CAPÍTULO 7.

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NARRADOR OMNISCIENTE 

– ¿Cómo sabes que está en peligro? – inquirió Tasha confundida – ¿Has visto algo? —

– ¡No sé cómo lo sé! – exclamó frustrada – ¡Pero yo soy su madre! Simplemente lo sé. Maldita sea Tash ¡Tengo que reunirme con ella! —

– No llegaríamos a tiempo – tensó la mandíbula como si Patterson le hubiera contagiado sus temores – Por el amor de Dios hay una hora en coche hasta allí y además habría que cruzar el río para cuando llegáramos todo el mundo estaría ya en sus coches de camino a casa. Hacen esta salida todos los fines de semana y hasta el momento nunca ha pasado nada... — Un lejano grito le impidió acabar la frase. 

Patt se giró en redondo alzando de nuevo los binoculares no sintió el brazo que Tasha le pasó por los hombros, no sintió nada mientras contemplaba aterrada cómo todo su mundo estallaba en mil pedazos...

– ¡Dios mío... no! – gimió en un susurro.

Lo veía todo con absoluta claridad... El cachorrillo temblando después de lo sucedido en brazos de una de las niñas... El terror en el rostro de una madre que tiraba de las criaturas hacia la cercana mesa de picnic... El hueco en la valla de madera del mirador que acababa de ceder y de precipitarse al vacío. Patterson bajó los binoculares y el corazón le había dejado de latir. Varios metros más abajo del mirador una niña permanecía suspendida sobre el abismo... Era Alexa, uno de los tirantes de su cabello se había enganchado en una raíz en la misma pared vertical... Al fondo se podían distinguir los rápidos del río cayendo en cascada por el profundo valle.

– Alguien tendrá que bajar hasta donde está descolgándose por la pared – pronunció Tasha tensa – Disponen de la correa extensible del perro... No creo que se quede corta... — Patterson no apartaba los ojos de la escena. 

De pronto un movimiento en el borde del abismo llamó su atención, habían pasado dos años desde la última vez que vio a Alison y al contrario que Alexa apenas había cambiado con su melena rubia recogida en un elegante moño... En aquel instante con los ojos desorbitados de terror miraba frenéticamente al grupo de adultos que la rodeaba. Incrédula Patterson pudo ver cómo todos, uno a uno, evitaban su suplicante mirada. El único hombre del grupo se volvió hacia otro lado, rígido, tomando a su hija de la mano y alejándose aún más de la valla rota.

– ¡Nadie va a hacer nada! – exclamó – ¡No están haciendo nada!

– Ya lo veo – masculló Tasha furiosa – Y a juzgar por su aspecto tu cuñada está a punto de desmayarse —

– Allie padece de fobia a las alturas – repuso Patterson – Ni siquiera es capaz de subirse a una escalera plegable sin desmayarse de miedo ¿Pero por qué no hay nadie que se atreva siquiera a intentarlo? – bajó los prismáticos – Tash tengo que llegar hasta allí... — Pero ya no estaba a su lado. A unos metros de ella se estaba colgando la bolsa de lona al hombro con expresión decidida. Con un rápido movimiento, desenfundó un machete y la larga hoja brilló al sol.

– Iré hacia allí a través del monte y esto me ayudará a despejar el camino. Ojalá pueda llegar a tiempo —

– Voy contigo... —

– No, tú tienes que quedarte aquí... No llevo brújula, cuando salga a algún claro de la espesura buscaré tu señal... Si ves que voy bien levanta los brazos bien alto; Si no, agítalos y hazme señas para que pueda corregir el rumbo —

– Maldita sea Tash... ¡No me voy a quedarme aquí haciendo de semáforo mientras mi hija corre peligro! —

– Cariño – la miró intensamente a los ojos extendiendo una mano para apartarle un mechón de cabello de la frente – Esperar aquí es la mejor manera en que podrás ayudarme —Tenía razón pensó desesperada parpadeando varias veces para contener las lágrimas.

AMBIVALENCIA - Zapatterson - Blindspot [TERMINADA]Where stories live. Discover now