can you stay up all night?

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Algunas semanas después

Andrew se encontraba descansando después de sus días tan acelerados, su madre y hermanos habían salido de la ciudad, no podían volver por la nieve que había sobre la ciudad, se encontraba mirando la televisión recostado bien abrigado sobre el sofá, fue interrumpido por el timbre de la puerta se levantó, tembloroso era uno de los días más helados en todo New York, se encontró con su amada novia del otro lado de la puerta, la cual se le lanzó a los brazos soltando unas enormes bolsas.

— Mi amor, te traje comida, y más comida, para ver películas.

— Debiste dejar que fuera por ti, bonita.

— Es peligroso conducir la moto con este clima y más en esta ciudad es peor.

La dejo pasar y llevaron las bolsas a la barra de la cocina, se miraron fijamente.

— Hace 2 semanas que no te veía, y luces más preciosa de lo normal, Sabrina Carpenter. — se acercó a ella para tomarla de la cintura y acercarla a él lentamente. — Feliz primer mes preciosa.

— Feliz primer mes Andrew. — finalmente dejó a un lado los escasos milímetros que estaban los labios de él para besarlo, comenzar a besarse lentamente después de un tiempo se separaron juntando sus frentes.

— Espera aquí, bonita.

El castaño subió a su habitación por una caka y un ramo de azucenas, la rubia lo miró sorprendido y con enorme felicidad.

— ¿Eso es para mí?

— Sí, tómalo, espero te guste.

— ¿Acaso tú también vienes incluido en el regalo? Tú no tenías que darme algo es más que suficiente con tenerte, ya eres mi regalo, aún así te lo agradezco mucho, yo también te traje algo.

Le dio una gran caja de regalo, inmediatamente ambos lo abrieron y se sorprendieron mucho.

— Es la sudadera del the eras tour que vimos en el concierto, y la playera de lavander haze también de la gira y espera ese es el vinilo de Speak Now, fotos de nosotros, una carta, de verdad no debías.

— Habla el chico que me regalo un ramo enorme de flores con una carta enorme, todos los álbumes de twice, dios esto es demasiado, me escuchaste.

— Quería darte algo que de verdad desearás tanto.

— Me encanta esto, me encantas tú.

Ambos se recostaron sobre el sofá, cubriéndose con la cobija para ver películas de Harry Potter, ambos estaban tan felices de pasar un día así de tranquilo, de feliz, el castaño le dejó un beso a la rubia en la mejilla, ella de inmediato volteó hacía él para tomar sus labios, se levantó para sentarse encima de él, pero no sin antes comenzar a escuchar Dress de Taylor.

— ¿Deberíamos hacerlo ahora? ¿Quieres hacerlo?

—Me gustaría, gracias por preguntar. Jamás creí que estar aquí arriba se sentiría muy bien, siempre pensé en querer montarte Andrew. — admitió agitada.

— Espérame 2 años y vas a poder montarme de verdad.

Andrew se levantó junto con la rubia que se encontraba enredada sobre la cintura de éste, la llevo a hasta su habitación para recostarla lentamente sobre su cama, ella inmediatamente le saco la playera sin mangas que llevaba, él le sacó el pantalón que llevaba puesto, el pequeño top dejándola a la vista sólo su ropa interior, con la desesperación de la rubia le intento desabrochar el cinturón, finalmente logró sacárselo, el pequeño roce de los labios de castaño sobre el cuello de la rubia, recorriendo todo su cuerpo, era algo que tenía retorciéndose de placer a Sabrina, se dejaron llevar por todo el deseo que se tenían el uno al otro, le abrió lentamente las piernas, acarició sus muslos lentamente, finalmentese sacaron la ropa interior.

My love, we were in Cornelia Street - Sabrina CarpenterWhere stories live. Discover now