DIASPORA (neteyam sully) BORRADOR

C A T O R C E

Fue allí cuando los dos escucharon una alarma. La misma alarma que hacían sonar siempre cuando algo importante ocurría.

─Tenemos que ir ─apresuró Neteyam mientras ayudaba a Luna a levantarse del suelo.

Cuando ambos llamaron a dos Ilus y montaron sobre ellos, se dirigieron con rapidez a los riscos donde vivían los del clan de los grandes hielos.

Cuando bajaron, corrieron colina arriba solo para ver cómo los mayores de la manada Leekran corrían inquietos y envueltos en la alarmante situación del momento, ayudando lo más que podían a sus hermanos na'vi.

Luna'pey buscó por todos lados a su familia, e incluso le preguntó a varias de las jóvenes del grupo de electas y a varias personas mayores que eran cercanas a su abuelo Keni. Pero solo logró preocuparse más y más aún, cuando notó cierto patrón en sus miradas y tonos de voces: lástima y compasión. Neteyam, quien se mantenía a su lado después de todo, la incitaba a mantener la calma cada vez que ella soltaba un siseo de frustración.

La ayudó a buscar. Y cuando pensaron que su familia no estaba por ningún lado, la voz de alguien a sus espaldas los alertó:

─¡Aquí estas!

Lo siguiente que la peliblanca supo fue que estaba atrapada en los brazos de su hermano mayor.

─¿Qué está pasando, Kit? ─le preguntó con desesperación corriendo por sus venas.

El peliblanco mayor se separó y le dió un beso en la frente en un gesto de alivio. Luego hizo un apretón de manos con su amigo Neteyam.

─Gracias por encontrarla ─le dijo, agradecido. Y luego miró a su hermana, quien lo miraba expectante─: Son Tanhì y Tirey. No están por ningún lado.

Un escalofrío recorrió la espina dorsal de Luna'pey y un revoltijo en su estómago la hizo querer vomitar. Sintió un miedo gigante al pensar en sus dos hermanitos pequeños, perdidos en solo Eywa sabía dónde.

─¿Cómo...? ¿Desde cuándo...? ¿Dónde está el abuelo? ─sus preguntas solo quedaban a medias por su tartamudeo.

Sintió cómo el Sully se acercaba más a su lado y la cola de él comenzaba a rozar su espalda en un gesto que pretendía hacerle saber que estaba con ella. Él comprendía la sensación por la que la familia estaba pasando; así mismo se había sentido él cuando Lo'ak desapareció.

─No lo sé, Lu. No sé desde cuándo, yo estaba practicando mis tiros con arco con Marek cuando el abuelo me llamó preguntando por tí y por los niños ─se restregó el rostro y el cabello. Luna dió un paso al frente con una mueca de pena al sentir la culpa que emanaba de él─. Tienen que aparecer, o sino yo...

─Tranquilo, bro ─intervino Neteyam, posando una mano en el hombro de su amigo─. Van a aparecer, ten fé.

─¿Dónde está el abuelo? ─volvió a preguntar, esta vez con su tono más claro.

─Aquí ─le respondió el aludido llegando con sus nietos.

El hombre tenía su rostro serio, más enmarcado ahora gracias a varias trenzas que la menor de la familia le había hecho esa mañana. Luna no resistió mucho más, y se acercó al mayor para recibir un abrazo del hombre al cual consideraba su padre por encima del título de abuelo. Pocas veces dejaba que personas fuera de su círculo familiar vieran lo vulnerable que llegaba a ser, así como a Neteyam en ese mismo instante. Pero no le importó, nunca le importaba cuando se trataba de su familia, de sus hermanitos pequeños a los cuales, siempre que lo necesitaban, cuidaba como una feroz guerrera Leekran.

Neteyam solo miraba desde un plano más lejano, un tanto incómodo, pues notaba la situación como algo muy íntimo. «Asuntos de familia», casi pudo oír la voz de su padre en su cabeza.