__ ¡Sabine! - profiero rasgando mis cuerdas vocales - Sabine lo hizo junto a Ronald. Pero no lo vas a creer porque tú maldito orgullo de hombre herido no te permite ser comprensivo.

__ Es difícil creerte.

__ ¡¿Porqué?! Les crees a todos menos a mí. Todos pueden traicionar, matar y hacer lo que se les dé la gana, menos yo ¿verdad? - se ríe - Que conveniente para todos. A mi no me dejas defenderme. Solo juzgas y juzgas lo que hago e hice en el pasado cuando también hiciste lo mismo. Pero la que estuvo mal fui yo. La que no puede excusarse soy yo.

__ ¡Porqué no tienes el derecho a hacerlo!

__ Porque no puedes dejar que todo ese muro lleno de odio para mí sea destruido. - declaro - Eres un maldito egoísta que solo piensa en venganza porque al señor le quitaron el poder que tanto presumió.

__ ¡Que tú ayudaste a quitarme! - la respiración empieza a faltar

__ A tí te quitaron poder, a mi la vida. - determino - Lloras por qué no tienes lo que antes, mientras lo hice porque ni siquiera me dejaron tocarlo. No lo vi, no lo sostuve, no pude siquiera respirar cerca suyo. En una habitación decente, solo una maldita esquina oscura con mil ratas a pocos metros donde perdí la consciencia. Sin oír nada.

__ Porque no quisiste

__ Cree lo que quieras - paso la mano por mi cuello - Ya no me importa - mi mano está temblando y noto lo que ocurre. Necesito irme. - Me dejaste de importar desde que preferiste enviar una nota diciendo que me matarías a una para saber que pasó.

Me pica el cuello

__ Ódiame. Sigue haciendo eso. No pienso aclararte nada porque no lo mereces - el codo también tirita y debo detenerlo - Sigue en ese lugar lleno de ira que te ahoga, total no voy a luchar para vivir cuando mi hora llegue.

Salgo a toda prisa. Necesito salir de este sitio antes que todo se descontrole. En estos instantes es que me odio por no hacer caso y tomar el medicamento. No estaría pasando si lo hubiera hecho.

No tengo control de mis manos, todo me da vueltas y la cabeza me quiere explotar con los recuerdos que reproduce

Mis dedos tiemblan al deslizarlos en la pantalla pero logró dar con su número

__ Elisa... ven... necesito - las sienes pulsan dolorosamente con mis pasos que puedo sentir aplastarme.

__ ¡Dime donde estás!

Se escucha apresurada. Sabe lo que me pasa porque ha lidiado con esto muchas veces hace años. 

__ Sofía dime donde estás. Por favor.

__ Te voy a enviar la...

No puedo articular una idea. Todo me duele.

__ Con...

No puedo evitar caer pero no es el suelo lo que me recibe sino unos brazos que reconozco y que sé serán mi pérdida total a los impulsos que he mantenido controlados

Donovan.

*******

Despierto al ver la claridad pegarme en la cara. La cabeza me duele y no reconozco la habitación donde estoy.

Los párpados pesan, es una tortura el abrirlos. Sopeso la idea de irme, evadir y olvidar. Eso funciona. Al menos lo hizo antes.

Un relámpago me hace dar un respingo. Una tormenta resuena afuera.

__ Esperaba que fuera más tardía tu despertar. - la voz de Donovan me sobresalta. Llevo la mano al pecho y lo acribillo al verlo sentado en un sillón cerca de la ventana. - Siete horas, treinta y ocho minutos inconsciente.

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