Licking in the middle...

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Apenas Key bajó del auto y observó la lujosa mansión delante de ella, supo que haber aceptado ir esa noche había sido una mala idea.

Vista desde una prudente distancia, la mansión tenía cierto toque recatado; sin embargo, algunas luces extravagantes colándose por las rendijas de algunos ventanales dejaban ver que ese no era precisamente el mejor adjetivo para catalogar el ambiente en el interior.

Lo que sea que estuviera intentando demostrar, ya se estaba convenciendo de que no lo valía, incluso antes de entrar.

Estaba cumpliendo treinta y tres años, y estaba teniendo una crisis de edad; pero ¿esa era razón suficiente para aceptar una invitación a un lugar como ese? Ella simplemente no estaba hecha para esa clase de ambientes. Desde que su mejor amiga —Jess— había empezado a salir con el dueño de dicho lugar, un tal Jackson Cox, no había parado de hablar de las exclusivas fiestas y sus peculiaridades. De inmediato se había dicho a sí misma que era algo que ella no quería probar.

Por supuesto, no tenía la mente cerrada. No era el tabú detrás de todo ello lo que la frenaba, era simplemente que su forma de ser no se amoldaba a esa clase de locura, y sin embargo, ahí estaba.

—Por dios, Key, quita esa cara de pocos amigos. Ya estamos aquí, disfruta el momento. Si lo vivirás una sola vez, ¿por qué no vivirlo al máximo? —le dijo Jess, mientras intentaba arreglarle un poco el cortísimo vestido que le había prestado.

La mansión era conocida en la élite como una "casa de eventos", algo que evidentemente era un concepto bastante corto para las experiencias que dentro de ella se ofrecían. Según lo que le contaba Jess, se daban fiestas exclusivas para gente exclusiva con gustos particulares en cuanto al sexo se refería. Muy seguramente había hombres y mujeres dando espectáculos de striptease o algo así. En la mente de Key no dejaba de rondar esta idea de una tarima con luces neón y un tubo de metal en el centro, un acto no tan artístico, algo un poco vulgar y predecible; pero apenas entraron, se dio cuenta que su idea había estado completamente fuera de la realidad.

Gente con ropa carísima y porte refinado estaba reunida en el vestíbulo, que además de ser enorme, era absurdamente elegante. Un candelabro hermoso colgaba del techo alto, alumbrando de forma exquisita el lugar. Las personas conversaban amenamente entre tragos costosos y canapés ultra decorados. Key los miró con la boca abierta, casi podía sentirse como una mujer callejera con aquel vestido, que aunque era fino, estaba demasiado corto; sin embargo, nadie la miró mal. Pese a que esa gente parecía estar reunida como para un evento de beneficencia, nadie la miró como si desencajara; de hecho, no la miraron en absoluto.

—Jess, cariño, que bueno que has llegado. Jackson me tiene mareada preguntando si ya estás aquí cada cinco minutos. Confiesa ahora mismo qué es lo que le das para tenerlo así en la palma de tu mano.

La cantarina risa de la mujer que las estaba recibiendo se escuchó por encima del murmullo de conversaciones en el lugar. Key podía empezar a percibir un boom en su pecho que indicaba que en algún lugar de la mansión había música estruendosa.

—Jenna, querida. Te diría mi secreto, pero ni yo misma lo tengo claro —contestó Jess igual de risueña—. Mira, ella es Key, la amiga que está celebrando su cumpleaños, espero Jack te lo haya mencionado.

Key se preguntó por qué tendría que ser comentado algo como eso. Seguramente un montón de gente iba ahí para celebrar cumpleaños y cosas así.

—¡Oh! Por supuesto, Jackson me lo dijo. Y no te preocupes, Key, está todo listo. Este cumpleaños estoy segura que no lo olvidarás nunca —le dijo la tal Jenna directamente a ella, con un tono de malicia y complicidad.

Eso solo ayudó a aumentar más sus nervios.

Tantas veces Jess le había casi rogado que fuera a ese lugar y todas las veces ella la había rechazado; pero había bastado un mal día en medio de su crisis de edad para al final terminar aceptando. Un impulso que ahora no sabía qué tan caro iba a costarle.

Magic Room © [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora