La habitación del demonio

Yuko

Siempre fui diferente, pero no solo por mis hábitos, desde siempre fui un demonio.
Soy un dios pero a la vez, pero los dioses nos dividimos en 3 clases: Dioses con sangre de ángel, dioses con sangre de demonio y dioses con sangre de los dos.
Yo, tengo código moral, pero si debo matar lo haré y será despiadado.
La última vez que una profesora me dijo que no le contestara la tiré de un edificio, por eso me tuve que ir de mí anterior colegio. Mis padres humanos (no biológicos) no saben que soy un dios.
Tuve que ocultarlo ya que los pondría en peligro, y aunque, parezca despiadado, también puedo sentir. Pero me es difícil aceptarlos ya que la última vez que estuve con un familiar (mí hermano biológico) me intentó asesinar. Fue un recuerdo muy traumante ya que decidió mí lazo como dios, mí lazo divino.
Ya que, al ser pequeños, uno es un dios pero no es ni un demonio ni un ángel, uno va creciendo y cada 500 años puede cambiar de decisión. Mí familia biológica era bastante divina ya que mí madre y mí padre son dos ángeles, yo soy un demonio y mí hermano era otro demonio.
Por cierto, si alguien se lo pregunta, mí familia biológica murió asesinada por mí hermano.
  Es la hora de masacr... Digo... de ir al colegio. Desgraciadamente, una compañera me persigue a todos lados, se llama Mindy, lamentablemente mí magia no funciona en temas de amor, porque sino, ya le habría pegado con una bomba nuclear. Además, solo el Dios más poderoso de un planeta puede destruirlo por completo (yo nomás puedo matar a unos pocos millones). Y si, por si no quedó claro hay otros Dioses, que además son más poderosos que yo.