yo— le di una caracola que había encontrado que me resultó hermosa, los ojos de Tuk brilllaron al ver la caracola— ve con él— hice un ademán con la cabeza en dirección a Neteyam.