-¿Quieres ir a jugar?- sonrió y yo también asintiendo con emoción.

*******

-¿Recordando?- la voz de alguien me hizo casi caerme de la silla.

-Siempre creí necesario ponerte una campanita así sabríamos cuando estuvieras cerca- reí mientras me levantaba para abrazarlo -Hola, Isaac-

-Hola, Li- correspondió al abrazo.

Seguía siendo más alto que yo, aunque ahora peinaba su cabello.

-El traje te sienta bien, creí que seguirías estos pasos- dije refiriéndome a lo militar.

-Por un tiempo así fue, luego me fui de aquí y ahora soy detective de aquí en Nashville- ambos nos separamos y tomamos asiento frente a la mesa.

-¿Detective?- pregunté sorprendida.

-¿Agente del FBI?- preguntó de la misma manera y reímos.

-Ojalá no nos tuviéramos que reencontrar bajo estas circunstancias- dije sinceramente -¿Cómo lo llevas?-

-Hace tiempo que no lo veía así que fue como si me hablaran de un fantasma cuando recibí la noticia-

-Aún así lamento mucho la situación, sé que por 15 años fue el padre que todo el mundo desea- tomé su mano sobre la mesa y me miró con una pequeña sonrisa.

-Lamento que eso solo haya durado un año para ti- sin soltar mi mano, tomó un sobre que resaltaba entre todo lo demás en la mesa -Dejó esto para ti, léela cuando te sientas lista-

Se levantó, seguramente para seguir alistando la ceremonia, mientras yo me quedé aún sentada viendo esa sobre entre mis manos.

10 AÑOS ANTES.

-Atención, cadetes- la voz del sargento Bray se hizo presente y yo me detuve llevando mi mano a mi frente en un saludo.

El Sargento rió cuando el casco que me quedaba grande bajó cubriendo gran parte de mi vista, se acercó para ayudarme a colocarlo de nuevo en su lugar.

-¿Mejor?- preguntó y asentí.

-No teníamos que saludar aún, Li- me dijo Isaac a mi lado.

-Cierto, perdón- sonreí apenada.

-No pasa nada, pronto aprenderás a hacerlo justo como una soldado de verdad- me habló pacientemente el sargento Bray -Apóyate en Isaac. Lo estás haciendo genial, hijo- alborotó su cabello.

-¿Permiso para ir por limonada?- pregunté al ver a la señora Bray salir al jardín con una jarra.

-Permiso concedido para todos- rompimos fila.

El Sargento se acercó a su esposa para ayudarla con la jarra, hace unos meses se había empezado a sentir débil así que todos nos turnabamos para ayudarla con las tareas de la casa.

Nos sentamos en los escalones frente a la casa para tomar la limonada, todo fue risa por momentos hasta que la señora Bray se empezó a sentir muy mal, el sargento nos pidió que entraramos a la casa mientras él cargaba a su esposa al auto.

*******

El cielo había decidido cooperar con el ánimo de los presentes, las nubes habían cubierto al sol y pequeñas gotas caían sobre nuestros uniformes.

La ceremonia había sido formal, todos los cadetes estaban presentes al igual que el personal del campamento, reconocía algunas caras.

El ataúd frente a nosotros se había llenado de flores, en algún momento había dejado de escuchar a quien presidida la ceremonia y me enfocaba en la fotografía del sargento frente a nosotros.

Creating a LegacyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora