Creating a Legacy

Sargento Bray

-Alguien que conocía falleció- sentí que decirlo en voz alta era necesario para digerirlo -Mañana es el servicio, ¿crees que..?-

-Por supuesto, tómate el día-

Asentí y le sonreí ligeramente antes de levantarme.

-Debo ir a reservar el vuelo, pero te mantendré informado-

Así fue como recibí la noticia más inesperada de un nombre que no escuchaba hace años, y la invitación al lugar al que esperé no volver jamás.

*******

-Debería estar en ese avión contigo- papá insistía por teléfono mientras yo veía las nubes pasar.

-Han pasado 8 años y ya no soy la niña que ayudaste, papá. Estaré bien- dije intentando convencerme también a mí.

-¿Prometes que me mantendrás informado de todo?- sabía que estaba preocupado, a donde me dirigía no era mi lugar favorito en el mundo y eso era de su conocimiento.

-Te lo prometo, te llamaré siempre que tenga un momento. Bueno, no. Estás en un caso así que mejor te envío mensajes-

-Escúchame bien, Solecito. Así esté en medio de una persecución con disparos a mi alrededor, voy a contestar tus llamadas- reí porque sabía que era capaz -¿Escuchaste?-

-Fuerte y claro- respondí. Nos quedamos en silencio y podía escuchar cómo iba manejando, si cerraba los ojos era casi como estar a su lado.

-Debo ir a interrogar a alguien, ¿ya te dormiste?- preguntó luego de un rato

-Ya- no lo veía pero sabía que había sonreído burlón, no era de dormir en los aviones usualmente.

-Te amo, Solecito- se despidió.

-Te amo, papá- respondí antes de que la llamada terminara.

Seguí con mis ojos cerrados mientras guardaba mi celular y así fue como pasé el vuelo mientras recordaba el momento que me había llevado con Isaac y el Sargento.

10 AÑOS ANTES.

Los Jenkins habían sido amables conmigo, jugábamos en el jardín con la gran cama que rebotaba, creo que se llamaba trampolín.

En todas las casas anteriores en las que había estado, tenía que compartir una habitación con más niños y niñas, pero con ellos había una para mí solita.

Fue una lástima cuando me dijeron que tenía que regresar al lugar donde repartían niños solo porque a la señora Jenkins le empezó a crecer la panza.

Me dijeron que podía conservar algunos juguetes que me habían dado, pero al momento de llegar con los demás niños que también esperaban una familia, me los quitaron.

Pasaron varios taches en el calendario para que la señorita Abraham me llamara a su oficina, eso solo significaba que iría a una nueva casa.

Tenía curiosidad, así que mientras esperaba en el pasillo, pegué mi oreja a la puerta de su oficina para saber cómo se escuchaban las nuevas personas pero solo escuchaba a la señorita Abraham.

-Podrían tener un poco de problemas con el idioma, lo entiende bien pero habla mayormente en español-

-¿No es de aquí?- La voz de una mujer extraña habló.

-La versión corta es que sus padres biológicos sí son del país, pero alquilaron el vientre de una pareja mexicana que estaba dispuesta a ignorar todo lo legal-