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-Luke-

—Súbete, Doson.

Miré a aquella chica pelirroja que poco a poco se estaba ganando una parte de mí, no me juzgaba, yo no era un simple drogadicto a sus ojos y eso se sentía bastante bien. Aplastó sus rulos con el casco de la moto y se veía bastante cómica.

—No te rías —dijo cruzando sus brazos.
Era tan fácil ver a través de ella, que podía palpar sus emociones con facilidad.

—No me río.

—Ya.

Rodó los ojos y se subió detrás de mí.

—Sujetate.

—Okay…

Sus brazos me rodearon por la cintura y pegó su mejilla a mi espalda. Su compañía era agradable, era bueno tener una amiga entre tanta mierda. Arranqué la moto y comencé a andar hasta la dirección que previamente ya me había dicho, aunque de vez en cuando me daba algunas indicaciones para llegar más rápido, entonces llegamos unos minutos después. Su casa se veía acogedora, como un hogar.

—Bueno, gracias por el aventón —me sonreía abiertamente.

—¿Mañana a las cinco?

Cuando estaba a punto de responderme una mujer también pelirroja y con sus mismos ojos verdes, cuando me vió sonrió, lo de ser transparente con las emociones venía de familia.

—¿Mañana a las cinco, Hannah? —preguntó la mujer.

Sonreí cuando noté que las mejillas de Hannah se enorojecian.

—Él es un compañero de clases mamá y habíamos quedado de ir a un lugar mañana…

—¿Qué lugar?

Antes de que Hannah respondiera que no sabía, me adelanté.

—Le quería mostrar un lugar especial para mí, le digo el boulevard…, pero puede estar tranquila que cuidare de su hija señora Doson.

La mujer sonrió, encantada.

—Me parece bien…

—Luke.

—Luke, lindo nombre, entonces mañana la pasas a buscar.

—Exacto.

—Estoy de acuerdo, ha sido un gusto conocerte Luke, pero necesito a Hannah para algunas cosas.

—Me parece bien, ha sido un gusto también.

Hannah se me acercó y apoyó sus labios en mi mejilla de manera repentina, cuando se alejó me miró a los ojos y se acomodo un mechón de pelo detrás de la oreja. Por primera vez me fijé en que sus pecas eran de distintos tamaños y que le recorrían toda la cara, me fijé que sus ondas estaban bien formadas y que sus ojos eran grandes e infantiles. Me extendió el casco y lo agarre de manera algo torpe.

—Nos vemos mañana, Howland.

—Hasta mañana, Doson.

—Sé puntual, odio la impuntualidad.

Sonreí, yo siempre era puntual.

———

-Hannah-

Mierda, mierda, mierda.
Odio la impuntualidad, eso había dicho y realmente lo hacía, odiaba la impuntualidad, pero justo en ese momento estaba en una crisis de vestuario y quedaban quince minutos para que Like pasará por mí. Estaba estresada, quería tirar todo mi ropero por la ventana.

Boluevard| un fanfic de Luke HowlandWhere stories live. Discover now