Strangers +18 - Pedri González

Noticias del pasado

Algo no iba bien, algo había tenido que pasar ahí.

- ¿Desapareció sin más? -murmuró Fer a mi lado.

- No tardaremos en dar con su paradero real y entender el por que dejó a la mejor agencia, al chico más deseado de Nueva York y no contó ni con su mejor amiga, sigan con nosotros para enterarse de los últimos rumores de los famosos. -se despidió y yo apagué la tele.

Ella huía de algo.

Estaba seguro.

Envié un mensaje directamente a Gavi.

"¿Has visto las noticias? acaba de salir Maddy"

No tardó en contestarme.

"Lo he visto, creo que hay algo mal en todo eso, intentaré hablar con ella"

Suspiré sabiendo que si ella iba a contarle a alguien lo que había pasado sería a ellos dos.

"No la presiones"

Fue lo único que contesté y dejé el teléfono.

- Creo que me iré a descansar. -me levanté dejando el plato en la cocina.

- No le des más vueltas, seguro que no es algo grave. -intentó calmarme Fer.

Le di las buenas noches y me encerré en mi habitación.

Me tumbé en la cama, mirando el techo y pensando en que podría hacer para que esos ojos brillasen otra vez como lo hacían en las fotos y videos que habían salido hace un momento en la televisión.

Estuve casi dos horas viendo una serie en la tele, hasta que la apagué y intenté dormirme, ya era bastante tarde y tenía que descansar.

Mi teléfono sonó, indicándome un nuevo mensaje y lo miré antes de cerrar los ojos.

Una notificación de Maddy.

Me quedé helado por un segundo.

Y entré a toda prisa.

Pero había borrado el mensaje.

Rápidamente le envié uno.

"¿Todo bien?"

No tuve respuesta.

No volvió a conectarse y yo dejé el teléfono, se habría equivocado.

O no.

Pero no quería agobiarla ni tampoco crearme falsas expectativas o ilusiones que sabía que terminarían por los suelos.

Me despertó mi teléfono sonando horas después, no sabía cuanto tiempo había dormido, pero un montón de luz entraba por mi ventana y me costó más de lo normal abrir los ojos.

El nombre de Frenkie estaba en la pantalla y no dudé en cogerlo para empezar a escuchar un montón de barullo por detrás.

- ¿Pedri? dime por favor que Maddy está contigo. -su voz sonaba tan desesperada, estaba nervioso y asustado.

Me enderecé en la cama de inmediato y empecé a vestirme sin dudar ni un solo segundo.

Mi corazón se aceleró, indicándome un mal presentimiento, algo no iba nada bien.

Recordé el mensaje de anoche.

El que ella había borrado.

- No, no está conmigo, la dejé ayer por la tarde en casa, pero me escribió de madrugada, luego borró el mensaje, ¿qué pasa, Frenkie? -pregunté mientras terminaba de ponerme los zapatos, decidido a irme hacia su casa.

- Maddy no está, ayer salió algo en las noticias sobre ella y solo ha dejado una pequeña nota, no sabemos cuando ha salido de casa ni donde está, pero tenemos que encontrarla, ella.. -la voz de Frenkie se rompió.

- Voy hacia allí. -colgué y salí por la puerta de mi habitación corriendo.

Fer no estaba en casa, ya debía de hacer unas cuantas horas que estaba trabajando.

Ni siquiera me paré a desayunar algo, cogí las llaves de mi coche y salí corriendo.

Pero me paré en seco cuando salí fuera y vi lo que había en las escaleras de mi portal.

Un cuerpo hecho una bola, casi temblando, con los ojos cerrados.

- ¡Maddy! -corrí hacia ella, solo distinguía su cabellera rubia.

Me arrodillé a su lado y la levanté sin dudar, estaba helada, restos de maquillaje le recorrían las mejillas.

Ella me miró y pegó su cabeza en mi pecho sin decir nada.

- Lo siento. -murmuró.

Entré de nuevo en casa sin pararme a pensar nada, estaba muy fría y no sabía cuanto tiempo llevaba ahí, así que no dudé en meterla directamente al baño y llenar la bañera con agua caliente.

- ¿Qué ha pasado? todos te están buscando. -murmuré con voz cálida cuando la senté en la tapa del váter para ayudarla.

- El pasado no me deja avanzar. -fue lo único que contestó, mirándome con los ojos helados.

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AI MIS PEQUEÑOS, SIGAN LEYENDO CHIQUIS, SIGAN SIGAN