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—El día es hermoso —Morticia miró con nostalgia por la ventana el ambiente lluvioso y algunas de las gárgolas que guiaban el camino a Nunca Más.

—Nunca imaginé que nuestra pequeña áspid decidiera regresar —Gómez se inclinó un poco hacia Wednesday— ¿Cuál fue tu oscuro deseo de estar aquí otro semestre?

—La curiosidad carcome mi alma, Jericó sigue repleto de misterios —Wednesday respondió a su padre.

—Bastante competitivo de tu parte, cariño —habló Morticia con una sonrisa orgullosa.

—Todo se basa en la competitividad, además, no creo que haya alguien más capaz para llevarlo a cabo —Wednesday bajó la vista cuando la vibración de cierto aparato molestaba en sus manos. Miró el mensaje de texto que su compañera de cuarto había enviado hace algunos segundos, no entendía por qué Enid le enviaba tantos mensajes cuando hace algunos minutos atrás le anunció su llegada.

Ambos padres estaban orgullosos de lo que había logrado su pequeña tormenta; la problemática hija mayor había podido construir su propio camino en la academia y así demostrar que no era igual a ellos.

El auto se detuvo frente a la puerta de Nunca Más, en donde se podía observar a los estudiantes despidiendo a sus familiares y entrar emocionados a la academia. La familia Addams bajó del vehículo para despedir al torbellino de problemas.

—Largo llevará tus cosas a Ophelia Hall —mencionó Morticia mirando a su hija— ¿Estás segura de que no necesitas que te acompañemos al dormitorio?

—Completamente segura. Me sé el camino, madre —Wednesday respondió rápidamente y su madre asintió escuchándola.

—Wednesday Addams, bienvenida de nuevo —la directora, Larissa Weems, se acercaba a la familia con una sonrisa—. Espero que este año no volvamos a tener problemas.

—¿Y dónde queda la diversión en todo esto? —Wednesday arqueó su ceja mirándola.

—Habrá bastante diversión sin necesidad de involucrar a elementos policiales —Weems miró amenazante a Wednesday.

Wednesday se limitó a suspirar, las ya conocidas náuseas regresaron cuando se topó con la alegría y positivismo de la directora Weems, su relación era un tanto extraña, considerando el antecedente con su madre. Después de una rápida despedida, se dirigió a su dormitorio compartido, y a tan solo unos pasos de llegar escuchó la molesta música pop que hacia sangrar sus oídos.

Era el perro color arcoíris.

—¡Weds! ¡Estás aquí! —la licántropo detuvo la música y se acercó corriendo a abrazar a Wednesday. Cinco segundos pasaron para que ambas se separaran por gesto de Weds—. Okey, vamos mejorando con el contacto físico —Enid mencionó con una sonrisa orgullosa.

—No mejorará más, eso te lo aseguro —dijo la gótica, ella miró el lado de la habitación de Enid—. Te instalaste rápido.

—Llegué años antes que tú, Weds. Estaba ansiosa por volver aquí ¿Qué tal tus vacaciones?

—Horribles, fue demasiado contacto familiar —Wednesday contestó—, aunque al principio lo disfruté, en especial hacer sufrir a mi hermano.

—Es bueno escuchar eso y saber que seguramente rompiste varios códigos penales, pero ese ya es tu problema —Enid se balanceó sobre sus pies, rodando hacia atrás sobre sus talones y rebotando de regreso en los dedos de sus pies.

—Aunque no lo creas, me alegra saber que no estás interesada en usarme como tu conejillo de indias para tus casos legales —Enid soltó una pequeña risa—, solo espero que al término de todo te encargues de arreglar mis asuntos, no quiero ser buscada en diversos estados.

Somebody Else |Wenclair|Where stories live. Discover now