1. Bienvenidos a Rydell

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Ultimo día de vacaciones, y por primera vez todo estaba en calma.

Estaba escuchando a Elvis y leyendo una revista cuando unos golpecitos se escucharon en mi ventana, giré mi cabeza y estos se callaron, cuando volví a la revista estos seguían. Me asome y ahí estaba aquel carro tan hermoso.

-¿Pensaste que íbamos a dejar pasar este día?-hablo Marty dando unos pasos hacia adelante. -Vamos. Ven-me hizo señas para que bajara.

Solo sonreí, tomé mi chamarra y baje por la "escalera" que era simplemente para que la enredadera de mi mamá estuviera sana y no la pisara nadie. Subí al auto.

El palacio helado estaba lleno, parecía que si entraban más adolescentes el lugar reventaría, muchos de los chicos se abrieron paso y miraron conforme íbamos avanzado, algunas chicas se secreteaban. ¿Qué puedo decir? El es el efecto pink ladie, todas quieren pertenecer pero solo algunas lo logran o en este caso ninguna, desde que había entrada en primer año no volvimos aceptar o al menos hasta el año pasado cuando Sandy llego. -Espero que nos hayan guardado lugar-hablo Jan comiendo algo. El auto de los chicos estaba estacionado afuera del lugar, me sorprendía que siguiera vivo aun después de lo qué pasó en el trueno.

Todos bailaban al ritmo de la bamba, y los chicos como siempre riendo y fumando.

-Hola chicas.

-Hola Sandy-saludamos.

Pedimos lo de siempre, todos amontonados en esas dos mesas, al final éramos familia, una familia bastante disfuncional a decir verdad. No solo celebrábamos por el último año de la escuela si no que Frenchy había decidió volver a estudiar en Rydell después de una desventura opción de la academia de belleza.

-¡Hey!-hablo uno de los chicos, todos giramos a verlo, -¿Qué vez, idiota?-le pregunto a uno de los chicos que estaba ahí , pero este solo se limitó a verme como tonto. Rodee los ojos y le di la espalda.

-tres hamburguesas dobles con un poco de todo y soda de cereza con helado de chocolate-llevo Violeta con la charola y nuestra comida. Quizás nuestras comidas nunca son como lo pensamos, siempre algo pasaba entre las chicas y los chicos y una se quedaba a pagar toda la cuenta. Pero esta vez no fue así.

***

-¡Vamos!

-¡Corre que vamos a llegar tarde!-hablo Frenchy desde la ventana del auto. Ya debería de saber que cada inicio de año escolar llegábamos tarde porque una de nosotras se había quedado dormida, y esta vez fui yo.

Marty estaba sentada en el asiento de copiloto, Rizzo iba manejando; Frenchy peinando ese cabello suyo rosada que aún tenía, y Jan estaba arreglando la falda larga de cuadros que llevaba. La escuela era un dulce y hermoso caos todos volviéndose a encontrar después de las vacaciones. Casi morimos por culpa de Rizzo que se le olvidó que había un tope en el lugar.

-De vuelta a la escuela-habló Jan.

-Si, pero esta vez para graduarnos, y hacer lo que se nos plazca-hablo Rizzo mirándonos, se dio la vuelta y se colocó sobre sus hombros la chamarra.

-Hola preciosa-saludo Danny.

Danny Zuko debajo de ese caparazón de chico malo, y rebelde sin causa era uno de los T-birds con mejores sentimientos, te sabía escuchar, aconsejar y cuando la ocasión lo ameritaba incluso te defendía de aquellos chicos que solo se querían ganar fama de mala manera. Danny era mi mejor amigo.

-Hola, Zuko-le sonreí. -Ayer ya no te vi, ¿A dónde fuiste?-arqueé una ceja en su dirección con una sonrisa en mis labios esperando su respuesta.

Como si hubiera evitado mi pregunta miro mi falda, y ladeó su cabeza. -¿Falda nueva?

-Si-respondí con una sonrisa. -A clases Zuko.

McGee empezó hablar por el sonido. -Jóvenes, bienvenidos nuevamente a nuestra querida escuela-siguió adelante. -Está noche tendremos nuestra primera fogata deportiva, si no podemos ser atletas hay que apoyar al equipo-las risas ahogadas no faltaron. -Este año tendremos un evento especial con algunos ex alumnos-pareciera que nunca se le terminarían las palabras hasta que terminó con un: -Bienvenidos a Rydell.

Estábamos todos los chicos revueltos y divididos en las clases, estaba hablando con Frenchy cuando una mirada me hizo voltear, era el mismo chico del palacio helado, cruzamos nuestras miradas pero este volvió rápidamente su vista al libro de historia que tenía, raro, pues estábamos en biología. Una leve sonrisa se dibujó en mi rostro pero tuve que abofetearme mentalmente evitando cualquier cosa; Kenickie tomo a una de las ratas que teníamos dentro de los frascos para su conservación y la puso en la bolsa de Patty Simcox. Tardo cinco minutos en meter la mano a su bolso y sacar a la rata; su grito de susto se escuchó en todo el laboratorio.

Las risas de unos cuantos se hicieron presente, -¡El año pasado igual caíste!-hablé entre risas y ella salió corriendo.

Danny pasó su brazo detrás de mis hombros.

El almuerzo fue tranquilo o al menos hasta que Frenchy empezó con el interrogatorio para Sandy; no preste atención, con la mirada buscaba al chico del palacio helado, pero no estaba ahí.

Las clases fueron cortas por ser el primer día pero ello no significó que sería día libre para los T-birds y Pink Ladies; a la última hora una pequeña pelea se abrió paso en el estacionamiento los escorpiones habían llegado para molestar a los chicos (parecía que no tenían nada más que hacer). Habían golpeado el auto de Danny, y Kenickie defendió a su mejor amigo, cosa que no hubiera salido mal hasta que uno de los escorpiones saco su navaja. -¡Acaba con el, Kenickie!-grito Doody. El entrenador salió y detuvo la pelea en ese momento, llevándonos a las dos bandas a la oficina de McGee.

-Nosotras no hicimos nada.

-¿Por qué no le partiste la cara?

-¿Es enserio?

Diez adolescentes hablando y reclamando al mismo tiempo. Ya tendría que ser habitual vernos a una o a las dos bandas en dirección cada año. McGee ya ni siquiera si molesto por saber que había pasado, solo abrió la puerta y se recargó con los brazos cruzados en el marco. -Bienvenidos al nuevo año en Rydell-fue lo único que dijo antes de girar sobre sus talones y cerrar la puerta.

El nuevo orden Where stories live. Discover now