El Mundo de Los Genios

0. El Agua Tiene Memoria

(Narrador: Génesis Marid)

—De saber que la fiesta iba a ser tan aburrida me hubiera quedado en casa. — habló Lucas con ironía.

—Eres el rey del elemento de tierra, Lucas. Quieras o no tienes que venir. Es tu obligación. — respondió mi abuela con una voz firme.

Hoy, Blossom, una de mis hermanas menores, está cumpliendo diecisiete mil años de vida. En el mundo humano eso sería diecisiete años. Lucas, el rey del elemento tierra, estaba a mi lado quejándose de existir. Es el rey más joven, sarcástico, e inmaduro de los cuatro. Aparte de ser rey, es mi padrastro y padre de mis dos hermanos menores, Sabrina y Sebastián, los cuales son mellizos.

Mi abuela, Hanna, es la más poderosa de este mundo. Es conocida como: “La primaria”. Fue la primera reina en gobernar, en general. La corona pasó a manos de mi padre cuando él obtuvo la edad suficiente. Y en mil años más, la corona pasará a ser mía.

Yo también estaba algo aburrida. Las fiestas de Blossom siempre lo son. Hasta que Clair, otra de mis hermanas menores, entró a mi campo de visión. Ella es de la especie Efreet (fuego), por lo que su personalidad es muy áspera. Traía un vestido rojo con naranja que mostraba un poco de sus piernas y el inicio de sus pechos. En su mano derecha sostiene una copa de AurumRed, que es uno de los vinos más caros en el mundo humano. Se acercó a nosotros y una vez que estuvo al lado de mi abuela, tomó un sorbo de vino y habló:

—¿Quieres un poco, Génesis? — extendió la copa hacia mí, pero la rechacé.

—Sabes que no me gustan las bebidas humanas.

—¿Por qué? ¿Piensas que te convertirás en un humano si tomas? — me preguntó Lucas con ironía. —Génesis, nuestra vida es eterna, pero sería muy aburrida si no la disfrutas por siempre.

—Todo un poeta, Lucas. — esta vez fue Clair quien usó la ironía.

Ellos dos se llevan tan bien…

—Sígueme, hermanita. — me habló Clair de repente.

—Te recuerdo que soy mayor que tú.

Ella suspiró lentamente y respondió: —Solo…sígueme, ¿Quieres?

Al ver que, aparentemente y por primera vez, me estaba hablando en serio, decidí obedecerla. Nos alejamos de todos los invitados, quedando en un rincón. Se me hace algo muy extraño que quiera hablar conmigo, en especial después de los muchos conflictos y diferencias que hemos tenido estos últimos siglos. Tomó aire lentamente e inició a hablar:

—En mil años más te volverás la nueva y tercera reina del elemento agua. — Sus manos comenzaron a sacar un leve fuego de las mismas y pude identificar que la llama del fuego era una chica. —¿Sabes qué pasa cuando el pueblo ve a alguien de la realeza dudoso o preocupado?

—No.

La chica que ella había hecho con las llamas del fuego de sus manos se arrodilló de repente. Y rápidamente el fuego se fue apagando. Clair se acercó a mi oído derecho y susurró:

—Las mismas dudas la matan.

—Clair, somos genios, no morimos.

Ella sonrió con malicia y habló: —Oh, hermana, que inocente eres. Lo único que puede matar a un genio es el genio mismo. Las inseguridades acaban con todos, y tú no serás la excepción sino dejas de dudar de ti misma. Y eso tómalo como un consejo.

Me dio una palmadita en el hombro y me dejó ahí, completamente sola. Hasta que alguien habló detrás de mí:

—¿Princesa Génesis Marid? — me volteé en el instante en el que escuché mi nombre, justo detrás de mí se encontraba el pelirrojo más hermoso que ha pisado este mundo: Christian Efreet. No, no es familia de Clair. En este mundo, tu apellido es tu especie. Es decir, si yo fuera de la especie Dao (tierra) me llamaría Génesis Dao, pero como soy de especie de agua soy Marid.