Invitación

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Warren llegó antes al trabajo porque le pidieron abrir el restaurante. Se paró cerca de un espejo tras la caja y se hizo una pequeña colita.

-. Puedo hacerte una trenza si quieres. La voz de Layla lo hizo pegar un pequeño salto, su expresión seria de siempre desapreció por unos segundos por la impresión, y tal como si fuera una película de romance típico, se le quedó viendo.

Layla decidió estrenar lo que se compró con Magenta para sentirse mejor, bonita, sobre todo. Traía un vestido verde hasta la rodilla, el cabello tomado en dos trenzas con pequeñas flores incrustadas.

Se veía bonita, fue lo primero que Warren pensó, recordó cómo se veía en el baile, y se dio cuenta que el verde no era solo porque era una alusión a sus poderes sino porque le quedaba bien.

-. ¿Si me dejo trenzar me voy a ver como tú? Ella lo pensó y dijo que sí. -. No gracias.

Ambos rieron y comenzaron a limpiar, Layla pensaba como podía lograr que sus conversaciones fueran más largas, que no fuera solo sarcasmo, pero no sabía cómo.

A la hora de cenar, ambos tenían un rato de descanso, Warren acostumbraba a sentarse en una de las mesas vacías y leer, pero prefiero tomar aire fresco sin olor a comida de preferencia.

Layla estaba sentada en un banquito a pasos del restaurante, al verla él se dirigió hacia ella.

-. ¿Qué haces florecita? Se sentó a su lado mientras veía como ella re direccionaba las platas que crecían bajo el asfalto.

El sobrenombre la confundía un poco, si ya le decía nombres eran más cercanos ¿no?, pero Layla no sentía esa cercanía, no todo el tiempo al menos, pero le gustaba, prefería eso que hippie, sonaba más... tierno.

-. Tratando que las flores no se mueran, ya sabes, salvando al mundo como siempre. Le cerró un ojo y sonrió.

-. Toda una súper heroína. Warren lo dijo apropósito, quizá jamás mostraría tanto interés ni intentaría cambiar las cosas porque eso no iba con él, pero eso no lo detendría a decir lo que piensa.

-. Basta con eso, estoy a esto. Hizo un gesto con sus dedos. -. De cambiar de clase, pero no me veo yendo donde el profesor Boom y decirle mire y ¡puff! Hacer crecer la selva amazónica en el gimnasio, además no me veo como héroe, quiero salvar al mundo, pero la palabra héroe, no me viene, al menos no como lo pintan en la escuela. Habló seguido y rápido, con una expresión seria que hizo sonreír un poco más a Warren. -. No te rías.

-. No me río, te lo juro, es que hablas rápido. Warren se estiró y ajustó uno de sus guantes. -. Tienes razón, seas asistente o héroe, le harás bien al mundo.

Layla quería sonreír y abrazarlo, pero solo lo quedó mirando, siempre le decía cosas amables en los momentos inesperados o quizá ella era la equivocada que no esperaba tanto de él.

-. Digo lo mismo. Respondió luego, ahora sonriendo ampliamente. Vio que Warren estaba listo para protestar, pero ella no lo dejó. -. Digo lo mismo, dije.

Volvieron al trabajo sin hablar, pero ambos sonreían, porque al parecer eso era lo único que podía hacer Warren cerca de ella.

Layla llevaba una cuenta a una de las mesas, se había adaptado bien. Llevaba un lápiz en el cabello, se movía con agilidad y su sonrisa nunca abandonaba su cara.

Una persona en lugar de dejar propina dejó dos entradas para una exposición de arte, Layla las tomó y siguió a la mujer, quien le dijo que podía ir si quería, que ella estaría exhibiendo uno de sus cuadros.

Corrió hacia Warren, quien estaba lavando unos platos, como la dueña no estaba cerca, fue a hablarle.

-. Señor Peace, ¿Le gustaría ir a una exhibición de arte? Dijo entusiasmada mostrándole las entradas casi en la cara. -. Conmigo por supuesto.

El frunció el ceño tratando de leer lo que las entradas decían, pero ella las movía mientras hablaba.

-. ¿Qué tipo de arte hippie? Preguntó y tomó una de las entradas. -. Espero que no sea nudismo o algo así. Las mejillas de Layla enrojecieron, cosa que hizo reir a Warren.

-. ¿Me vas a acompañar o no? Es mañana luego del trabajo. Le quitó la entrada de sus manos y espero su respuesta con una mano en su cintura.

-. ¿Will no quiso ir? Dijo sinceramente, sabía que ella lo consideraba su amigo, a veces el mismo sentía mal cuando se portaba odioso o se alejaba de ella, pero al contrario de él, Layla tenía varios amigos, conocidos con los que hablaba, y estaba seguro que podía ir con otra persona.

-. No le estoy preguntando a Will, te estoy preguntando a ti, pero si no quieres venir, bueno, entro a la exhibición, salgo y luego ocupo la otra entrada para volver a pasar. Guardo las entradas y quiso darse la vuelta, pero esperó que el la detuviera.

-. Si me aburro me voy. Le dijo luego de un largo y eterno minuto mirándola entre ojos.

-. Claro. Su sonrisa era aún más grande. -. Bueno, de vuelta al trabajo. Ella se fue casi corriendo. 

Get your guns

As they come (Sky High)Where stories live. Discover now