DUO: Demonio Imparable.

El Zorro

Las nubes ocultaban la luna llena, a través de la calle un hombre delgado, con el torso descubierto, al borde de la desnutrición, sus ojos amarillos eran visibles a kilómetros, las luces de las calles le iluminaban manteniéndolo consiente de el camino correcto, se balanceaba de izquierda a derecha caminando sin detenerse pero con una gran cantidad de dificultades, el hombre cayo al suelo sangrando por sus ojos, nariz y boca, dejando un charco de sangre mientras gritaba implorando perdón, sentía que había cometido algo horrible para merecer este tipo de tortura, lloraba y la sangre se mezclaba con sus lagrimas de dolor, como si su dolor le hablara directamente a las nubes comenzó a llover. Inicialmente fue una pequeña llovizna pero luego comenzó a llover con fuerza, cada gota golpeando un 30% de la fuerza de un balin de plomo. Miro hacia adelante y vio a un hombre con el cabello castaño claro, su mirada permanecia en el hombre arrodillado en el suelo.

— ¿Muerte, has venido por mi? —Pregunto el hombre, pidiendo que asi fuera.

—Creo que el trabajo de el es mas sencillo que el mio. Pero no te preocupes hombre vine a ayudarte. —Dijo el hombre de pie.

Cubierto con un traje impermeable, observaba al hombre a través de su capucha, introdujo su mano rápidamente en uno de sus bolsillos, y apunto con un arma enorme, parecía una Pistola, pero el cañon era ancho, enorme, y las balas tenían el grosor de un pulgar, apunto directamente a la cabeza del sujeto sangrando, pero en cuanto iba a apretar el gatillo el hombre que seguía sangrando se abalanzo contra el intentando morderlo, pero el de traje leyó rápidamente los movimientos del hombre y dando un paso hacia atrás, chasqueo sus dedos de la mano derecha provocando un pequeño resplandor, como el Flash de una cámara desorientando al sujeto, el hombre de traje apunto con el arma de nuevo pero esta vez sin apuntar dio en el brazo derecho del hombre, la bala corrió a través del aire, y al llegar al brazo esta se expandio hasta doblar su tamaño explotando como un petardo.

La sangre y pedazos de carne del que antes era su brazo ahora volaban por el aire, al caer al suelo el hombre se mantenía de pie con la mirada perdida hacia el hombre de traje, corrió hacia el, intentando atacar nuevamente, pero el de traje disparo en el otro brazo, explotando nuevamente, mas pedazos, mas sangre, el hombre ya debería estar muerto, pero las anomalías como el eran muy difíciles de asesinar, y cuando el de traje pensaba que el trabajo ya iba a terminarse el hombre desnutrido cae al suelo sentado mirando el sitio donde antes estaban sus brazos, enojado pataleo y gritaba, de su cuerpo pequeño salieron dos patas largas, luego otras dos mas que se apoyaron del suelo haciéndolo caminar con estas, estas patas largas salían 2 de cada costilla, como si fuera una especie de araña o pulpo.

El hombre de traje intentaba disparar su arma pero se hayaba recalentada, asi que la entidad ataco aprovechándose de la debilidad del hombre, pero lo que no contaba es que el sujeto no cargaba únicamente esa arma, un hacha pequeña, un poco mas grande que una Tomahawk, tenia un diseño ergonómico como un arma antigua futurista, tenia una luz roja que le daba un diseño moderno y único.

Mientras la entidad intentaba atacar con sus patas, el hombre de traje corto rápidamente una de las patas con el hacha, provocando nuevamente un grito, luego antes de que volviera a reaccionar corto la otra con la que se sostenia al suelo, y esta vez el arma se había enfriado un poco, apuntando esta vez al centro del pecho disparo, la bala se inflo detonando el pecho de la entidad dejando un cráter en medio de su torso. El hombre de traje se limpio las mangas y se quito la capucha, observando la escena con sus ojos verdes, era un hombre de piel morena. Utilizando una tiza escribió un par de símbolos y los restos de la entidad comenzaron a hundirse en el suelo, como si las tragara, solamente quedo una especie de orbe de un vidrio duro y pesado, escribió en ella el símbolo de una "Pica" como el de los naipes y esta ascendió al cielo y al estar a unos veinte metros desaparecio teletransportandose a otro sitio.