capítulo 10

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JiMin tocó el timbre y se acomodó el cabello, luego vio la hora. A decir verdad estaba muy nervioso, obviamente que sí, cualquiera estaría así estando a una situación igual al que él estaba. No llegaría a casa diciendo que espera un hijo con YoonGi y que no tienen una relación. Iba a darse la vuelta e irse porque los nervios le ganaron, pero una pequeña de cabellos rizados abrió la puerta con una pijama amarilla y una muñeca en su manos.

─Doonie, ¿Qué te he dicho de abrir la puerta?─ChaeIn reprendió a la niña alzando la mirada encontrándose con JiMin.

─Un gusto volverla a ver ChaeIn─dijo JiMin amablemente.

─¿Vienes a ver a YoonGi?─habló ChaeIn cargando a la pequeña. Por un momento JiMin se imagino a sí mismo cargado a una pequeña niña de rizos chocolates y de ojos pequeños.

─Sí─afirmó─. ¿Ya se ha levantado de la cama?

─Ya estoy listo─habló YoonGi bajando rápido las escaleras. JiMin se contuvo de ir y ayudarlo a bajar con sumo cuidado, pero se quedó quieto en su lugar. Desde que supo del embarazo del menor sus instintos protectores salieron.

─¿No se quedan a comer?─preguntó CharIn─. Preparé algo rico.

─No mamá, vamos a salir─dijo YoonGi tomando su celular juntó con su cartera─. Al rato volvemos.

─Si no nos matan─murmuró JiMin.

                             
Hace algunos minutos llegaron a la casa de Park, pero JiMin quería esperar unos minutos antes de entrar, porque estaba demasiado nervioso en esos instante. Ya era mayor de edad, pero tenía miedo en decírselo a su familia. Esto le hacía recordar cuando iba salir del closet por la manera en que en ese momento que iba a salir el closet. Sus manos sudaban y se apretaba las piernas para darse ánimo, en la forma en que su corazón empezó a latir de forma rápida, en el nudo que se formo en la boca de su estómago y como a la mitad de su discurso se echó a llorar, pero al fin de cuentas todo termino bien, más que bien, sus padres lo habían aceptado, le habían dicho lo orgulloso que estaban de él, y que más que nada, que lo amaban a pesar de todo.

─Cobarde─dijo el castaño cuando se hartó del silencio que JiMin había creado. JiMin miró a YoonGi sorprendido.

─¿A mí me lo está diciendo?─el pelinegro preguntó.

─Claro que sí─exclamó─. Vamos JiMin, eres valiente, no te da miedo decir lo que piensas o cuando no estás de acuerdo con algo o cuando algo te molesta─respondió─. Aún recuerdo cuando lleve unos pantalones que me marcaban el trasero y ese día me susurraste que ese pantalón hacía un trabajo estupendo con mis glúteos.

─En realidad lo hacían y jamás lo volviste a llevar. ─Sonrió─. ¿¡Cómo te atreviste a dejar de usarlas!?

El castaño sonrió y soltó una carcajada. Lo hizo porque ese día cuando le dijo aquello imagino un montón de escenas con Park y tuvo miedo por eso, pero ahora quería volver a usarlas.

─JiMin, muero de hambre no desayune─lloriqueó saliéndose del coche─. Creo que voy a vomitar.

Se recargó en el auto y cerró los ojos tratando de no pensar en eso y hacer que se vaya las ganas de vomitar. El pelinegro salió del auto cerrando la puerta y caminó hacia YoonGi preocupado.

─¿Te encuentras bien?─preguntó JiMin.

─¡No estúpido!─gritó molesto.

─Baja la voz─se acercó a YoonGi, este alzó la vista mirando a  JiMin.

─Ya no quiero entrar. ¿¡Y si vomito adentro!?─chilló cuando la escena pasó por su cabeza, no quería pasar una vergüenza─. JiMin,  ya no quiero entrar, llévame a casa.

─Te diré algo─dijo JiMin con la cara seria

─¿Qué cosa?

─Si no entras en este instante a esa casa. ─Hizo una pequeña pausa─. Te besare aquí mismo.

YoonGi abrió la boca sorprendido y luego el cerró para caminar rápidamente hasta estar en la puerta de aquella casa. JiMin sonrió satisfecho y caminó hasta estar los dos en frente de la puerta de aquel bonito hogar.

𓍯  ᥙᥒᥲ ᥣᥣᥱgᥲძᥲ іᥒᥱs⍴ᥱrᥲძᥲ Where stories live. Discover now