Paso saliva, observa su mano y con lentitud me suelta.

__ ¿Sabes a dónde te llevarán? - niega. - ¿Quieres irte? - vuelve a negar. - ¿Te gusta aquí?

Repara todo su alrededor, la cama, su suéter y sus manos para luego bajar la cabeza.

__ Espérame en este sitio. Si tienes sueño, duerme. Me encargaré que no te lleven.

No prometas cosas que no puedes cumplir, Sofía. No sabes si sus padres lo buscan.

Trago amargo al recordar esa palabra clave que me desmorona todo por dentro. No es el mío, me digo.

Sangre, sudorosa y casi sin conocimiento me veo en ese hueco asqueroso.

Me aparto de golpe, eso lo asusta y levanto la mano pidiendo disculpas.

No tengo que recordar nada de eso. No ahora, aunque se lo achaco a haberlo tenido tan cerca de nuevo.

Bajo casi corriendo al piso inferior, llego al despacho en donde Abraham clava los ojos en mí, Dylan señala la daga y conservo la calma.

__ Nada me asegura que esta arpía no nos haya traicionado - acusa el padre de Dylan - No sería la primera vez que se las dé de judas trayendo la muerte a quien desee.

Quiere que le baje la cara pero no está entre mis actividades hacerlo. Ninguno lo ha logrado, mucho menos a él que está destilando miedo atroz, justo lo que no quiero.

__ Es una de tus armas las que hay en uno de los cuerpos. Las heridas de Raúl son concordantes con el filo de tu cuchilla, no me digas que no.

__ Como tendría tiempo de hacer unos veinte cortes, en su cara, luego pasarme cuatro veces el filo yo sola y aún así sobrarme para deshacerme del custodio de Raúl. - ironizo y se prende en furia. - No seas ridículo, Abraham. No soy Flash.

__ No me vengas con sarcasmo ahora. Tienes la sangre de Raúl encima y quieres que te crea que no confabulaste para matarlo.

__ No lo hice - reitero - A mí más que a nadie le convenía tener la información que iba a sacar de Raúl. ¿Me crees estúpida para no detenerme a pensar en eso?

Guardan silencio sabiendo que tengo razón.

__ ¿Qué dijeron las cámaras de seguridad?

__ Alboroto. Gritos y un sujeto moviendose hasta perderse. - me dice Dylan dejándose caer en una de las sillas. - Nada concreto, prácticamente no tenemos nada.

__ Quien lo hizo conocía el lugar. Estuvo dentro en el momento del apagón, supo por quien iba y pudo contar el tiempo que tenía para salir - dictamina Abraham. - Las opciones son muchas. Raúl tenía enemigos grandes.

__ Pero no todos irían hasta la fiesta de aniversario del jefe del clan Myers a masacrarlo - debate su hijo

__ No todos les tienen miedo a los Myers - rebato con desinterés. Siento que me acribilla con los ojos pero ignoro tal hecho concentrando mi vista en la pantalla donde se reproduce una y otra vez la figura moviendose entre las sombras. Se ve el luzazo de una detonación, solo que no soy la herida, ni hubo nadie con señal de estarlo.

Puedo ver mi posición, cuando me sostuvo y quise acuchillar su abdomen. Cuando me lo quito de encima, me recuerda lo cerca que lo tuve, ese aroma a muerte que destila, muertes que él quiere crear.

__ Si vemos las cámaras una vez más desde el punto donde aún estaba iluminado el salón, la trayectoria del ataque podremos ver su rostro o donde salió. - apunto en la pantalla. Se miran entre ellos al verme colaborativa. - Que ustedes piensen que me voy a dejar de quién casi me asesina, no quiere decir que lo haré.

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