Respire hondo, inhalando todo el aire que mis pulmones me permitian, y lo solte sonriendo feliz.

— ¿Saben? Qatar era hermoso, pero nada mejor que volver a Argentina. - Apoye mis manos en mis caderas.

Ya nos encontrabamos en la sede de la AFA. Habiamos llegado a eso de las 2-3 de la mañana y ya habia un monton de gente esperando a sus campeones. El camino del aeropuerto hasta aca fue muy lento, debido a el mar de gente que habia al lado del micro, el cual avanzaba a 2 por hora.

Una cosa que paso y por la que me estuve riendo un rato largo, fue que a Leandro casi lo perdemos por un cable de la calle.
Los pelotudos estaban sentados en el techo del micro y no vieron unos cables, la mayoria alcanzo a agacharse, menos Paredes que casi lo ahorca. Afortunadamente la unica que sufrio fue su gorra, que se le cayo y la perdio.

Ahora estabamos preparandonos para hacer un recorrido en el micro, para poder festejar con todo el pueblo argentino.

— Es lindo estar aca de nuevo. - Me apoyo Mai, pasando su brazo por mis hombros.

— ¡Que empiece la jodaaa! - las dos giramos la cabeza al mismo tiempo, para ver como los integrantes de la seleccion venian vestidos.

Les habian preparado un conjunto de un short corto, una camisa violeta y unos pilusos.
Maia y yo entreabrimos la boca, mirando embobadas a Enzo y Julian que se nos acercaban.

— ¿Que onda? ¿tan listas? - pregunto Enzo.

Las observamos en completo silencio a los chicos, escaneandolos de arriba a abajo y mirandonos entre nosotras.

— ¿Chicas? - pregunto confundido mi novio.

— Si. - Contestamos a la vez.

— Son medio raritas a veces. - Ambas fruncimos el seño ante lo que nos dijo el morocho.

Intente golpearle el brazo, pero me esquivo. Lastima que no se esperaba el cachetazo que le vino de atras de parte de Maia.

— Ay, hija de...

— ¿Como, mi amorcito? - interrogo la pelinegra, con un tono amenazante en su voz.

Juro que pude notar como Enzo se tensaba y le temblaban las patitas, me cago de risa.

— Nada, mi linda. - Se acerco a mi amiga y rodeo su cintura, abrazandola contra el y dandole un beso.

Sonrei encantada con la escena, para despues girar a ver a Julian, quien dio un saltito asustado al tener mi mirada sobre el.

— ¿Estas bien? - pregunte, divertida.

Sus ojos se entrecerraron, desconfiados.

— ¿Si? - parecia mas una pregunta que afirmacion, no le di importancia y lo abrace tiernamente.

— Estas hermoso. - Murmure sobre su pecho y alce mi cabeza, mirandolo desde abajo, sin levantar mi menton de su pecho.

— Vos estas hermosa. - Sonrio dulcemente y dejo un casto beso en la punta de mi nariz. - Muy, muy hermosa.

Mi corazon se inflo en mi pecho y comenzo a latir como loco, sintiendome feliz y mimada por sus palabras.

— ¡Chicos, al micro, dale que arrancamos! - Escuchamos el grito de Scaloni. - Alvarez, solta un poco a mi hija o te tiro del techo del micro. - Exclamo al pasar por al lado nuestro y seguir de largo.

Ambos lo miramos, alejandose en direccion al micro, para despues mirarnos entre nosotros.

— Creo que lo acepta, pero no puede evitar sus celos. - Rei.

Serendipia | j.aWhere stories live. Discover now