relatos cortos de la familia dC

MANDALA

¡SOCORROOO!
-“Te invito a una mandala y con esto acabamos, no te molesto más”
¡Qué estúpida! ¡Qué ignorante fui!
Pensé que una “mandala” era el nombre de una nueva combinación de hierbas que daba como resultado una exquisita infusión de las que tanto me gustan.
Nunca imaginé verme inmersa en un laberinto del que no solo no podría salir sino que me acarrearía tanta angustia.
Acepté. Y no empecé a sospechar hasta que comenzamos a alejarnos de la ciudad. El brillo de la carretera, a primera hora de la tarde, fue el presagio de algo inesperado, insólito, irremediable ya en ese momento.
- “¿Dónde vamos?” – Increpé
- “No te preocupes. Sé que te gustará. Siempre presumes de que te encantan los juegos divertidos y de que sueles ganar a todos tus contrincantes, así que quiero darte una última sorpresa”
En cuestión de minutos entramos en la “Mandala”, un colorido laberinto con esa forma, lleno de espejos con diferentes tonalidades y cargado de exuberantes plantas que me impedían intuir las posibles salidas.
-“Te dejo disfrutar sola. Hoy no necesitarás oponentes. ¡Que te diviertas tanto como lo hiciste conmigo!”
¡SOCORROOO!
Estoy atrapada en este círculo. No sé cuántas escaleras he subido y he bajado, cuántas hojas he apartado para descubrir una puerta inexistente al otro lado que, finalmente, se convierten en un reflejo de mí misma. No sé qué dirección he tomado, ¿izquierda, derecha?, para abrir otra puerta que tampoco conducía  a ningún sitio. No sé qué pasillos he tomado para llegar siempre al mismo corredor.
Desconozco el tiempo que llevo aquí dentro. Estoy exhausta. El silencio me oprime. El miedo me devora. El cansancio me agota.
¡SOCORROOO!
¿Ha sido este el castigo por la sinceridad de mis sentimientos?
Lo siento Raúl. Nunca hubiera imaginado que alejarte de mí sería el detonante para encontrarme en esta situación.
Lo siento. Lo siento. Lo siento. ¡Sácame de aquí!
¡SOCORROOO!

Silencio….

¡A ver, todo el mundo fuera. Vayan preparándose los del siguiente turno”

PASEN, PASEN A LA NOVEDOSA ATRACCIÓN QUE LES ATRAPARÁ EN UN SEGUNDO.
PASEN UNOS MINUTOS DE INFARTO INTENTANDO ESCAPAR A SU DESTINO.

Gracias por su participación. Muchas gracias. Esperamos verles de nuevo por aquí.

-“Raúl, Raúl, no vuelvas  a soltarme la mano otra vez o te vas a enterar!”
¡Dios mío! ¡Qué novio me he echado!
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Este relato está escrito por Esther dCS