John la recibió con los brazos abiertos cuando ella corrió a su encuentro, casi se había lanzado a el y lo abrazaba temiendo que lo que estaba pasando fuera un sueño, si estaba abrazando a John significaba que estaba cerca de abrazar a sus niñas, el castaño la estrujó entre sus brazos y ella acepto la calidez que el le otorgaba, se habían extrañado.

ㅡMi querido JohnㅡLogro decir la peliplateada en medio de su llanto.

LeahㅡEl caballero se atrevió a llorar también.

Ambos volvieron a sonreírse.

Los presentes miraban la escena sin saber muy bien que hacer, tras unos segundos se separaron, Laenaera tomo a su hija y permitió que su amigo la cargara, John la acepto gustoso y cuido sus siguientes movimientos, Laenor se aferró a la mano de su madre y juntos caminaron hacia la entrada del castillo dónde Daemon y algunos capas dorada los esperaban, el príncipe canalla observó con recelo a Laenaera, repasó todo su cuerpo asegurándose de que no llevará nada que pudiera amenazarlos, escaneo de igual forma a Laenor para finalmente posar fijamente en el bulto de mantas que Sir John llevaba en sus brazos.

ㅡBienvenida, Lady LaenaeraㅡDijo Daemon, un rastro de sarcasmo podía escucharse en su voz.

ㅡDaemonㅡSaludo.

ㅡVeo que estuvo bastante ocupada durante los últimos tres añosㅡEl príncipe señalo con la mirada a los dos pequeños niños.

—Veo que a ti no te dieron atención en esos tres años—Reto.

Daemon dio un paso hacia adelante y Laenaera sostuvo con más fuerza a su hijo.

ㅡMi principeㅡIntervino Sir ErrykㅡLa reina Rhaenyra dijo que cuando Lady Laenaera llegará fuera llevada a ella de forma inmediata.

Daemon quedó en silencio y tras unos segundos mostró una sonrisa.

ㅡEs cierto, mis disculpas por interrumpir su caminar, Lady Laenaera.

Tío y sobrina mantuvieron la mirada durante un largo rato, no fue hasta que Ryssa la tomo del brazo para continuar que ella despertó, nadie realmente sabía el por qué del odio entre ambos, Daemon era desconfiado, probablemente creía que ella ahora era una espía de los verdes, Laenaera también era desconfiada, pero a diferencia de Daemon, ella creía que el simplemente la odiaba por qué en el pasado no acepto su propuesta de matrimonio.

El camino al castillo le pareció eterno, adentro todo estaba en silencio, el salón del consejo quedaba escalones arriba, no había ningun rastro de ser viviente a excepción de los sirvientes quienes susurraban al verla llegar, allí los niños fueron separados de su madre, algunas nodrizas llegaron y trataron de tomarlos, Laenaera trato de impedirlo y solamente lo permitió cuando Ryssa prometió que los protegería, "Confío en ti, mis hijos están en un lugar desconocido y si algo les pasa mi cariño por ti desaparecerá y te matare", ante aquella amenaza, la Lady Arryn había asentido enérgicamente con la cabeza y partió con los niños, Laenor trato de quedarse con su madre pero ella lo envío con las nodrizas.

Sir John fue enviado con los niños por lo que fue Sir Erryk quien la llevo al salón del trono.

ㅡEspere, espereㅡLaenaera lo detuvo.

Sir Erryk se quedó estático con ambas manos puestas en las puertas del salón, la respiración de la Velaryon comenzó a acelerarse, había imaginado ese encuentro durante tantas veces en los últimos tres años y ahora como si de un sueño se tratara estaba a punto de reencontrarse con Rhaenyra, con su preciosa princesa que ahora sería su preciosa reina.

Con una afirmación silenciosa, Laenaera le indico que abriera las puertas, ahí dentro su panorama brillo, el trono de Dragonstone era imponente, no más que el trono de hierro, pero lo era. Sir Erryk entro primero.

Dragon's Sea [Rhaenyra Targaryen]Onde as histórias ganham vida. Descobre agora