ㅤㅤㅤ ⠀⠀⠀ I am fucking crazy ㅤㅤ(ㅤskzㅤ)ㅤ ㅤ𝗌𝗍𝗈𝗋𝗒ㅤㅤ

ㅤㅤㅤㅤㅤyou break a rule

WARNINGS: Menciones de secuestro, restricciones físicas, Etapa temprana del Síndrome de Estocolmo.

— Resumen : Rompes una regla, lo que te lleva a un castigo.

" Te lo merecías, dijo. "

Una lágrima rueda por tu cara cansada, haciéndote cosquillas al caer. Tal vez te merecías esto, piensas. Todo fue culpa tuya por pensar tontamente que podías preguntarle a Félix cómo estaban tus padres. Deberías haberlo sabido mejor, conocerlo mejor. Rompiste la única regla que te había impuesto. Cuidar solo de él y de nadie más.

Y últimamente intentaste ser mejor, incluso actuaste como si fueras una pareja amorosa y casi podías creer en esa loca fantasía. Te estabas ganando su confianza, lo sabías. Entonces, cometiste un error estúpido y ahora estás de vuelta en cero. De vuelta en el frío sótano, con cuerdas apretadas que cortan la piel sensible de tus muñecas y te mantienen aprisionado contra la pared.

La puerta del sótano se abre de repente, y escuchas pasos rápidos que descienden las escaleras, hasta que él entra en tu campo de visión y se para justo frente a ti. Su hermoso rostro tenía una expresión en blanco, sin ninguna emoción. Un cosquilleo de anhelo te ataca cuando te das cuenta de que extrañas su actitud tonta, ahora demasiado intimidado por su frente serio.

"¿Estas arrepentida?" un escalofrío recorre tu cuerpo al escuchar su voz profunda, ese tono siempre lograba hacerte sentir tan pequeño. Asientes desesperadamente con la cabeza, esperando que él vea cuánto lo sientes. "Félix, te lo prometo, lo siento mucho, todo fue mi culpa y yo-" Te interrumpe rápidamente Félix que se agacha inesperadamente frente a ti, agarrando tu mandíbula con una mano, tus labios presionados en un ángulo incómodo. , obligándote a dejar de parlotear.

"Y nunca me volverás a preguntar eso, ¿verdad?" tratas de responder, luchando con la mano de Félix en tu cara, pero él apenas se da cuenta. En cambio, sus ojos se enfocan en los tuyos, una mezcla de locura y obsesión dentro de ellos, el terror te llena al verlos. Después de un momento de contacto visual incómodo que te hace temer lo peor, Felix te da un beso rápido en los labios y deja caer la expresión fría en su rostro, reemplazándola con una cálida sonrisa. Su mano deja tu mandíbula, yendo a por los nudos de las cuerdas, soltándote. "Está bien, cariño, sé que no lo decías en serio, ¿verdad?" asientes con la cabeza mientras sientes que tus manos escapan de las cuerdas ásperas, evitando mirar a Félix mientras sus manos se frotan a los lados de tus brazos, tratando de calentarte.

Un suspiro de alivio escapa de tu boca, pero no dura mucho mientras sus manos presionan una vez más tu rostro, esta vez más suavemente. Acerca su rostro al tuyo, tan cerca que tus narices casi se tocan y te permite ver sus pecas de cerca. La proximidad no correspondida hace que contengas la respiración mientras tu cuerpo se tensa por su acción. Sus ojos peligrosos descubren un agujero en ti con su intensidad.

“Pero esta es mi última advertencia, bebé, haz este tipo de mierda otra vez y te juro que no te gustarán las consecuencias”.