Albert Wesker, un hombre que buscaba la perfección y el poder para si mismo. Haría lo que fuese con tal de lograrlo, pero todo cambiaria con la llegada de esa niña... Esa niña la cual tenía sus ojos. Unos ojos los cuales provocan miedo a cualquiera...
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Narra T/N...
Con algo de dificultad pude abrir mis ojos. Me dolía demasiado la cabeza y el resto de mi cuerpo no podía moverse. Bajé mi mirada y pude ver el por qué, estaba atada con mis brazos a mis costados cosa que hacía imposible el poder moverme. Mire a un lado mío y estaba Tae inconsciente. Al parecer lo drogaron, pero a diferencia de mí él no estaba atado.
Con mucha fuerza de voluntad pude agudizar mis sentidos para así escuchar a Jill gritar. - ¡Cogedla! - En lo que lanzaba unas escaleras hacia abajo del helicóptero. No entendía nada hasta que escuche la voz de mi padre gritar el nombre de Chris... Ya entendí todo... Con todas las fuerzas que mi cuerpo me permitía usar rompí las cuerdas que me tenía atada, casi me desgarro la piel, pero eso era lo que menos me importaba ahora. Cuando pude ponerme de pie todo empezó a correr en cámara lenta.
Con algo de dificultad me acerque al borde del helicóptero con las claras intenciones de lanzarme en donde mi padre estaba, pero Jill no me lo permitiría. - Claro que no niña, tus pecados los pagaras en vida. - Dijo ella en lo que un fuerte pinchazo se hacía presente en mi espalda baja. Por el dolor caí de rodillas en lo que Chris y Sheva lograban entrar al helicóptero.
Cuando caí de rodillas un grito sonoro de mi parte hizo que mi padre el cual antes había tomado el helicóptero con sus tentáculos ahora lo soltara. Su mirada y la mía se conectaron por unos sagrados y dolorosos segundos.
- T/N... Mi niña, perdona a tu padre. - Dijo el en lo que alejaba sus tentáculos del helicóptero.
- Pa... Por favor... No mueras. - Fue lo único que logro salir de mi boca.
-Chris, Sheva, usen esto. - Dijo la voz de Jill en lo que pasaba unos lanzacohetes a los ya mencionados. Ambos se posicionaron para así poder ya darle fin a la vida de mi padre...
- ¿Lista, compañera? - Dijo Chris hacia Sheva.
- Cuando tú quieras. - Le respondió esta.
- Demuéstrale al mundo que un Wesker es más que esto. - Fue lo único que pude leer de los labios de mi padre. - Estoy orgulloso de ti...
- Por favor... ¡No lo hagan! - Dije yo para ser ignorada por completo.
Con mis últimas palabras Chris y Sheva dispararon hacia mi padre... Su cuerpo se partió en mil pedazos... Lo único que logre ver después de eso fue como un montón de lava consumía las partes inertes de su cuerpo ya sin vida... El... Él estaba muerto... Y yo no pude hacer nada.
- No... El... Él no puede estar muerto. - Dije yo en lo que volvía a ponerme de pie ignorando así todo el dolor que sentía, pero Jill otra vez me hizo caer al suelo en lo que ella se posicionaba sobre mí.
- Este es el precio que debes de pagar T/N... Tu padre ya está muerto y tú te harás responsable de todo lo que hiciste junto a él. - Las palabras de Jill eran como filosas navajas las cuales me atravesaban una por una sin compasión alguna, pero ella tenía una razón por la cual hacer eso.
