𝑭𝒊𝒆𝒔𝒕𝒂╎ ᵖᵃʳᵗᵉ ²

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‖ Kelly Lisbone ‖

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‖ Kelly Lisbone ‖

¡Puedo tocar a Gojo! ¡Puedo hacerlo! Es tan fantástico que no use su estúpido poder porque así tengo con que controlar mis nervios. Desde que entramos siento que me estoy asfixiando y creo que parezco una piñata. Mi ego se vino abajo por la cantidad de mujeres hermosas y refinadas que daban vida al evento, ahora solo quiero desaparecer.

A diferencia de Satoru no tengo con que levantarmelo, pienso en mi cabello o en mis ojos pero hay al menos tres mujeres de ojos azules y cientos de ellas con el cabello oscuro.

Esto es una porquería.

Sin embargo, agradezco que Satoru no me suelte porque en este momento, increíblemente, es lo único que me da seguridad y confianza, al igual que valentía, la suficiente para no salir corriendo.

No entiendo porque alguien como Satoru asiste a este tipo de eventos, puedo creer que Suguru lo hace porque es más del tipo reservado y elegante, pero Satoru es todo lo contrario y me cuesta imaginarlo. Se que el evento fue organizado por miembros de los clanes más fuertes en el mundo del jujutsu, pero, no he visto a ningún familiar de Satoru, al menos no directo.

De reojo miro a Suguru y muchas veces— más de las que quiero admitir— encuentro su mirada en mi, es que, por dios, se ve tan increíble, tan hermoso... incluso él se ve magnífico en smokey. Me cuesta no mirarlo, no escucharlo reír con las tonterías de Satoru o charlar con Shoko.

¿Es malo tenerle envidia a Shoko? Yo no puedo sostener una conversación con él porque me pongo nerviosa y siento que mi cerebro arde en llamas. Es tan genial.

Odio al dúo.

—¿Un dulce?

Satoru tiene en sus manos una barra de chocolate y no dudo en aceptarla, le quita la envoltura y me ofrece la mitad de la barra.

—¿Donde hay dulces?

—No lo sé— confiesa— lo traje conmigo. Estas comidas apestan, igual de aburridas que la fiesta.

—Pues esas personas no dicen lo mismo.

Hago referencia a los matrimonios que bailan al son del violín y el chelo.

—Eso es aburrido— reafirma.

—Es más aburrido quedarse aquí, ¿no lo crees?

Encoge los hombros y muerde el trozo de chocolate sobrante, Shoko y Suguru vuelven de hablar con no se quien pero ambos parecen estar sonrientes, hace un momento estábamos con ellos pero por alguna razón que agradezco, Satoru decidió alejarse a esta parte del lugar y como buena amiga que soy, lo acompañe.

𝐀𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐭𝐢 ‖ 𝑮𝒐𝒋𝒐 𝑺𝒂𝒕𝒐𝒓𝒖, 𝑮𝒆𝒕𝒐 𝑺𝒖𝒈𝒖𝒓𝒖Opowieści tętniące ÅŒyciem. Odkryj je teraz