- No tienes fotos con nadie. -comentó mirándome.

- ¿No tienes amigos en Nueva York? -preguntó Gavi levantándose de la cama.

- Tenía una amiga y un.. bueno, no, ya no tengo a nadie. -hablé recordando.

- Pues ahora vas a tener una. -Pablo cogió mi cámara polaroid de la estantería y tiró de mi hacia él.

Me reí, pero posé entre los dos, con una sonrisita cuando Pablo hizo la foto y empezó a salir de inmediato.

- Salimos guapísimos. -aseguró Gavi colocándola en la estantería.

Sonreí al ver la foto.

- Ya podemos irnos. -Pablo abrió la puerta y los tres bajamos.

- ¡Me voy con ellos a la playa! -grité para Frenkie y Mikky.

- ¡Cuidad a mi cuñada si no queréis que os pateé el culo! -gritó Frenkie y se escuchó la risita de mi hermana de fondo.

- ¡Siempre! -le gritaron los dos a la vez y yo me reí.

Conseguimos llegar a la playa después de pasarnos el camino cantando las canciones de Taylor Swift, ya que al parecer, los Pablos eran fans en secreto de ella.

Nos tumbamos en la arena, en las toallas que Gavi había llevado y así pasamos la tarde, al sol, en bañador, en una playa lo suficientemente tranquila como para que nadie, más que dos chicas que nos vieron vinieran a hacerse fotos con ellos, me ofrecí a hacerles las fotos y ellas me lo agradecieron un montón.

Hasta que a Gavi se le ocurrió la idea de ir en busca de un helado.

Pero el maldito coche no arrancó.

- No puede ser. -se quejaba Pablo una y otra vez.

- ¿No podemos llamar a alguien? -pregunté.

Los dos me miraron a la vez.

- Llámale, si lo haces tu vendrá. -aseguró Gavi. 

- Ni de coña, no pienso suplicarle nada, no. -hablé.

- Lo llamaré yo. -Pablo sacó su teléfono y puso el altavoz.

Después de unos cuantos segundos, su voz sonó a través del altavoz.

- ¿Pablo? ¿todo bien? estaba a punto de empezar una entrevista. -contestó él.

- Tío estamos en la playa, el coche nos ha dejado tirados, no arranca, ¿estás cerca? -preguntó Pablo.

- Estoy en los jardines, a diez minutos andando, venid y cuando termine la entrevista os llevo a casa. -aseguró y colgó.

Joder, genial.

- Te van a encantar los jardines, son preciosos. -aseguró Gavi pasando un brazo por mis hombros.

- Más flores, ¡yupiii! -sonreí de forma falsa y ellos dos soltaron una carcajada.

Caminamos los diez minutos hasta llegar ahí y cuando llegamos y le vi, me puse nerviosa.

¿Por qué cojones me ponía nerviosa?

Llevaba una camiseta blanca manga corta con un pantalón vaquero, el pelo peinado con algunos mechones cayéndole por la frente y los ojos le brillaban mientras hablaba con la periodista, que no perdía punto de su cara, con esa sonrisa de asquerosa y...

- ¡Mira esto, Maddy! -gritó Pablo sacándome de mis pensamientos.

Me giré hacia ellos y corrí hacia donde estaban.

Era un campo enorme, justo detrás de la periodista y el cámara.

- Es precioso. -admití.

- Baila conmigo. -pidió Gavi tirando de mi mano.

- ¿Y yo qué? -se quejó Pablo.

Le cogí la mano a él y los tres empezamos a reírnos mientras dábamos vueltas entre las flores.

- ¿Sabes bailar la macarena? -preguntó de repente Gavi.

- ¿La macarena? ¿qué es eso? -pregunté sin saber que era.

Los dos se hicieron los sorprendidos y no dudaron en enseñarme la coreografía mientras cantaban la canción.

No podía parar de reír cuando conseguimos bailarla los tres a la vez.

Veía a Pedri mirándonos.

Y cuando terminó la entrevista, vi como la periodista le daba un pequeño papelito y él se lo guardaba en el bolsillo.

Vino hacia nosotros.

- ¿Enserio? ¿la macarena? -preguntó cruzándose de brazos.

- Maddy no la conocía. -contestó Gavi riendo.

- ¿Nos vamos? tengo prisa. -dijo mirándonos, aun cruzado de brazos y con las cejas fruncidas.

- ¿Tienes que quedar con esa periodista? -pregunté caminando delante de él.

- ¿Celosa, Maddy? -preguntó Pedri riendo.

- ¿De ti? nunca. -solté una carcajada y me fui al lado de Pablo, que pasó su brazo por mi hombro mientras caminábamos hacia el coche de Pedri.

Los Pablos se metieron primero en el coche y Pedri tiró de mi brazo cuando fui a entrar detrás.

- Que sepas que no voy a quedar con esa periodista, que pienso conseguir la cita que quiero contigo me cueste lo que me cueste, amor. -susurró cerca de mi.

- Te dije que no aceptaba citas de cualquiera. -gruñí.

- Te aseguro que yo no soy cualquiera. -gruñó de vuelta.

Me solté de su brazo, con el corazón acelerado y me metí en el coche, él hizo lo mismo.

No, él no era cualquiera, pero no podía tener esa cita con él ni tampoco se la había ganado.

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2 COSAS IMPORTANTES

1. TENEIS UN TIKTOK Q SI LLEGA A LOS 3 MIL LIKES OS SUBO DOBLE CAPITULO Y A PARTA ESTA SEMANA OS SUBO TAMBIÉN EL CAP DE ¿AMOR?

2. SIENTO HABER DESAPARECIDO AYER, ESTABA EN LA KINGS LEAGUE EN EL CAMP NOU Y ESTABA FLOTANDO DE ALEGRIA, VIVAAA EL BARRIOOOOO

Strangers +18 - Pedri GonzálezWhere stories live. Discover now