La Gran Bienvenida

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Se requiere de un código de vestuario estricto, el cual, cabe resaltar, ya se lo hemos facilitado. Unos minutos antes del tiempo establecido se abrirá automáticamente la puerta y las señas lo guiarán al lugar determinado, así que le instamos a alistarse con anticipación.

Esperamos contar con tan distinguida presencia,

Atte. J.M.

¿De qué carajos va esto? Parece el capricho de un enfermo, o bien puede ser el de un gobierno enojado que quiere aniquilar a un traidor, claro estás, sin antes no haberlo atormentado.

Sea lo que sea, retiro el traje de las cadenas para dirigirme al baño y poder alistarme, sin embargo, me detengo casi al instante, pues me percato de que hay algo oculto en él debido al peso inusual.

No me cuesta dar con la razón del peso agregado, y es que a cada lado del chaleco se encuentra una cuchilla táctica bowie y en la parte interna de la chaqueta hay una pistola Glock G19.

Y esto es más que suficiente para concluir que si me dejaron armas es porque tendré que usarlas contra alguien.

Me apuro yendo al cuarto de baño para prepararme, y de paso aprovecho para inspeccionar mi cuerpo por si me insertaron algún chip mientras me encontraba inconsciente, mas no encuentro ninguna anomalía.

Termino de alistarme en un cuarto de hora y me siento a esperar que la puerta se abra, pero los segundos se convierten en minutos y no hay cambio alguno, hasta que, luego de casi media hora, por alguna bocina indetectable a simple vista empieza un conteo regresivo. Puedo salir cuando este llega a cero.

Todo el pasillo se encuentra en plena oscuridad, pero hay flechas que se iluminan en el piso, las cuales supongo que son las señales que me guiarán a la sala que decía la tarjeta. Sigo el camino por casi cinco minutos sin lograr distinguir nada que me sea de ayuda para intentar determinar en dónde estoy, aunque, luego de la larga caminata, llego a una puerta con una pantalla que indica otro conteo que está a nada de concluir.

Ante mí aparece una sala gigante. En gran parte de ésta están repartidas mesas, pero solo hay una silla en cada una, y en frente hay un gran escenario.

Consigo dar tres pasos, mas me detengo al escuchar las pisadas de más personas. Y es ahí que localizo a otros que están entrando por diferentes puertas, quienes también se quedaron inmóviles, estudiando el alrededor y a los demás.

Ninguno de nosotros parece dispuesto a continuar. Y es entendible, pues sospecho que, al igual que mí, ellos recibieron armas y ya llegaron a la conclusión que todos aquí tienen al menos una.

Sin embargo, nuestra guerra de miradas llega a su fin cuando del escenario empieza a salir humo y la música suena con fuerza. Del piso asciende una persona en antifaz, pero es sencillo distinguir que se trata de alguien mayor.

—Buenas noches a todos ustedes, estimados invitados —resuena su voz áspera por la edad en el salón—. Me complace plenamente que todos hayan seguido las indicaciones y se encuentren aquí, en esta velada histórica. Así que, por favor, cada uno tome asiento en la mesa que tenga el arreglo de flores del mismo color que su traje o vestido.

Soy el primero en volver a caminar y dirigirme a mi puesto, ya que, al fin y al cabo, está claro que no ganaría nada ignorándolo. Además, necesito que comience a soltar la información que me interesa.

Al ver que uno entra, los demás hacen lo mismo y buscan sus lugares respectivos. Nadie más habla, pero las miradas recelosas no se hacen esperar. Es obvio que estamos estudiando el sitio entero.

—¿Les cuento un secreto? Justo ahora, aquí en este salón, hay diez personas que en total han acabado directamente con casi veinte mil vidas, mientras que de forma indirecta ascienden casi a las cincuenta mil —cuenta con diversión—. ¡Eso es una locura! ¿No lo creen?

Se detiene esperando por si alguien decide responderle, mas no consigue nada. No obstante, la información que soltó fue con el objetivo de dejarnos saber que todos aquí, probablemente, nos dedicamos a lo mismo.

—Diez personas con una importancia capaz de hacer que grandes potencias se hundan para siempre. Y por eso, les puedo asegurar que ninguno de ustedes hubiera vuelto a ver la luz del sol si no los hubiera rescatado cuando los estaban trasladando.

—¿Estás diciendo que tú lograste evadir no solo a una potencia, sino que a más de una? —interrumpe por primera vez un hombre en traje azul rey.

—Exactamente. Y ya sea que confíen en mis palabras o no, ustedes son la prueba de ello —nos señala como si de piezas de exhibición hablara—. Sin embargo, debo confesarles que no puedo perdonar todos sus pecados —toca su pecho como si en verdad le doliera, pero lo que dijo solo hace que todos nos pongamos alertos y que la tensión inunde el lugar—, han acarreado consigo un sinnúmero de desgracias, y deberán pagar por ello para expi...

El discurso se corta cuando los sonidos de disparos retumban en el salón, el hombre de traje azul y una mujer de vestido plateado sacaron sus armas y apretaron el gatillo dos veces cada uno.

Y aunque su puntería fue excepcional, todos somos testigos de cómo las balas traspasan el cuerpo de aquella persona en el escenario como si ni siquiera fuera real. El primer, y último impacto, es en la pared, puesto que, en realidad, nunca le dio al anfitrión.

Se trata de un holograma.

—Señores, señores —ríe con gracia—, les recomendaría no gastar de manera absurda suministros tan escasos y vitales, y, más que nada, exponer a los demás lo que tienen, porque eso podría ser su perdición en un futuro. Como todos parecen estar algo inquietos, no voy a perder más tiempo y les explicaré lo que sucede aquí.

» Ustedes han sido elegidos por mí para tener una nueva oportunidad de cambiar, les ofrezco una riqueza que nunca hubieran imaginado y el renacer como alguien distinto a sus yos actuales. Pero hay ciertas condiciones y procedimientos para tener en cuenta: No se pueden negar a participar, a menos que quieran ser eliminados de inmediato; Deberán pasar tres etapas para poder ganar, pero en cada una se irán eliminando participantes; Tendrán un máximo de tres semanas para finalizar el juego, o todos quedan fuera; Al final solo habrá un ganador.

» Y, antes de seguir, me gustaría aclarar un punto. Esta oportunidad de una nueva vida solo se puede ganar arriesgando la actual, así que: eliminar a alguien significa matarlo y ser eliminado significa ser asesinado.

» Con ese punto claro, es hora de explicar la primera etapa, en donde para poder pasar a la siguiente, tres de ustedes deben ser eliminados. Todos tienen en sus mesas un cloche, que les pido alcen sin dejar que alguien más vea, y ahí encontrarán el nombre clave o el arma insignia de alguno de ustedes. ¿Saben qué significa eso? Eso quiere decir que a la única persona que pueden matar es a quien se relacione con lo que les tocó, así que tendrán que descubrirlo antes de que alguien más dé con ustedes.

» Les he querido ayudar un poco, por lo que he esparcido documentos con información necesaria para descubrir quién es su objetivo, pero hay de todos para todos, así que deben ser rápidos para destruir su información y encontrar la de los demás. Los dos primeros pisos estarán abiertos para esta ronda, son libres de ir por donde quieran, y quizá hallen más cosas que pueden ser de utilidad para los enfrentamientos.

» Con esto dicho, solo me queda anunciar que la cacería acaba de iniciar.

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⏰ Last updated: Mar 01, 2023 ⏰

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Cacería En AltamarWhere stories live. Discover now