Capítulo 1:

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Sophie miró con asombro la enorme mansión que se alzaba ante ella. Era una casa antigua y elegante, con grandes ventanales y un jardín lleno de flores y árboles frondosos. Había sido contratada como niñera para cuidar a Emily, la hija pequeña de la familia Carstairs, y aunque al principio se había mostrado un poco nerviosa, ahora estaba emocionada por comenzar su trabajo.

La puerta principal se abrió y Sophie se encontró con una mujer alta y delgada, con el pelo oscuro recogido en un elegante moño.

"Usted debe ser la señorita Sophie", dijo la mujer con una sonrisa fría. "Soy Elisabeth Carstairs, la madre de Emily. Bienvenida a nuestra casa".

Sophie asintió, todavía impresionada por la elegancia de la mujer.

"Gracias, señora Carstairs. Es un placer estar aquí".

Elisabeth asintió y la llevó a través de la entrada principal hasta el salón principal. Sophie miró a su alrededor, asombrada por la belleza de la habitación. Había muebles antiguos y elegantes, un gran piano y una chimenea de mármol negro en el centro de la habitación.

"Siéntese, por favor", dijo Elisabeth, señalando un sofá de terciopelo rojo. "Mi hijo, Sebastian, llegará pronto. Él es el que la contratado como niñera de Emily".

Sophie asintió y se sentó en el sofá, nerviosa por conocer al hombre que había contratado sus servicios. Miró a su alrededor, admirando la belleza de la casa, pero algo en el ambiente la hizo sentir incómoda. Era como si hubiera algo oculto detrás de la elegante fachada de la mansión.

Unos minutos después, la puerta se abrió y un hombre alto y guapo entró en la habitación. Tenía el pelo oscuro y los ojos verdes, y llevaba un traje elegante que hacía juego con su figura esbelta.

"Señorita Sophie, supongo", dijo el hombre con una sonrisa amistosa. "Soy Sebastian Carstairs, el heredero de la casa. Bienvenida".

Sophie se puso de pie y estrechó la mano del hombre.

"Es un placer conocerlo, señor Carstairs", dijo ella, tratando de no sonar demasiado nerviosa.

Sebastian sonrió y se sentó en el sofá frente a ella.

"Bueno, creo que deberíamos empezar a hablar de su trabajo como niñera de Emily", dijo él, sacando una carpeta del bolsillo de su chaqueta. "Pero antes, hay algo que debo decirle".

Sophie lo miró con curiosidad, preguntándose qué podía ser tan importante.

"Esta casa tiene una larga historia de secretos y misterios", dijo Sebastian en voz baja. "Hay algo en esta casa que ha estado oculto durante años, algo que solo puede ser descubierto por alguien que tenga la habilidad de resolver acertijos y enigmas".

Sophie lo miró con asombro, sin saber qué decir. ¿Qué tipo de secreto podría ser tan importante como para requerir la resolución de acertijos?

"Pero no se preocupe", dijo Sebastian, notando la expresión de sorpresa en el rostro de Sophie. "No es nada peligroso. Solo algo que ha estado en la familia durante generaciones y que nunca ha sido descubierto. ¿Está dispuesta a ayudarnos a descubrirlo?"

Sophie asintió, intrigada por el misterio que parecía rodear la casa de los Carstairs. "Por supuesto, señor Carstairs. Me encantaría ayudar en lo que sea necesario".

Sebastian sonrió y abrió la carpeta que había sacado de su bolsillo. "Entonces empecemos a hablar de su trabajo como niñera de Emily. Pero recuerde, siempre estaremos aquí para ayudarle si necesita resolver algún acertijo o enigma".

Sophie asintió de nuevo y comenzó a hablar con Sebastian sobre su trabajo. Pero su mente seguía girando en torno a la idea de un secreto oculto en la casa y la posibilidad de descubrirlo.

El acertijo del espejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora